Un 'comando' checheno mata en un atentado a dos jefes rusos y hiere al alcalde de Grozni
La guerrilla independentista chechena ofreci¨® ayer una nueva y audaz muestra de que est¨¢ muy lejos de darse por vencida. Justo cuando las tropas federales acababan de lanzar una ofensiva con miles de hombres en las monta?as del sur, un comando surgido de nadie sabe d¨®nde tendi¨® una emboscada en las afueras de Grozni al veh¨ªculo que conduc¨ªa al alcalde de esta ciudad, Supi¨¢n Majch¨¢yev, a su lugarteniente Nursed¨¢ Jabus¨¦yeva y al vicejefe de la Administraci¨®n civil en la rep¨²blica, Sergu¨¦i Zv¨¦rev. El primero, probable objetivo del atentado, result¨® herido. Sus dos acompa?antes murieron.
Zv¨¦rev es, junto a dos generales abatidos hace unos meses, la principal pieza de caza mayor cobrada por los rebeldes desde que las fuerzas rusas penetraron en Chechenia a comienzos de octubre. La acci¨®n de ayer constituye una espectacular prueba de que el control de las tropas federales sobre las tierras llanas de la rep¨²blica cauc¨¢sica es m¨¢s una ficci¨®n que una realidad sobre el terreno. El presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, afirm¨® ayer que "Rusia responder¨¢ de manera adecuada" a estos ataques. "O ponemos fin al terrorismo y bandidaje all¨ª o temblamos ante ellos y tendremos que enfrentarnos en toda Rusia y durante mucho tiempo", asegur¨®.No pasa un d¨ªa sin que haya noticias de ataques espor¨¢dicos a posiciones rusas que se traducen en un goteo de bajas que hace ascender ya la cifra oficial (probablemente muy inferior a la aut¨¦ntica) a m¨¢s de 2.400 muertos. Algunas emboscadas de los independentistas han llegado a cobrarse decenas de vidas de efectivos del Ej¨¦rcito o del Ministerio del Interior.
Durante el d¨ªa, el control ruso es bastante efectivo. Al caer la noche, sin embargo, los independentistas salen de sus escondrijos o trocan su apariencia de pac¨ªficos civiles por la de feroces combatientes. Un n¨²mero de milicianos imposible de determinar se confunde con la poblaci¨®n en Grozni y otras localidades, pese a que la presencia de los militares es omnipresente, y da pie a que ¨¦stos se comporten con frecuencia como una aut¨¦ntica fuerza de ocupaci¨®n en territorio enemigo.
El atentado de ayer se produjo en el barrio de Chernorrechie. Dos minas accionadas a distancia estallaron al paso del veh¨ªculo que conduc¨ªa a los dirigentes prorrusos y lo hicieron saltar por los aires. Simult¨¢neamente, desde unos arbustos cercanos, los rebeldes dispararon con fuego nutrido de armas autom¨¢ticas.
Nikol¨¢i Koshman, viceprimer ministro ruso encargado de la administraci¨®n civil de la rep¨²blica rebelde, carg¨® el peso de la culpa sobre el presidente checheno, Asl¨¢n Masj¨¢dov, cuyos repetidos llamamientos a Mosc¨² para que emprenda un di¨¢logo de paz han sido sistem¨¢ticamente rechazados.
Fuentes cercanas al alcalde de Grozni indicaron sin embargo a la agencia Itar-Tass que los responsables directos del atentado son militantes wahab¨ªes de Ur¨²s Mart¨¢n y, m¨¢s espec¨ªficamente, los hermanos Ajm¨¢dov, con una siniestra y bien ganada fama de secuestradores.
Los wahab¨ªes, principal apoyo del se?or de la guerra Sh¨¢mil Bas¨¢yev, dieron a Rusia un buen pretexto para intervenir en Chechenia al protagonizar el pasado verano dos espectaculares invasiones de Daguest¨¢n con el objetivo de convertirla en una rep¨²blica isl¨¢mica.
Lejos de las fronteras de Chechenia, dos soldados murieron y otros 15 resultaron heridos a centenares de kil¨®metros de distancia, en Volgogrado, la antigua Stalingrado, escenario de la m¨¢s sangrienta de las batallas de la IIGuerra Mundial.
El ataque fue inicialmente atribuido a los independentistas chechenos, aunque, posteriormente, el jefe del Consejo de Seguridad ruso, Serguei Ivanov, dijo que tambi¨¦n podr¨ªa tratarse de "un ajuste de cuentas entre militares".
Una bomba pegada a un ¨¢rbol explot¨® al paso de una columna militar, cerca de un cuartel en que hay estacionadas tropas que combaten en el C¨¢ucaso.
Tanto el atentado de Grozni como el de Volgogrado reflejan que el conflicto ha evolucionado hacia una guerra de guerrillas que amenaza con prolongarse durante a?os y que ya est¨¢ malogrando la oportunidad de que se recupere la vida civil incluso en las zonas liberadas por las fuerzas federales. S¨®lo en las monta?as del sur se desarrollan operaciones estrictamente militares, favorecidas ahora por la llegada del buen tiempo.
El pasado lunes, el mando ruso lanz¨® con unos 20.000 hombres, apoyados por un fuerte despliegue a¨¦reo, una "operaci¨®n de limpieza" que, supuestamente, tiene acorralados a unos quinientos militantes, entre ellos los que manda el comandante saud¨ª Jatab. Pero tanto ¨¦ste como su jefe Shamil Bas¨¢yev (que perdi¨® un pie en la huida de Grozni) y Asl¨¢n Masj¨¢dov est¨¢n mostrando una sorprendente capacidad para seguir en activo sin ponerse a tiro de un enemigo cuya superioridad te¨®rica, en tropas y armamento, es abrumadora.
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