Un corto viaje de ida y vuelta
Sevilla no se merece tener a sus dos equipos en Segunda Divisi¨®n. Esta reflexi¨®n es recurrente desde hace poco m¨¢s de un mes por las calles de la capital andaluza. Justo desde que el comatoso Real Betis Balompi¨¦ que preside Manuel Ruiz de Lopera, dadivoso, comenz¨® a postularse como firme candidato para acompa?ar a su vecino en su retorno a Segunda Divisi¨®n. El Sevilla, que consum¨® ayer su descenso matem¨¢tico en un pol¨¦mico encuentro frente al Oviedo tras 26 jornadas como colista, pone fin a un corto y penoso viaje que comenz¨® esperanzado el ¨²ltimo d¨ªa de junio de 1999, cuando materializ¨® su ascenso tras una apretada promoci¨®n frente al Villarreal.Apenas un a?o despu¨¦s, eso s¨ª, un a?o de puro calvario, el Sevilla F.C., hist¨®rico club fundado en 1905, se dispone a desembarcar en la que ser¨¢ la decimotercera temporda que dispute en Segunda. Situaci¨®n que se ha hecho m¨¢s llevadera para la afici¨®n sevillista desde que se barrunta que el eterno rival acompa?ar¨¢ a su equipo en este lastimoso trance.
Lo cierto es que, cainismos aparte, el descenso de Sevilla y Betis es un acontecimiento de consecuencias devastadoras para una ciudad que vive el f¨²tbol al extremo, con dos de las aficiones m¨¢s loadas de Espa?a que, jornada tras jornada, casi cubren las 100.000 localides que suman entre el Ram¨®n S¨¢nchez Pizju¨¢n y el todav¨ªa a medio construir Manuel Ruiz de Lopera. Tanto es as¨ª que hasta el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, que dijo estar "impresionado" ante tan nefasto acontecimiento, coment¨® que ten¨ªa presente a los dos equipos en sus plegarias: "Algunos dicen que lo mejor es que bajen los dos, porque si no la rechifla de uno hacia el otro iba a ser muy grande".
Ayuda divina que ya s¨®lo puede servir para que el Betis se mantenga en Primera, porque en el Sevilla se planifica la pr¨®xima campa?a, con mucha calma y austeridad por su delicada situaci¨®n econ¨®mica (cerca de 7.000 millones de deuda), para evitar los muchos errores cometidos en ¨¦sta. Y es que lo que comenz¨® como un pl¨¢cido sue?o, pronto deriv¨® en enso?amiento para acabar en una eterna pesadilla. La planificaci¨®n a marchas forzadas que se hizo para esta temporada no tard¨® en pasar factura.
Fracaso deportivo
En apenas dos meses, el entonces presidente del Sevilla, Rafael Carri¨®n, y el laureado Marcos Alonso, mu?idor del ascenso, perge?aron a toda prisa un proyecto deportivo con grandes carencias. Si r¨¢pido se realizaron los descartes en la plantilla (Velasco al Celta y dem¨¢s cedidos), m¨¢s r¨¢pido se cubrieron las vacantes. Marcos, a trav¨¦s de Paco Casal, pol¨¦mico intermediario cuyos negocios copan el mercado sudamericano, se trajo de Uruguay un paquete de jugadores, dilapidando la reducida partida destinada a fichajes que permit¨ªa el presupuesto aprobado (3.000 millones). A los ya en plantilla Tabar¨¦ y Olivera, se unieron Podest¨¢, Rabajda, Zalayeta y Otero.
El caso de ¨¦ste ¨²ltimo refleja lo est¨¦ril que result¨® la contrataci¨®n del clan uruguayo. Procedente del Vicenza italiano y respaldado por su supuesto olfato goleador, el Sevilla desembols¨® casi 1.000 millones de pesetas por Marcelo Otero. Su r¨¦dito: un gol, varios meses apartado por sucesivas lesiones y una gresca de madrugada en un bar de la ciudad junto a Olivera y Zalayeta, que les report¨® una denuncia por agresi¨®n.
El Sevilla alcanz¨® su c¨¦nit en la s¨¦ptima jornada, cuando gole¨® al Betis (3-0) en el S¨¢nchez Pizju¨¢n en el primer derby de la temporada, desquit¨¢ndose as¨ª de las infamantes declaraciones que realiz¨® a principios de temporada el presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, quien achac¨® al club rival "comprar a sus jugadores en una tienda de todo a 20 duros, mientras que el Betis compra en una boutique" .
A partir de aqu¨ª la ca¨ªda fue en picado. No se ganaba fuera y en casa costaba sudor y l¨¢grimas (cinco victorias en toda la temporada). As¨ª, en la d¨¦cima jornada, el Sevilla cae al ¨²ltimo puesto, posici¨®n en la que pese a los optimistas augurios de Marcos, que abandon¨® a falta de 11 jornadas, se perpetu¨® durante la temporada y que se excus¨® en parte apelando a los perjuicios que los errores arbitrales hab¨ªan causado.
Tras toda una temporada de quejas, a principios de abril tras un nefasto arbitraje de Mejuto Gonz¨¢lez ante el Deportivo (1-3) la plantilla incluso baraj¨® la posibilidad de realizar un plante, al tiempo que cifraban en 16 los puntos que los errores arbitrales hab¨ªan restado de su exiguo casillero. Otro r¨¦cord: al Sevilla le han clausurado el S¨¢nchez Pizju¨¢n dos veces en una misma campa?a y a¨²n tiene pendiente otro apercibimiento de cierre por los graves altercados ocurridos a principios de abril en el Sevilla-Deportivo.
Asumido entonces el descenso, comenz¨® a planificarse el futuro. Un futuro que comandar¨¢ en lo deportivo Joaqu¨ªn Caparr¨®s y que est¨¢ marcado por la austeridad a la que obliga la crisis econ¨®mica de un club que en su ¨²ltima Junta General solicit¨® a socios y abonados ayuda para afrontar los 2.500 millones de deuda ineludible que ha de saldar en junio.
Hecho que, adem¨¢s, disipar¨ªa la posibilidad que se maneja de cerrar un acuerdo con la Sociedad Estadio Ol¨ªmpico, empresa gestora del Estadio de La Cartuja, para jugar cierto n¨²mero de partidos en este recinto a cambio de una serie de contraprestaciones econ¨®micas. Medida impopular entre el sevillismo de base y clavo ardiendo al que se aferra el actual presidente del club para deshacerse a corto plazo del enorme lastre que la deuda acarrea para un club que, adem¨¢s de perder la categor¨ªa, perder¨¢ los sustanciosos ingresos que percib¨ªa por los derechos de retransmisi¨®n de sus partidos. El objetivo, como no puede ser otro, lograr el ascenso. El sue?o: dejar de ser un equipo ascensor.
Agresi¨®n a un periodista
La tarde en la que el Sevilla consum¨® su descenso no pudo terminar peor. Un reducido grupo de radicales aficionados sevillistas no contentos con haber tomado parte desde la grada de la bochornosa tarde que ofreci¨® su equipo, se dedicaron a atosigar a los dos periodistas de TVE-A que se encontraban realizando su trabajo en el Ram¨®n S¨¢nchez Pizju¨¢n.Jos¨¦ Manuel Mart¨ªnez Campos, veterano periodista del canal p¨²blico, fue abordado en los vomitorios del estadio que dan al Gol Norte -zona donde se ubica la afici¨®n ultra del Sevilla- por varios aficionados mientras el encuentro se encontraba en el descanso. Seg¨²n relat¨® el propio Mart¨ªnez Campos a sus compa?eros de Redacci¨®n, este grupo se le ech¨® encima y comenz¨® a golpearlo cuando se dispon¨ªa a abandonar el estadio.
A consecuencia de los golpes, Mart¨ªnez Campos, que tuvo que ser protegido por varios agentes policiales, hubo de ser trasladado a un hospital de la capital andaluza para ser atendido de las lesiones que esta agresi¨®n le provocaron en el rostro.
El propio agredido confirm¨® que, si bien hab¨ªa sufrido una fractura en el labio por los golpes, su estado era bueno, aunque hab¨ªa acudido al centro sanitario para someterse a una radiograf¨ªa para prevenir una posible fractura ¨®sea en la cara.
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