Del ABM a los 'Estados delincuentes'
Las diferencias entre EEUU y Rusia por el plan norteamericano de modificar el tratado ABM de antimisiles bal¨ªsticos centran la atenci¨®n de la cumbre de Mosc¨². Seguidamente, se aclaran los aspectos m¨¢s se?alados de este problema.? ?Qu¨¦ es el ABM?
El tratado antimisiles bal¨ªsticos firmado en Mosc¨² el 26 de mayo de 1972, en plena guerra fr¨ªa, por Richard Nixon y Leonid Br¨¦znev, para frenar la carrera de armamentos. Proh¨ªbe a cada superpotencia instalar sistemas de defensa global antimisiles. Permit¨ªa dos ¨¢reas de despliegue (reducidas luego a una), para proteger la capital de cada pa¨ªs, y otra zona situada a no menos de 1.300 kil¨®metros de distancia, de forma que en ning¨²n caso fuera posible una defensa de alcance nacional.
? ?Qu¨¦ significan las siglas MAD?
Destrucci¨®n Mutua Asegurada. En ingl¨¦s significa "loco". Es la base del llamado equilibrio del terror: Estados Unidos y Rusia (la Uni¨®n Sovi¨¦tica hasta 1991) saben que un ataque al otro pa¨ªs, por muy eficaz que fuese, dejar¨ªa al contrincante con capacidad suficiente para destruir al agresor.
? ?Ha facilitado el ABM el proceso de desarme?
Sin duda alguna. Desde 1972, ambas superpotencias han firmado compromisos de limitaci¨®n de los arsenales como el SALT II (1979), aplicado aunque el Senado de EEUU no lo ratific¨® a causa de la invasi¨®n de Afganist¨¢n; el de eliminaci¨®n de los cohetes de alcance medio o euromisiles (1987), y los START II (1991) y START II (1993), que no fue ratificado por la Duma rusa hasta el pasado mayo, y que limita a un m¨¢ximo de 3.500 el n¨²mero de armas estrat¨¦gicas de cada pa¨ªs. Su fase de aplicaci¨®n termina en el a?o 2007.
? ?Habr¨¢ START III?
S¨ª, siempre que la disputa sobre el ABM no rompa el di¨¢logo de desarme ruso-norteamericano. El objetivo del START III ser¨ªa limitar el n¨²mero de cabezas nucleares a un m¨¢ximo de 2.500 (eso quiere EEUU) o de 1.500 (propuesta de Mosc¨²). La Duma amenaza, sin embargo, con retirar incluso su aprobaci¨®n al START II si Estados Unidos viola el ABM. No se descarta que haya un compromiso que ligue los dos tratados con importantes concesiones mutuas.
? ?Qu¨¦ son los Estados delincuentes?
Se trata de pa¨ªses enemigos de EE UU a cuyos dirigentes considera la Casa Blanca tan fan¨¢ticos o desesperados como para llegar a lanzar contra el gran Sat¨¢n norteamericano un n¨²mero reducido de misiles con carga nuclear, qu¨ªmica o bacteriol¨®gica. Para eso necesitan no s¨®lo una determinaci¨®n suicida, sino una capacidad t¨¦cnica a¨²n fuera de su alcance. EE UU cree veros¨ªmil que Corea del Norte la obtenga en cinco a?os, e Ir¨¢n e Irak en 10, pese a la vigilancia constante a que son sometidos. La Libia de Muammar el Gaddafi figura tambi¨¦n en la lista de sospechosos. La palabra rogue puede traducirse como "delincuente", "truh¨¢n" o "pillo", aunque la expresi¨®n "potencialmente terrorista" se acerca m¨¢s a lo que piensan los estrategas estadounidenses.
? ?Qu¨¦ propone Bill Clinton?
Que Rusia acepte enmendar el ABM para permitir la creaci¨®n de un escudo contra eventuales ataques de los rogue estates. Inicialmente, de aqu¨ª a 2005, supondr¨ªa instalar sistemas de detecci¨®n e interceptores en Alaska, con la vista puesta fundamentalmente en la amenaza norcoreana. En una segunda fase, con el horizonte de 2010 o 2015, se instalar¨ªa un segundo tinglado para conjurar el peligro de Oriente Pr¨®ximo y el golfo P¨¦rsico. El sistema se ha bautizado como Defensa Nacional de Misiles (NMD, en sus siglas en ingl¨¦s) y constituye una versi¨®n reducida de la guerra de las galaxias con la que Ronald Reagan so?¨® en la d¨¦cada de los ochenta.
? ?Hay unanimidad en Estados Unidos sobre el plan?
No. El vicepresidente Al Gore, candidato dem¨®crata a suceder a Clinton, lo respalda. Su rival republicano, George Bush, es partidario de un proyecto a¨²n m¨¢s ambicioso, con el apoyo del complejo militar-industrial, que obtendr¨ªa jugosos contratos. Y hay numerosas (aunque minoritarias) voces de expertos que sostienen que se trata de matar moscas a ca?onazos, que los rogue states pueden ser delincuentes, pero no tan idiotas o suicidas como para enfrentarse a un exterminio seguro, y que hay otros medios para hacer frente al peligro que representan, desde medidas preventivas (incluso militares) a un cerco m¨¢s pr¨®ximo.
? ?Qu¨¦ opinan los aliados europeos del NMD?
Aunque admiten el derecho de EE UU a autoprotegerse, hacen notar el peligro de una nueva carrera de armamentos y los riesgos para la seguridad del Viejo Continente. Entre otros, el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, mostr¨® la pasada semana a Clinton esa inquietud. El temor es que, en caso de crisis at¨®mica, EE UU se proteja con su paraguas y Europa quede indefensa. El presidente norteamericano ha ofrecido a sus aliados compartir la tecnolog¨ªa del NMD, a¨²n por desarrollar.
? ?Por qu¨¦ se opone Rusia al escudo nuclear?
Porque obligar¨ªa a enmendar el AMB, que Mosc¨² considera la piedra angular del proceso de desarme. Porque no est¨¢ convencida de que la amenaza que evoca EE UU sea real. Porque teme ser el aut¨¦ntico objetivo de todo el proyecto y que, una vez abierta la veda, el NMD derive hacia una defensa global antimisiles. Porque le obligar¨ªa a responder con medidas similares, que su deteriorada econom¨ªa dif¨ªcilmente podr¨ªa soportar. Porque ya se siente vulnerable a un eventual ataque nuclear norteamericano, con numerosos "puntos negros" en su sistema de detecci¨®n.
? ?Qu¨¦ propone Rusia?
Admitiendo, siquiera te¨®ricamente, que la amenaza de los Estados delincuentes es tan real como sostiene Clinton, Putin sostiene que el peligro es global, y afecta tambi¨¦n a Rusia, Europa y otros pa¨ªses. Por ello, contraoferta un sistema conjunto, basado en la utilizaci¨®n de misiles t¨¢cticos y no estrat¨¦gicos (lo que no obligar¨ªa a modificar el ABM) y que permitir¨ªa derribar los cohetes lanzados por los rogue states poco despu¨¦s de su lanzamiento. La ubicaci¨®n ideal de ese sistema ser¨ªa Rusia, cuyo enorme territorio supone una mayor cercan¨ªa a los pa¨ªses sospechosos. Las posibilidades de que EE UU asuma esta idea son pr¨¢cticamente nulas.
? ?Cu¨¢l es la actitud de China ante el plan estadounidense?
De rechazo total, ya que piensa que eliminar¨ªa su modesta capacidad de disuasi¨®n nuclear y probablemente le obligar¨ªa a un costoso proceso de rearme. De rebote, India podr¨ªa verse amenazada, lo que la llevar¨ªa a potenciar su programa nuclear, lo que indudablemente har¨ªa tambi¨¦n su gran enemigo regional: Pakist¨¢n. Esa parte del mundo podr¨ªa convertirse en un polvor¨ªn, y adem¨¢s, at¨®mico.
? ?C¨®mo es posible una crisis como ¨¦sta 11 a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn?
EE UU quiere integrar a Rusia en las estructuras econ¨®micas y de seguridad mundiales, adem¨¢s de mantener una relaci¨®n bilateral amistosa y de cooperaci¨®n, pero no trata a su viejo enemigo de igual a igual. Tanto en la guerra del Golfo como en los conflictos de Yugoslavia ha actuado sin contar con Rusia, que se opone al mundo unipolar surgido de la guerra fr¨ªa. Mosc¨² considera una amenaza la ampliaci¨®n de la OTAN y sinti¨® como en propia carne la "agresi¨®n" contra Yugoslavia. Hundida en una grave crisis econ¨®mica y social, s¨®lo cuenta con su aterrador potencial nuclear para exigir respeto.
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