Una envenenada presi¨®n al PNV
ETA ha vuelto a dirigir sus pistolas contra concejales del PP en el momento de m¨¢ximo deterioro de los lazos creados con el Pacto de Lizarra entre las fuerzas nacionalistas, combinado con la incipiente apertura de una v¨ªa de di¨¢logo por parte del PSE recibida por el PNV con expectaci¨®n y alivio. Simult¨¢neamente, EH presiona al PNV con una nueva propuesta, remedo de la que el partido de Arzalluz rechaz¨® en julio del a?o pasado a ETA, que puso fin a la tregua. El objetivo principal de este nuevo atentado no var¨ªa respecto al de los precedentes ni al de la propia ruptura de la tregua: ETA sigue en su empe?o de presionar al nacionalismo moderado e interferir cualquier posibilidad de distensi¨®n entre nacionalistas y constitucionalistas. Los asesinatos quieren abortar acercamientos t¨ªmidamente apuntados por propuestas como la del PSE para recuperar el di¨¢logo entre los dem¨®cratas. La paralizacion del foro de Lizarra y de otros subsidiarios como la asamblea de electos nacionalistas (Udalbiltza) o la plataforma de apoyo a los presos de ETA (Batera) han constituido la respuesta del PNV y EA a la vuelta de los asesinatos y a la divulgaci¨®n por la organizaci¨®n terrorista, el 30 de abril, de los documentos intercambiados con ambos partidos. ?stos interpretaron que con ello ETA daba carpetazo a toda una etapa. Como confirmando ese cierre de un periodo, EH present¨® el 4 de mayo, y reiter¨® el s¨¢bado pasado en Pamplona, su denominada "propuesta de transici¨®n" con la intenci¨®n de retener a PNV y EA en el debate y la alianza entre nacionalistas. La insistencia de ETA y EH obedece tambi¨¦n a la necesidad de no quedar, ante sus sectores descontentos, como los responsables de una ruptura definitiva, que cada vez se revela m¨¢s inevitable, de la unidad nacida en Lizarra.
El PNV no ha respondido a¨²n a EH, salvo para pedirle que demuestre que tiene "recorrido pol¨ªtico propio" al margen de ETA, pero s¨ª lo hizo el lehendakari: un d¨ªa despu¨¦s de recibida la propuesta, Juan Jos¨¦ Ibarretxe declar¨® que el pacto de Lizarra hab¨ªa quedado invalidado por ETA. La plataforma electoral de HB no ha acudido despu¨¦s de esa declaraci¨®n a ninguno de los tres plenos parlamentarios celebrados por el C¨¢mara auton¨®mica, propiciando la derrota del Gobierno frente a la oposici¨®n constitucionalista, la ultima de ellas, en relaci¨®n con la kale borroka, el viernes pasado.
A primeros de mayo, una entrevista de ETA en un peri¨®dico vasco, met¨ªa a PNV y EA en una trampa sin salida: la banda seguir¨¢ asesinando, aunque no a miembros de ambos partidos, si ¨¦stos no caminan en la direcci¨®n que la organizaci¨®n terrorista marca y que es precisamente la que rechazan de plano las fuerzas objeto de su chantaje mortal. La propuesta de EH no ha obtenido a¨²n m¨¢s respuesta que la exigencia de una imposible prueba de su autonom¨ªa respecto a ETA. Si no la ofrece, el PNV entender¨ªa que las propuestas de la izquierda abertzale pol¨ªtica est¨¢n sujetas al chantaje y la tutela de la organizaci¨®n terrorista y ni siquiera merece la pena el debate. El partido de Arzalluz se ha puesto como objetivo no abordar sin el concurso de los no nacionalistas un proceso similar al de Lizarra.
Este alejamiento ha coincidido adem¨¢s con la receptividad mostrada por el PNV y el Gobierno vasco a la proposici¨®n parlamentaria del PSE que busca la recomposici¨®n del consenso entre los partidos frente al terrorismo. Ayer mismo, Jonan Fern¨¢ndez, l¨ªder del grupo Elkarri, nacido de las filas de la izquierda abertzale y firmante de la declaraci¨®n de Lizarra, afirmaba encontrar "muchos elementos interesantes" en la propuesta y apuntaba el papel de "puente" que ese partido puede jugar en direcci¨®n al PP, que mantiene cortadas todas sus comunicaciones p¨²blicas o privadas con los nacionalistas.
Los radicales viven con preocupaci¨®n este incipiente nuevo clima, que ataca a su principal activo, la alianza nacionalista, y cortar¨ªa su aspiraci¨®n fundamental: la de lanzar desde ella, y bajo la tutela disuasoria de ETA, su reto soberanista a los gobiernos de Madrid y Par¨ªs.
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