El Madrid se exhibe ante un Estudiantes roto por las bajas
Festival de los de Scariolo, que siguen en estado de gracia
En un baloncesto como el actual, ruin en sus planteamientos, inundado de marcadores escu¨¢lidos, donde el espect¨¢culo rinde pleites¨ªa al juego defensivo, el Madrid regal¨® ayer a su parroquia un partido sencillamente enorme. Fulmin¨® a Estudiantes, un gran equipo que se vio superado por un Madrid que vive en estado de gracia y con los dientes afilados. Y superado tambi¨¦n, a qu¨¦ negarlo, por sus propias carencias, herido como estaba por las bajas de Thompson y Felipe Reyes, dos jugadores de alto rango en el conjunto colegial.A¨²n as¨ª, Estudiantes mantuvo el tipo. Liderado por Jim¨¦nez, lleg¨® a asustar (22-27) a un Madrid r¨¢pido en la circulaci¨®n, acertado en el lanzamiento, pero patoso a la hora de buscar segundas oportunidades. Un solo rebote ofensivo capturaron los blancos durante los primeros 20 minutos, lo que aprovech¨® Estudiantes para so?ar con una victoria que se antojaba imposible teniendo en cuenta los antecedentes -dos veces se enfrentaron esta temporada y en las dos venci¨® el Madrid-, las bajas de los del Ramiro y el momento dulce que vive su rival, que ha ganado 16 de sus ¨²ltimos 18 partidos.
REAL MADRID 83ESTUDIANTES 73
Real Madrid: Djordjevic (8), Alberto Angulo (17), Herreros (16), Struelens (16), Scott (13); Galilea (6), Lucio Angulo (3), Iker Iturbe, Betts (4) y N¨²?ez.Adecco Estudiantes: Azofra (6), Aisa (12), Carlos Jim¨¦nez (14), Vandiver (10), Alfonso Reyes (15); Gonzalo Mart¨ªnez (6), Robles (6) y Asier Garc¨ªa (4). ?rbitro: Mitjana, Amor¨®s y Bult¨®. Cerca de 5.000 espectadores en el Raimundo Saporta. Primer encuentro de las semifinales de la Liga ACB, al mejor de cinco.
So?¨® Estudiantes, s¨ª, pero a la postre se impuso la l¨®gica. Y la l¨®gica la imponen, hoy por hoy, tipos como Herreros y sus triples, que llegan justo cuando el enemigo se viene arriba; o tipos como Angulo y cualquiera de esas canastas inveros¨ªmiles que acostumbra a inventarse no se sabe bien c¨®mo. O la impone, en fin, Djordjevic, cuando ejerce de s¨ª mismo y saca de sus casillas a cualquiera que no juegue en su equipo. Y en los momentos de duda en el Madrid, que los hubo, se agigant¨® la figura de Galilea, un jugador impagable, que asume su papel de segundo de Djordjevic sin un mal gesto y consigue que nadie mire al banquillo en busca del serbio.
Si al descanso se lleg¨® con un ajustado 46-41, lo que vino despu¨¦s fue un festival de los hombres altos del Madrid, con especial menci¨®n para Struelens, que apareci¨® en su mejor versi¨®n para dinamitar la perseverancia, la habilidad y la clase de Alfonso Reyes, que nunca como ayer ech¨® tanto de menos a su hermano peque?o. El rodillo madridista se hizo presente en la segunda parte y dej¨® el conflicto resuelto en un periquete (58-45). A partir de ah¨ª los blancos tiraron de repertorio, se gustaron y Estudiantes vio caer el chaparr¨®n con dignidad. Los triples de Aisa maquillaron el resultado, pero no borraron del ambiente la sensaci¨®n de que para ganar a este Madrid es necesario hacerlo casi todo bien, algo para lo que ni Estudiantes ni nadie est¨¢ preparado si no se lo cree y si las lesiones no le dejan en paz.
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