DE POL?TICO A GUARDA FORESTAL

Francisco Casta?ares es un tipo curioso. Forjado en el medio rural, tiene apariencia de muchachote despabilado que ascendi¨® a general tras salir invicto de numerosas batallas. Con una enorme fluidez verbal y una envidiable inteligencia natural, fue subiendo pelda?os: alcalde de Serradilla, director general de Medio Ambiente, secretario nacional de la Federaci¨®n de Trabajadores de la Tierra (FTT, la rama de asalariados de la UGT), portavoz , secretario de Pol¨ªtica Municipal y responsable de una delegaci¨®n en la Diputaci¨®n Provincial de C¨¢ceres, fue el azote de los terratenientes a cuenta de la ley de caza... Ahora libra su particular guerra pol¨ªtica con la presidenta de la Diputaci¨®n de C¨¢ceres y compa?era de partido, Pilar Merch¨¢n, que le ha apartado del cargo de responsabilidad que ten¨ªa en la corporaci¨®n provincial. Cuenta Casta?ares que le han ofrecido diversos puestos directivos, pero ¨¦l apuesta por la vuelta a sus or¨ªgenes: ha pedido su reincorporaci¨®n como agente forestal, "un puesto de trabajo que me llen¨® y me llenar¨¢ ahora de nuevo de satisfacci¨®n". Tendr¨¢, eso s¨ª, un problema de subsistencia diaria porque, acostumbrado a disfrutar de un buen habano en sus labios, se ver¨¢ obligado a renunciar, por responsabilidad profesional se entiende, a ese peque?o vicio cuando entre matorrales y jara, encinas y alcornoques, escrute si cig¨¹e?as negras, ¨¢guilas o buitres est¨¢n sin novedad en el parque.- ,