Los alumnos del colegio de Barakaldo regresan a clase en un clima de tensi¨®n

El 90% de los 633 escolares del colegio San Juan Bosco de Barakaldo, seg¨²n el Departamento de Educaci¨®n del Gobierno vasco, volvi¨® ayer a clase despu¨¦s de nueve d¨ªas lectivos de boicoteo contra la admisi¨®n de tres hermanos gitanos de "familia conflictiva". Los padres del centro religioso estimaron que s¨®lo la mitad de los alumnos se hab¨ªa incorporado. El ambiente en la puerta del colegio era de tensi¨®n. No aceptaban la situaci¨®n.

Se acabaron las vacaciones forzosas de los alumnos del colegio privado concertado San Juan Bosco del barrio de Burce?a, en Barakaldo. La mayor¨ªa regres¨® a clase ayer de manera ordenada y el resto se prev¨¦ que lo haga hoy. Sin embargo, el conflicto suscitado en el ¨²ltimo mes por la escolarizaci¨®n en el centro religioso de tres ni?os gitanos de cuatro, siete y ocho a?os no se ha cerrado. "Nos ha costado mucho convencer a algunos padres de que la incorporaci¨®n a clase era lo m¨¢s adecuado", asegura Arantza, madre de una ni?a de ocho a?os y perteneciente a la comisi¨®n de padres.Este colectivo, de unos 15 miembros, ha sido el encargado de impulsar la vuelta de los alumnos tras las primeras notificaciones de la Fiscal¨ªa de Menores, el pasado viernes, al presidente y secretario, respectivamente, de la asociaci¨®n de padres, en las que se les apercib¨ªa de que incurr¨ªan en "ilegalidad" al no permitir que sus hijos asistieran a clase.

A los padres no les gusta el cambio de actitud que han tenido que adoptar ante la intervenci¨®n de la fiscal¨ªa, que act¨²a a instancias del Gobierno vasco. "Es una causa perdida; la lucha de David contra Goliat", argumenta Bego?a Rugama, sosteniendo a su hija de tres a?os en brazos, que el pr¨®ximo curso seguir¨¢ los pasos de su hermano de seis, que acaba de abandonar el aula.

Los padres quieren dejar claro que la decisi¨®n de volver a clase no supone, "en ning¨²n caso, la aceptaci¨®n de la situaci¨®n, ante la que pretendemos poner soluci¨®n utilizado todas las v¨ªas legales de consenso y di¨¢logo que existen en nuestras manos", explican en un comunicado hecho p¨²blico y entregado tambi¨¦n a los padres.

En el escrito se argumenta que la decisi¨®n de enviar de nuevo a sus hijos al colegio es "en apoyo a lo requerido [por la fiscal¨ªa] y como protesta ante esta actuaci¨®n". El cambio de actitud, forzado por la presi¨®n legal, se debati¨® a ¨²ltima hora de la tarde de ayer en el colegio. All¨ª se reuni¨® la asamblea de padres para estudiar la orden de la Fiscal¨ªa de Menores, explicar la conveniencia del regreso a clase y proponer la adopci¨®n de medidas de protesta. Un miembro de la comisi¨®n adelant¨® que hab¨ªa padres que pretend¨ªan someter a votaci¨®n a mano alzada la vuelta a clase.

La asociaci¨®n aprovech¨® tambi¨¦n para acusar a las administraciones p¨²blicas de haberles tratado con "manipulaci¨®n y autoritarismo". "Nos encontramos indefensos, atacados y amenazados por la incompetencia del departamento de Educaci¨®n" , aseguraron. Pero, por encima de todo, los padres reiteraron que su boicoteo no fue fruto de la "intolerancia social", sino del derecho a velar por la seguridad de sus hijos.

Los tres ni?os gitanos reciben clase en un aula separada del resto de escolares

Los tres hermanos gitanos -K., de cuatro a?os, y las chicas R., de siete, y R., de ocho- acuden al colegio privado concertado San Juan Bosco de Barakaldo desde el pasado 10 de mayo. Sin embargo, no comparten aula con los escolares de su edad. Al menos de momento. Lo que no se sabe es si coinciden en el patio, en el tiempo de recreo.

Los tres escolares reciben atenci¨®n educativa en una clase separada del resto de sus compa?eros. "Es normal", aduce Jes¨²s Gim¨¦nez, el presidente de Iniciativa Gitana, mediador en el conflicto. Los nuevos alumnos sufren un retraso de escolarizaci¨®n.

El pasado 31 de marzo, el Departamento de Educaci¨®n del Gobierno vasco decidi¨® cerrar el colegio p¨²blico donde recib¨ªan clase, junto a 10 ni?os m¨¢s. Desde entonces y hasta el jueves pasado no ten¨ªan colegio que les acogiera. Todav¨ªa carecen de amigos y, aunque se les ha tratado de ocultar, han sido el centro del conflicto. Los ni?os, con todo, no sufren problemas especiales de adaptaci¨®n, dicen los psic¨®logos; s¨®lo necesitan atenci¨®n especial. Por eso est¨¢n separados de sus otros 633 compa?eros.

El centro religioso ha puesto a su disposici¨®n un equipo de cinco personas: tres profesores, un monitor y un psic¨®logo. Todos conf¨ªan en que pronto est¨¦n tan integrados como el resto de ni?os gitanos que estudian en la comunidad vasca: 2.570; 1.500 en Vizcaya, seg¨²n datos del Departamento de Educaci¨®n.

En el colegio de Barakaldo hay varias ni?as cubanas y un liban¨¦s. Ayer, cuando la comunidad escolar regres¨® al colegio, K., el peque?o de los ni?os gitanos, no lo hizo. Hab¨ªa pasado mala noche y se qued¨® en casa.