El Everest ampl¨ªa el parte m¨¦dico
La expedici¨®n andaluza hace cima por la cara sur, con ox¨ªgeno artificial
ENVIADO ESPECIALMa?ana de apariciones en el campo base avanzado del Everest, de normal una plaza sosegada: Juanito Oiarzabal se pasea exhibiendo una nariz que atrae las miradas m¨¢s discretas y convierte en tarea improbable conversar con ¨¦l sin apartar la vista del trozo de carne amoratado, efecto de la congelaci¨®n, que se asoma en su cara. "Me van a cortar la napia", saluda el alav¨¦s. Dif¨ªcil contradecirle.
Jarek Barbeka es en s¨ª mismo una aparici¨®n. Todos, con o sin raz¨®n, le d¨¢bamos por desaparecido desde hace tres d¨ªas. Hab¨ªa dejado de ser el vecino polaco para convertirse en el cad¨¢ver polaco, injustificadamente. Su irrupci¨®n ha causado primero perplejidad, verg¨¹enza m¨¢s tarde y duda en ¨²ltima instancia. Barbeka sab¨ªa a esas alturas que en Internet le daban por muerto y buscaba una explicaci¨®n para tanta ligereza informativa. Tambi¨¦n al responsable que difundi¨® el rumor. Su parroquia, que conoc¨ªa la respuesta, se preguntaba qu¨¦ identidad tendr¨ªa entonces el accidentado. Se trata de un dan¨¦s, y en este caso la informaci¨®n es veraz. El fallecido se cruz¨®, de vuelta al campo 3 con Juan Vallejo, al que salud¨® y explic¨® en ingl¨¦s que las cuerdas fijas eran muy deficientes y que prefer¨ªa renunciar. Poco despu¨¦s resbalar¨ªa, caer¨ªa doscientos metros y se frenar¨ªa. S¨®lo Alberto Zerain pudo bajar a ayudarle; s¨®lo ¨¦l ten¨ªa fuerzas y reflejos para hacerlo. El resto reconoce con toda honestidad que a 8.500 metros las fuerzas alcanzan justo para sobrevivir. Y no mienten.
Zerain es otra cosa, una fuerza de la naturaleza. Baj¨®, comprob¨® la gravedad de las lesiones y cuando se aprestaba a atar al dan¨¦s, ¨¦ste resbal¨®. A partir de ese momento, Zerain ha tenido que responder a innumerables interrogatorios, el ¨²ltimo ayer al mediod¨ªa. El fallecido formaba parte de una expedici¨®n internacional y viajaba con un compatriota que le acompa?¨® hasta la cota de 8.300 metros.
Una vez all¨ª, ambos durmieron en la tienda de los navarros de Retena Odisea, pero s¨®lo el fallecido tuvo fuerzas para atacar la cima. Cansado y confuso, el segundo dan¨¦s despert¨® y descendi¨® al campo base avanzado ajeno a la tragedia de su amigo. Hasta anteayer no fue consciente de que pod¨ªa haberle ocurrido algo. Ahora mismo se da por desaparecidos a un escalador chino y a otro tibetano, hay un sherpa tirado en la arista cimera y ayer descendieron en camilla a otros dos sherpas gravemente congelados.
El tiempo sigue empeorando, pero pese a todo hay al menos tres o cuatro expediciones que atacar¨¢n la monta?a en los pr¨®ximos d¨ªas. Hoy parte la expedici¨®n navarra, con Carlos Pauner, Koldo Aldaz, Mikel Zabalza y uno mismo, para desfilar hacia la cima en la madrugada del d¨ªa 25. Ma?ana har¨¢ lo propio la expedici¨®n Al filo de lo imposible junto a la de IPIX. Oiarzabal ya ha anunciado que ser¨¢ de la partida. Ajeno a los consejos m¨¦dicos, a la opini¨®n de sus compa?eros, a lo l¨®gica de las congelaciones, el alav¨¦s ha convertido esta expedici¨®n en una cuesti¨®n de orgullo. Tiene la experiencia de su lado. Y poco m¨¢s.
Los monta?eros del campo base celebraron el ¨¦xito de la expedici¨®n andaluza que a las seis de la ma?ana de ayer coloc¨® a tres de sus miembros (junto a tres sherpas) en la cima del Evesrest, llegando por la cara sur y con ox¨ªgeno artificial.
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