Dos centros m¨¦dicos de Santander se niegan a realizar una autopsia de alto riesgo
Los familiares de la fallecida, v¨ªctima de una rara dolencia, estudian acciones judiciales
Un conflicto de competencias entre el hospital Sierrallana, de Torrelavega, y el de Valdecilla, de Santander, ambos pertenecientes a la red hospitalaria del Insalud, ha sido la causa de que el cad¨¢ver de una mujer fallecida en Torrelavega recibiese sepultura sin la autopsia que hab¨ªa solicitado la familia y se llevara a cabo, sin resultado, un desplazamiento de los restos entre ambas ciudades. En el hospital Valdecilla, los m¨¦dicos justificaron su negativa por no cumplir el centro con los requisitos necesarios para realizar una necropsia de alto riesgo como el que implicaba el caso.
Se trataba de una mujer muerta presuntamente por una enfermedad pri¨®nica, en este caso la de Creutzfeldt-Jacob, perteneciente al grupo en el que, entre otras, figura la conocida como el mal de las vacas locas. Se trata de una dolencia extraordinariamente infrecuente y las personas afectadas est¨¢n condenadas a la muerte en el plazo de algunos a?os. La enferma de Torrelavega estaba siendo tratada y controlada ambulatoriamente por los neur¨®logos de Sierrallana hasta producirse el ¨®bito el pasado 31 de mayo. Los m¨¦dicos, deseosos de conocer a ciencia cierta el diagn¨®stico preciso, aconsejaron a los familiares la pr¨¢ctica de la autopsia cl¨ªnica y obtuvieron de ¨¦stos la autorizaci¨®n necesaria para trasladar los restos al hospital Sierrallana, en Torrelavega, para que fuese realizada la operaci¨®n.
Tras negarse a llevar a cabo la autopsia, los responsables del hospital Sierrallana decidieron unilateralmente el traslado del cad¨¢ver al hospital Valdecilla de Santander, a unos 25 kil¨®metros de distancia, sin que la gerencia de este centro lo hubiese autorizado. Los m¨¦dicos de este hospital tambi¨¦n rechazaron realizar la necropsia y el cuerpo de la fallecida permaneci¨® en el tanatorio de Santander durante 17 horas mientras los directores del Insalud y Valdecilla y el departamento de patolog¨ªa buscaban una soluci¨®n.
Hace meses, en el hospital Valdecilla los pat¨®logos hab¨ªan pedido una mesa de autopsia con aspiraci¨®n completa y un autoclave con intenci¨®n de adecuar sus instalaciones a la ejecuci¨®n de autopsias de alto riesgo para la salud p¨²blica y la propia bioseguridad de los m¨¦dicos. El Insalud todav¨ªa no ha adquirido dicho instrumental.
Los anatomopat¨®logos, sin embargo, precisaron ayer que su negativa a ejecutar la intervenci¨®n no se produjo por temor a la posible y mortal contaminaci¨®n. Seg¨²n fuentes m¨¦dicas, la decisi¨®n se debi¨® a las circunstancias irregulares con las que otro centro, con servicio para este tipo de operaciones, les hab¨ªa remitido el cad¨¢ver y, sobre todo, por no contravenir un informe del servicio de prevenci¨®n de riesgos laborales en el que consta la imposibilidad de llevar a cabo este tipo de intervenciones en el hospital de Santander sin riesgo para los profesionales y la salud p¨²blica.
En este clima de confusi¨®n se ha sabido que dos pat¨®logos de Valdecilla se hab¨ªan ofrecido voluntariamente, antes de sobrevenir la muerte de la enferma, a trasladarse a Torrelavega despu¨¦s del ¨®bito para llevar a cabo con las debidas precauciones de protecci¨®n personal la extracci¨®n del cerebro para poder confirmar el diagn¨®stico. Sin embargo, el ofrecimiento hab¨ªa sido rechazado por Sierrallana.
Al fin, despu¨¦s del viaje de ida y vuelta a Santander el cad¨¢ver fue enterrado a las pocas horas en el cementerio de Torrelavega sin practicarse la autopsia reclamada por la familia, que se dispone ahora a ejercer las correspondientes acciones judiciales.
El departamento de anatom¨ªa patol¨®gica de Valdecilla, junto con el Cl¨ªnico de Barcelona, es el centro sanitario que m¨¢s autopsias cl¨ªnicas lleva a cabo en Espa?a. Los fluidos resultantes de estas intervenciones son arrojados directamente a la bah¨ªa de Santander por los desag¨¹es normales, excepto los correspondientes a afectados por enfermedades pri¨®nicas, que se destruyen por incineraci¨®n.
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