Tarifas y alianzas

Telef¨®nica ha retornado espectacularmente al escaparate de la actualidad gracias a su pol¨ªtica de alianzas, por una parte, y a su modelo de tarifas, por otra. La alianza que negocia con el grupo holand¨¦s KPN dispar¨® ayer su valor en Bolsa casi el 10%, debido a las expectativas de que la hipot¨¦tica uni¨®n de ambos grupos conforme el noveno grupo mundial por capitalizaci¨®n burs¨¢til. Pero las negociaciones con la firma neerlandesa sirven tambi¨¦n para recordar que la b¨²squeda de socios internacionales estables es una cuenta pendiente en la gesti¨®n de Juan Villalonga. Cabr¨ªa preguntarse si la operaci¨®n con KPN, de naturaleza no desvelada todav¨ªa, correr¨¢ en el futuro la misma suerte que las otrora muy publicitadas y ya olvidadas alianzas con British Telecom o MCI-WorldCom.Pocos d¨ªas antes de que Telef¨®nica recuperase parte de su capitalizaci¨®n burs¨¢til a costa de las negociaciones con KPN, la Comisi¨®n Europea anunciaba que pedir¨¢ al Gobierno espa?ol que perfeccione la competencia en el mercado telef¨®nico. Considera el comisario de la Competencia, Mario Monti, que en Espa?a se mantiene un desequilibrio en la estructura de tarifas, porque el abono mensual que cobra Telef¨®nica a los 19 millones de l¨ªneas que sirve es muy bajo -1.442 pesetas m¨¢s IVA- y que, al mismo tiempo, los precios de las llamadas locales son excesivamente altos. La inquietud de Bruselas se extiende tambi¨¦n a Alemania e Italia, pa¨ªses a los que tambi¨¦n enviar¨¢ una carta de emplazamiento -tr¨¢mite previo a la apertura de un expediente sancionador- para que corrijan las deficiencias de sus mercados; pero tal circunstancia no debe servir de excusa a los nuevos responsables de las telecomunicaciones espa?olas, que deber¨ªan explicar r¨¢pida y oficialmente cu¨¢l es su posici¨®n al respecto.

Espa?a ha perdido, en parte, el ¨²ltimo lustro en vacilaciones acerca del alcance de la liberalizaci¨®n. Aunque todos los actores -Gobierno, Telef¨®nica, nuevas operadoras y partidos de oposici¨®n- defienden verbalmente la apertura total, parece existir una severa dificultad para fijar una pol¨ªtica de precios que elimine las m¨²ltiples herencias del monopolio de las que a¨²n disfruta Telef¨®nica.

La advertencia de Bruselas sugiere una l¨ªnea de acci¨®n al nuevo Gobierno: reducci¨®n de las tarifas de la telefon¨ªa local, que es precisamente donde todav¨ªa se mantiene el monopolio de Telef¨®nica, y actuaciones m¨¢s relajadas en aquellos ¨¢mbitos del servicio -llamadas interprovinciales, internacionales y otras- en los que ya se ha iniciado la competencia. ?ste es precisamente el esquema que menos gusta a la operadora espa?ola, partidaria de que se establezca un marco tarifario global que permita a la compa?¨ªa fijar precios en los distintos servicios en funci¨®n de sus intereses. Un esquema que no favorece la liberalizaci¨®n del sector y que el Gobierno debe corregir en la senda trazada por Bruselas.