Botero expone en Madrid su colecci¨®n de arte antes de donarla a Colombia El artista quiere aportar "una nota de optimismo" al proceso pol¨ªtico de su pa¨ªs

El pintor colombiano Fernando Botero (Medell¨ªn, 1932) ha visto por primera vez reunida su colecci¨®n de arte en la exposici¨®n De Corot a Barcel¨®. Colecci¨®n Fernando Botero, abierta ayer en las salas de la Fundaci¨®n Santander Central Hispano (BSCH), de Madrid (Marqu¨¦s de Villamagna, 3). Las 80 obras expuestas, valoradas en 6.000 millones de pesetas al cambio actual, estaban depositadas en Suiza y en los diversos estudios del pintor y forman parte de su donaci¨®n personal a Colombia, con pr¨®ximos museos y una plaza en Bogot¨¢ y Medell¨ªn.

Ante dos cuadros de Picasso y Mir¨®, Botero declar¨® ayer que la donaci¨®n de su colecci¨®n de arte a Colombia, reunida durante 25 a?os hasta formar un conjunto representativo de artistas y obras de los ¨²ltimos 140 a?os, quiere ser "una nota de optimismo" en el actual proceso pol¨ªtico. "Soy un colombiano ciento por ciento, aunque he vivido 47 a?os fuera, y sufro con estos dramas que s¨®lo se solucionar¨¢n con el di¨¢logo pol¨ªtico".La colecci¨®n, tras su estancia en Madrid (hasta el 9 de julio), se traslada a su emplazamiento definitivo, el Museo Banco de la Rep¨²blica, en Bogot¨¢, a partir de octubre, en unas casas antiguas rehabilitadas. En septiembre se presentar¨¢ un segundo museo en Medell¨ªn, su ciudad natal, con otro centenar de obras de Botero, veinte de artistas internacionales y unas 20 esculturas monumentales en una plaza como las expuestas en el paseo de Recoletos de Madrid y en otras ciudades europeas.

Seg¨²n Botero, la colecci¨®n se inclin¨® desde el principio por la figuraci¨®n, pero hace cuatro a?os, al decidir su destino, tuvo un car¨¢cter did¨¢ctico al incluir artistas y corrientes del arte del siglo XX. "Como pintor tengo un criterio muy estricto, ambicioso, pero como coleccionista te vuelves m¨¢s tolerante y con gran respeto por los artistas".

La intenci¨®n del artista es que se vean en Colombia estas obras originales de la pintura universal. "A m¨ª me toc¨® ver reproducciones". Desprenderse de las obras que ten¨ªa en sus casas fue el mayor "choque", que se amortigua con "el gran placer de la donaci¨®n".

La exposici¨®n de "obras maestras", seg¨²n Javier Aguado, director de la Fundaci¨®n BSCH, refleja tambi¨¦n "el ojo de un pintor", seg¨²n la comisaria, Cristina Carrillo de Albornoz. A?ade que es un coleccionista "apasionado y obsesivo", que a lo largo de 25 a?os ha comprado obras por afinidades est¨¦ticas en la figuraci¨®n, pero tambi¨¦n con otros artistas impresionistas y abstractos, y en algunos casos por cuestiones afectivas, como el dibujo del mapa de Colombia, de L¨¦ger.

Figuraci¨®n

En el cat¨¢logo se completan las opiniones del coleccionista a trav¨¦s de una entrevista de Carrillo de Albornoz, junto con un paseo por la colecci¨®n, a cargo de Juan Manuel Bonet, director del Instituto Valenciano de Arte Moderno, de Valencia. Seg¨²n Bonet, en la colecci¨®n prevalece la figuraci¨®n sobre la abstracci¨®n, se equilibran el arte europeo, el norteamericano y el latinoamericano, pero gira, como la propia vida de quien la ha reunido, principalmente en torno a Par¨ªs. "Colecci¨®n en la que hay no pocas obras maestras y "de museo", obras de alt¨ªsimo nivel, algo que prueba que con criterio, y por supuesto con medios, todav¨ªa es posible adentrarse en la intrincada selva del arte, y del comercio del arte".

El montaje, entre los extremos de Corot, la obra m¨¢s antigua (1862), y un gran lienzo de Barcel¨®, de 1998, agrupa cronolog¨ªa y tendencias, aunque otras veces dominan las identidades. Una zona de impresionistas (Corot, Renoir, Pissarro, Degas, Boudin, Monet, Sisley) da paso a una pared con L¨¦ger, Delvaux, Ernst, Moore, Soutine y el propio Botero (Una familia, 1989) y otro espacio que re¨²ne a Lam, Rufino Tamayo y Torres Garc¨ªa. Se puede entrar en ¨¢mbitos de dibujos (Nolde, Picasso, Grosz, Kokoschka, Balthus, Matisse, Degas); seguir esculturas de Dal¨ª, Laurens, Mason, Caro y Sophia Vari (esposa de Botero) y completar otras superficies con Calder, T¨¤pies, Auerbach, Giacometti, Dubuffet, Braque, Kitaj y Bacon. El coleccionista admite que hay "lagunas enormes", como obras de C¨¦zanne, Van Gogh, Gauguin y cubistas de Picasso. "No tengo toda la capacidad econ¨®mica y en otras ocasiones las piezas m¨¢s representativas no est¨¢n en el mercado".

Botero pasa el verano en Pietrasanta (Italia), donde tiene una fundici¨®n; el oto?o, en Par¨ªs y Nueva York; enero, en M¨¦xico, y la primavera, en Montecarlo. "Voy a seguir viviendo en Europa, donde tengo la fundici¨®n y los compromisos. Me encantar¨ªa visitar m¨¢s tiempo Colombia si hubiera un clima de tranquilidad, que ahora no existe". El artista trabaja en estos lugares, en varias obras a la vez, con temas menos costumbristas y una insistencia en la investigaci¨®n sobre el color.