Espa?a pedir¨¢ la entrega de un etarra capturado el pasado martes en M¨¦xico

La Audiencia Nacional solicitar¨¢ la extradici¨®n del presunto etarra L¨¢zaro Galarza Larrayoz, detenido la madrugada del martes en Morelia (M¨¦xico), a unos 200 kil¨®metros al oeste de la capital. En principio se le imputa haber participado en un atentado con granadas al cuartel de la Guardia Civil de Lecumberri (Navarra) en abril de 1990, en el que resultaron heridos cinco agentes. El ministro Jaime Mayor Oreja agradeci¨® ayer a M¨¦xico su colaboraci¨®n en la lucha contra el terrorismo.

Galarza, de 45 a?os, natural de Madoz (Navarra) era considerado colaborador habitual del comando Nafarroa de ETA que oper¨® en el citado territorio foral en 1989, y dos de cuyos miembros, Susana Arregi y Juan Mar¨ªa Lizarralde, se suicidaron, mientras el tercero, German Rubenach, result¨® gravemente herido, en junio de 1990, en la Foz de Lumbier tras haber matado a un guardia y quedar atrapados.Seg¨²n el auto de procesamiento de Galarza y el resto del grupo, dictado en mayo de 1992, Susana Arregi, Juan Mar¨ªa Lizarralde, German Rubenach, Javier Goldaraz y Juan Jos¨¦ Zubieta, cumpliendo las ¨®rdenes de la direcci¨®n de ETA, decidieron en abril de 1990 lanzar varias granadas Jotake y Heap contra el cuartel de la Guardia Civil de Lecumberri (Navarra), que se encontraba en la traves¨ªa de la localidad.

Los terroristas utilizaron una furgoneta Renault Express que hab¨ªa facilitado Galarza, que conoc¨ªa y aceptaba la finalidad que se le iba a dar al veh¨ªculo.

Los terroristas lanzaron un total de seis granadas que impactaron en diversos lugares del acuartelamiento. La metralla y la onda expansiva alcanz¨® al teniente Juan Hern¨¢ndez Mosquera; al sargento Mateo Quero, y a los guardias Alberto Leo Ord¨®?ez, Francisco Hoya Haro y Francisco Mart¨ªnez Sagardoy, que resultaron con heridas de diversa consideraci¨®n.

Tambi¨¦n resultaron destrozados por las explosiones la fachada y tejado del edificio, tres veh¨ªculos oficiales y una docena de coches particulares, propiedad de los agentes.

Bomba-trampa

La explosi¨®n posterior de una bomba trampa colocada en la zona donde estaban ubicados los lanzagranadas produjo lesiones a un guardia y la muerte de un perro especializado en la detecci¨®n de explosivos.

Aunque en la Audiencia Nacional no figuran otras causas pendientes contra Galarza, fuentes policiales le acusan tambi¨¦n de intervenir en el secuestro del industrial Adolfo Villoslada, en noviembre de 1989, y en un atentado contra una patrulla de la Guardia Civil en el alto de Azp¨ªroz (Navarra) en agosto de ese mismo a?o.

El ministro del Interior, Jaime Mayor, agradeci¨® ayer la cooperaci¨®n de las autoridades mexicanas en la detenci¨®n del etarra Galarza. Mayor explic¨® que M¨¦xico est¨¢ pendiente de resolver el instrumento jur¨ªdico por el que se pueda resolver la extradici¨®n del detenido a Espa?a por medio del convenio que existe entre ambos pa¨ªses, informa Europa Press.

Seg¨²n el convenio, Espa?a dispone de 45 d¨ªas para formalizar la solicitud de extradici¨®n. Jaime Mayor insisti¨® en que las relaciones hispano-mexicanas son "excelentes" y est¨¢n funcionando "ejemplarmente".