Cal y arena

Los nombramientos de Javier Gonz¨¢lez Ferrari como director general de la radiotelevisi¨®n p¨²blica, de Enrique Fern¨¢ndez Miranda como delegado del Gobierno para la Inmigraci¨®n y de Jon Juaristi como director de la Biblioteca Nacional son los m¨¢s significativos de los efectuados ayer por el Consejo de Ministros. Otro nombramiento con proyecci¨®n popular es el del concejal de Madrid Juan Antonio G¨®mez-Angulo como nuevo secretario de Estado para el Deporte, que llega al cargo con la buena estrella de tener asegurado para un club de f¨²tbol espa?ol el t¨ªtulo de campe¨®n de Europa.La sustituci¨®n de P¨ªo Cabanillas al frente del Ente RTVE daba la oportunidad de lanzar una se?al de su voluntad de cambio en un organismo que concita cr¨ªticas generalizadas por su sometimiento estricto al Gobierno. Nominalismos al margen, designar ministro portavoz al director de la televisi¨®n p¨²blica y sustituirle por su director de informativos ampl¨ªa la sombra de parcialidad -como en el caso del juez que se pasa a la pol¨ªtica- sobre sus ocupaciones previas. El Gobierno pod¨ªa haber lanzado una se?al de su voluntad de reforma consensuando el nombre del nuevo director general o, como m¨ªnimo, eligiendo a alguien menos marcado por su trayectoria inmediatamente anterior. Gonz¨¢lez Ferrari es un profesional con larga experiencia en medios p¨²blicos y privados, pero su paso por la direcci¨®n de informativos de TVE no es el mejor aval de imparcialidad. Desde su nuevo cometido tendr¨¢ oportunidad de responder al clamor social por una televisi¨®n no sometida al Gobierno.

La necesidad de coordinar desde una Secretar¨ªa de Estado las competencias sobre extranjer¨ªa y pol¨ªtica de inmigraci¨®n, diseminadas en varios ministerios, hab¨ªa sido reiteradamente invocada. La creaci¨®n de una delegaci¨®n para que se ocupe de esa tarea es un acierto. Su titular, Enrique Fern¨¢ndez Miranda, fue uno de los diputados m¨¢s dogm¨¢ticos en la oposici¨®n, aunque ha tenido ocasi¨®n -como Federico Trillo- de moderar su perfil como vicepresidente del Congreso.

Un nombramiento m¨¢s pol¨¦mico es el de Julio S¨¢nchez Fierro como subsecretario de Sanidad. Antiguo alto cargo de Trabajo, su nombre fue invocado en relaci¨®n con las subvenciones recibidas por una empresa de formaci¨®n de un cu?ado suyo. Aunque desminti¨® cualquier ilegalidad, el fondo del asunto es muy similar al que provoc¨® el cese de otro alto cargo y la dimisi¨®n posterior del ministro Pimentel.

Hasta aqu¨ª, la arena. La de cal, indicativa de que no todos los nombramientos pasan por la afiliaci¨®n previa, es la designaci¨®n de Jon Juaristi para dirigir la Biblioteca Nacional. El mejor escritor de entre los ensayistas espa?oles, como le defini¨® recientemente Juan Pablo Fusi, es un profesor universitario de familia nacionalista y militancia juvenil izquierdista que se afili¨® al PSOE tras el atentado que cost¨® la vida a dos socialistas en la Casa del Pueblo de Portugalete, en 1987. Dijo hacerlo en solidaridad con "aquellos a quienes los abertzales han convertido en los jud¨ªos de Euskadi". Su nombramiento es un reconocimiento a su trayectoria intelectual y c¨ªvica, y muestra que en el PP hay personas que saben que el mundo no acaba en la calle de G¨¦nova.