Un silencio que habla

Durante este fin de semana, los caminos del interior de la provincia de Castell¨®n se ver¨¢n poblados de romeros y peregrinos que renuevan los votos de sus antepasados. La m¨¢s conocida, sin duda, es la de Els Pelegrins de Les Useres. En la madrugada del jueves al viernes, como hace siglos, los peregrinos iniciaron su camino hacia Sant Joan de Penyagolosa. Un largo camino en el que el silencio, al menos el de los peregrinos, s¨®lo se rompe con el murmullo de las letan¨ªas y los rezos. Un silencio que, pese al numeroso p¨²blico que acude a alg¨²n tramo del camino para presenciar su paso, se hace respetar porque habla de la tradici¨®n, los votos de sus antepasados y las promesas m¨¢s ancestrales.Trece hombres, en representaci¨®n del pueblo de Les Useres, realizan un recorrido de varios kil¨®metros en el que encuentran calor, fr¨ªo, sed, hambre y una vegetaci¨®n monta?osa que obstaculiza el paso de sus t¨²nicas azules y sayales morados, que los hacen r¨¢pidamente identificables. Sus sombreros negros de ala ancha son otro elemento particular de su indumentaria, que se complementa con rosarios y medallas de romeros colgados al cuello y un cintur¨®n, tambi¨¦n negro, del que cuelgan rosarios. Doce peregrinos y un gu¨ªa, que simboliza la figura de Cristo, acompa?ados de tres cantores y el cura-p¨¢rroco que porta la reliquia del santo.

La peregrinaci¨®n de Les Useres es mucho m¨¢s que una romer¨ªa religiosa. El dramatismo con el que los 12 peregrinos, representando a los ap¨®stoles, recorren el camino marcado desde el peque?o pueblo de la comarca de L'Alcalat¨¦n en el que se inicia, pasando por Lucena y Xodos, hasta llegar al pie del punto m¨¢s alto de la Comunidad, Sant Joan de Penyagolosa, en Vistabella. Pero la peregrinaci¨®n, que data del siglo XIV, tiene tambi¨¦n camino de vuelta, con lo que el respeto a la tradici¨®n de este rito multisecular parece mantenerse casi intacta. El alimento de los romeros consiste en bacalao, huevos hervidos, pan y vino. Frugales comidas, en rudimentarios platos de piedra y cucharas de madera, para tan duro camino.

Cuando esta ma?ana los peregrinos hayan amanecido en Sant Joan, se habr¨¢n dispuesto, como siempre, para escuchar misa y proclamar sus c¨¢nticos, desayunar y comenzar el rito central de esta marcha. En la sacrist¨ªa de la iglesia se re¨²nen los peregrinos, formando un c¨ªrculo, con el gu¨ªa, situado en el centro. Nadie m¨¢s puede estar presente en este momento y ni siquiera los peregrinos pueden comentar lo que all¨ª dentro ocurre. El gu¨ªa les habla del sentido religioso de la marcha, del bien, del mal y de cosas divinas. Despu¨¦s, se realiza un acto de lavatorio de pies y se lleva a cabo la ceremonia del perd¨®n. S¨®lo en el momento en el que el gu¨ªa golpea la puerta, en se?al de haber finalizado el rito, ¨¦sta puede ser abierta. Despu¨¦s, queda el camino de vuelta.

Dos d¨ªas comprende tambi¨¦n la romer¨ªa de Cat¨ª a Sant Pere de Castellfort, que finalizar¨¢ ma?ana, y en la que los peregrinos van acompa?ados de jinetes a caballo. Los vecinos de Morella tambi¨¦n recorren, a pie, unos 20 kil¨®metros, para honrar a su patrona, la Virgen de Vallivana. No lejos de all¨ª, en el santuario de la Balma, en Sorita, tiene lugar otra romer¨ªa y en La Plana Alta, peregrinos de Cabanes se acercar¨¢n a la ermita de Les Santes.