Un militar con ¨ªnfulas de c¨¦sar

Cualquier imputaci¨®n contra este general de corta alzada e ¨ªnfulas de c¨¦sar, contra Lino Oviedo, debe ser atendida desde que a?os atr¨¢s se lanzara en paraca¨ªdas de un helic¨®ptero montado sobre un caballo de raza. El jinete bonsai, el jefe castrense que disfrazaba a sus tropas de tribunos romanos y los hac¨ªa desfilar por las calles de Asunci¨®n en animada charanga carnavalesca, fue siempre un hombre de acci¨®n, y los patios de armas paraguayos a¨²n celebran la abundancia testicular demostrada cuando, granada en mano, intim¨® en 1989 la rendici¨®n del dictador Alfredo Stroessner.Su arrojo en el apresamiento del s¨¢trapa que durante 30 a?os hab¨ªa administrado Paraguay como un latifundio le encaram¨® en el v¨¦rtice castrense. Oviedo se vio querido, predestinado. Aprovechando las despensas militares, gan¨® el campesinado, y el desembarco pol¨ªtico. En abril de 1996, siempre rebelde, desobedeci¨® una orden del presidente Juan Carlos Wasmosy, prorrog¨® el desacato en un regimiento de caballer¨ªa y depuso las armas a la espera de consumar el golpe en mejor ocasi¨®n. Ganador de las primarias del gubernamental Partido Colorado, dividido en facciones que compiten entre ellas, fue detenido por Wasmosy para impedir su candidatura en las presidenciales del 98.

Condenado a diez a?os, cumpli¨® s¨®lo uno al ser liberado por su delegado, el presidente Ra¨²l Cubas, ganador de aquellas elecciones. "?Cubas, al Gobierno; Oviedo, al poder", desafi¨® en campa?a la militancia oviedista.

Obligado el reparto de cargos entre la familia colorada, Cubas design¨® vicepresidente a un ac¨¦rrrimo enemigo de Oviedo, a Luis Mar¨ªa Arga?a, servidor de Stroessner desde la judicatura, el Ministerio de Exteriores o la direcci¨®n del podrido partido. El asesinato de Arga?a, el 23 de marzo de 1999, cuando promov¨ªa un juicio pol¨ªtico para destituir a Cubas, desencaden¨® choques callejeros, cuatro muertos y m¨¢s de 100 heridos. Procesado por el Congreso el 28 de marzo, acusado de complicidad con el general en el magnicidio, Cubas parti¨® al exilio. Oviedo huy¨® a Argentina, acogido por el presidente Carlos Menem. Recluido en la Patagonia porque conspiraba abiertamente contra el Gobierno de Luis Gonz¨¢lez Machi, burl¨® a sus guardianes y prosigui¨® la maquinaci¨®n desde ignorado paradero.