La octava
El Real Madrid cerr¨® ayer en Par¨ªs con su octava Copa de Europa el c¨ªrculo que inici¨® en 1956 con su victoria frente al Stade de Reims en la primera edici¨®n. El f¨²tbol, cuyo contenido simb¨®lico no admite dudas, ha vuelto a ofrecer a los madridistas la oportunidad de proclamar su jerarqu¨ªa en la competici¨®n m¨¢s prestigiosa del mundo. Aquel torneo ideado felizmente por el diario L'?quipe se ha convertido en la gran referencia del f¨²tbol, por su capacidad para medir la excelencia del juego en el continente europeo como por su potencia para movilizar tantos recursos econ¨®micos como pasiones. Que aquella copa alcanzara tanta trascendencia se ha debido en buena parte al Real Madrid. Aquel glorioso equipo encabezado por Di St¨¦fano conquist¨® cinco veces consecutivas el t¨ªtulo, forjando una leyenda que ayud¨® a engrandecer la competici¨®n m¨¢s querida por el madridismo.En Par¨ªs, donde todo comenz¨®, el Madrid ha alcanzado de nuevo la gloria. Lo consigui¨® en un d¨ªa memorable para el f¨²tbol espa?ol. El Valencia hizo honor a su espectacular recorrido por el torneo. Su juego ha merecido un reconocimiento un¨¢nime ante el car¨¢cter emprendedor de su f¨²tbol, su sentido solidario y la armon¨ªa para unir los aspectos colectivos con las habilidades individuales de sus jugadores. El Madrid, que tantas penalidades ha pasado durante la temporada, fue fiel a su tradici¨®n en la Copa de Europa, donde ha ofrecido siempre sus mejores partidos.
Al ¨¦xito del campe¨®n y al del Valencia como magn¨ªfico finalista hay que a?adir el civismo demostrado en Par¨ªs por sus seguidores, que disfrutaron del f¨²tbol como lo que esencialmente es: una fiesta desbordante de pasi¨®n, pero fiesta al fin. Todo lo contrario de lo que sucedi¨® hace una semana en Copenhague, en la triste final de la Copa de la UEFA que disputaron el Arsenal y el Galatasaray. Dos equipos espa?oles han ofrecido en Par¨ªs el mejor rostro del deporte. L¨¢stima que los incidentes de madrugada junto a la Cibeles pusieran un borr¨®n al festejo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.