De bote en bote
Enti¨¦ndase el titular: no es que el local estuviese a reventar (aunque hubo muy buena entrada), sino que Korn puso a los asistentes a botar sobre el propio terreno en sudoroso ejercicio de satisfacci¨®n. El grupo californiano, rupturista en la d¨¦cada pasada, se mantiene como l¨ªder de un estilo que, partiendo del metal, incorpora un poco de hip-hop, algo de electr¨®nica y que casi desde?a la melod¨ªa en beneficio de un ritmo contundente y saltar¨ªn.En la actuaci¨®n previa, el cuarteto de San Diego P.O.D. ofreci¨® una fusi¨®n de estilos propagando el mensaje cristiano. Un amplio tel¨®n con la figura de Jesucristo estaba a sus espaldas. Hubo buenas maneras pero mal sonido. Luego se descubri¨® el escenario de Korn: desnudo en su parte delantera, detr¨¢s conten¨ªa un armaz¨®n de enrejado donde unos seguidores empedernidos y voluntarios siguieron desde posici¨®n zaguera las evoluciones del grupo.
Korn + P
O.D. Plaza de toros La Cubierta de Legan¨¦s (Madrid). Entrada: 4.000 pesetas. Lunes 29 de mayo.
Jonathan Davis, el vocalista y principal foco de atenci¨®n, se present¨® vestido de sotana hasta que, hacia la mitad de actuaci¨®n, tom¨® simb¨®licamente la gaita y se puso de falda escocesa. El maestro de ceremonias se mostr¨® bien poco comunicativo con una audiencia que estaba vibrando desde los primeros acordes de Falling away from me, la pieza de apertura.
El directo de Korn pierde muchos de los matices que ofrece en disco. Sobre el escenario, cinco m¨²sicos entregados a la m¨¢xima agresividad desde cierto toque funky que parece permanecer oculto entre tanto abuso de volumen. Sabida es la escasa capacidad del local para la ac¨²stica, pero esta vez, por mor de la buena temperatura, la plaza estaba medio abierta en su techado. Sea por ello o por otra causa, el caso es que al menos esa condici¨®n sonora no ech¨® abajo el espect¨¢culo en esta ocasi¨®n.
Korn tiene algo de desquiciado e inquietante para unos o¨ªdos no acostumbrados a este tipo de formas. En cierto modo, su sonido es una locura permanente. Y el p¨²blico se volvi¨® majareta con esa descarga. Es lo que esperaba, y lo encontr¨® durante todo el repertorio. Por cierto, se incluy¨® un inesperado homenaje a Slayer, banda indomable donde las haya. Para los aficionados habituados al rock duro de formas tradicionales, Korn y la sucesiva escuela que ha creado suponen un pr¨¢cticamente incomprensible nuevo g¨¦nero. Pero los j¨®venes que apenas han tenido contacto con el viejo metal encuentran en esta banda santo y se?a de su generaci¨®n. Es casi imposible mostrarse indiferente ante m¨²sica y espect¨¢culo como los propiciados por Korn.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.