El "peque?o reajuste" afecta al 25% del Consell

El "peque?o reajuste" del Consell que comunic¨® ayer Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, constituye de hecho una aut¨¦ntica remodelaci¨®n que afecta a la cuarta parte de su actual equipo. El presidente mantuvo en el m¨¢ximo secreto sus intenciones, al punto de queCarlos Gonz¨¢lez Cepeda, nuevo consejero de Justicia y Administraci¨®n P¨²blica, fue informado ayer de su nuevo destino. El recurso a miembros de su propio Gabinete para cubrir las vacantes en dos ¨¢reas pone de manifiesto el escaso banquillo del presidente, que no ha sido capaz de recuperar a ning¨²n hombre destacado en Madrid y ha tenido que recurrir a la endogamia para solventar la papeleta.

Zaplana fue fiel a su palabra. El lunes anunci¨® que introducir¨ªa "un solo cambio". Lo que no aclar¨® es que se refer¨ªa a Jos¨¦ Emilio Cervera, entonces consejero de Sanidad, cuya situaci¨®n en el seno del Consell se hab¨ªa hecho insostenible.

La vaga insinuaci¨®n de Mariano Rajoy, actual hombre fuerte del Gobierno central, sobre la posible destituci¨®n de Gonz¨¢lez Cepeda al frente de la Delegaci¨®n del Gobierno en la Comunidad Valenciana, ofreci¨® a Zaplana la excusa que necesitaba para propiciar el relevo de Cervera.

Zaplana propuso a La Moncloa el nombre de Carmen Mas, su consejera de Bienestar Social, como sustituta de Gonz¨¢lez Cepeda. La iniciativa del presidente se ajustaba al manual del PP, que apuesta por la promoci¨®n de la mujer en cargos de proyecci¨®n p¨²blica; permit¨ªa a Zaplana liberar a una colaboradora apreciada de un cargo en el que nunca lleg¨® a desenvolverse con comodidad; y, sobre todo, precipitaba una necesaria remodelaci¨®n de su equipo de gobierno cuyo fin ¨²ltimo era desplazar a Cervera.

El consejero de Sanidad cometi¨® el error de contraer matrimonio con una antigua asesora de Zaplana que renunci¨® al sueldo p¨²blico para trabajar en una empresa filial de IBM. Durante la pasada legislatura Cervera fue responsable de la Modernizaci¨®n de la Administraci¨®n P¨²blica, un cargo desde el que adjudic¨® millonarios contratos a la gran multinacional.

Reproducir el error

Esquerra Unida present¨® una denuncia contra Cervera el lunes en la que le atribuye cuatro supuestos delitos cometidos durante esa etapa. Antonio Moreno, portavoz socialista, suplic¨® el jueves a Zaplana que no reprodujera el "error" que cometi¨® durante la pasada legislatura cuando mantuvo a Luis Fernando Cartagena como consejero de Obras P¨²blicas a pesar de su implicaci¨®n en el caso de las cesiones de cr¨¦dito del Banco de Santander que forz¨® su dimisi¨®n en marzo de 1998. Pero, sobre todo, Cervera, que no pertenec¨ªa al PP y desarrollaba su vida profesional en Madrid antes de incorporarse a la Administraci¨®n de la Generalitat, nunca se gan¨® el aprecio de la militancia del partido y hab¨ªa quedado aislado en el seno del Consell desde que Zaplana hizo patente, hace un mes largo, que hab¨ªa perdido la confianza en su consejero de Sanidad.

El presidente ha mantenido en vilo al conjunto de su Gabinete durante una semana y sus colaboradores no han ocultado c¨®mo Zaplana esperaba que Cervera le presentara la dimisi¨®n. Oficialmente, el gesto se produjo el jueves por la tarde. Zaplana afirm¨® ayer que Cervera le present¨® la dimisi¨®n con car¨¢cter "irrevocable" porque "no quer¨ªa que el debate pol¨ªtico se viera sometido a interferencias". El presidente reiter¨® que "la actuaci¨®n del consejero de Sanidad ha sido absolutamente correcta" y destac¨® que su decisi¨®n "le honra".

La "segunda vacante" en el seno del Consell, formalmente sobrevenida, fue cubierta por Seraf¨ªn Castellano, que ocupaba la Consejer¨ªa de Justicia y Administraciones P¨²blicas. La fidelidad de Castellano al presidente es proverbial. Zaplana le elev¨® a la vicesecretar¨ªa general del PP en la Comunidad Valenciana y a la secretar¨ªa del Grupo Parlamentario del PP durante la pasada legislatura. Su labor ejecutiva en el seno del partido fue compensada con su ascenso a la Consejer¨ªa de Justicia y Administraciones P¨²blicas cuando el PP logr¨® mayor¨ªa absoluta en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas.

Una de las caracter¨ªsticas de Castellano es su manifiesta falta de iniciativa, una carencia que Zaplana ha decidido premiar como virtud al convertirle en responsable del 40% del presupuesto de la Generalitat. La labor de Castellano al frente de Justicia y Administraciones P¨²blicas no ha sido brillante. Su falta de cintura para la negociaci¨®n ha resultado evidente, pero el presidente conf¨ªa en su discreci¨®n al frente de una ¨¢rea de pura gesti¨®n, cuyo equipo, al margen del obligado relevo de Rub¨¦n Moreno como subsecretario, est¨¢ consolidado. Castellano, hombre de partido hasta la m¨¦dula, tambi¨¦n est¨¢ llamado a sostener las apuestas del PP en materia sanitaria ante la clase m¨¦dica.

Rafael Blasco, que ha transitado desde la izquierda radical hasta el PP con una escala de relevancia en el PSPV durante la que ejerci¨® como consejero de Joan Lerma en las ¨¢reas de Administraci¨®n P¨²blica y Obras P¨²blicas, ocup¨® una discreta plaza como subsecretario de Estudios y Planificaci¨®n durante la pasada legislatura. Su contribuci¨®n al ¨¦xito electoral de Zaplana el 13 de julio de 1999 a trav¨¦s de sus an¨¢lisis demosc¨®picos fue recompensada con una consejer¨ªa.

Blasco propicia su relevo

Blasco asumi¨® el ¨¢rea de Empleo, de nueva creaci¨®n, que deb¨ªa concentrar el esfuerzo de una legislatura encaminada a desterrar el fantasma del paro. Sin embargo, transferidas las competencias del Inem y constituido por ley el organismo correspondiente, el denominado Servef, la consejer¨ªa qued¨® vac¨ªa de contenido como ¨¢rea de gobierno. El propio Blasco elabor¨® un informe al respecto, que debati¨® con el presidente el jueves por la tarde.

La gesti¨®n al frente de Bienestar Social, una consejer¨ªa en que es esencial la agilidad en la distribuci¨®n de subvenciones, exige profundo conocimiento del entramado administrativo, un puesto adecuado para el redactor de la Ley de Gobierno Valenciano durante la etapa socialista. Blasco es, adem¨¢s, un h¨¢bil comunicador llamado a difundir la sensibilidad social que siempre se ha atribuido el Consell y que nunca ha sido capaz de transmitir.

Carlos Gonz¨¢lez Cepeda deja la Delegaci¨®n del Gobierno, un cargo que no esperaba, que ocup¨® en 1995. Y ayer se declar¨® igualmente sorprendido cuando fue nombrado consejero de Justicia y Administraciones P¨²blicas. Pero desde que se hizo p¨²blico el nombramiento de Mas como delegada del Gobierno, fuentes de la Generalitat insistieron en la inminente incorporaci¨®n de Gonz¨¢lez Cepeda al equipo de Zaplana.

G¨®nzalez Cepeda fue secretario del grupo parlamentario cuando el presidente era portavoz en las Cortes. Ahora tendr¨¢ que calmar a los mandos policiales nacionales y auton¨®micos envueltos en ciertos conflictos de competencias; tiene encomendada la construcci¨®n de la Ciudad de la Justicia; y tambi¨¦n deber¨¢ demostrar amplia capacidad de negociaci¨®n para ganarse a los sindicatos de Funci¨®n P¨²blica, que han tropezado una y otra vez con la crudeza de Castellano siempre que han planteado alguna negociaci¨®n.

La remodelaci¨®n se completa con el ascenso de una mujer. Alicia de Miguel ven¨ªa ejerciendo como portavoz del Consell y asist¨ªa a las deliberaciones del pleno, de car¨¢cter secreto, a pesar de que ten¨ªa rango de subsecretaria. La salida de Mas redujo la presencia femenina en el Consell a Maria ?ngels Ram¨®n-Llin.

El ascenso de De Miguel compensa ese desequilibrio, salva un problema jur¨ªdico y permite a Zaplana premiar una labor que considera encomiable.