A Espa?a le ha entrado la ?o?er¨ªa
Una selecci¨®n nacional plagada de suplentes no pasa de la victoria m¨ªnima sobre una d¨¦bil Luxemburgo
En una tarde que ni pintada para rodar y golear, a Espa?a le entr¨® la ?o?er¨ªa, un s¨ªntoma preocupante no s¨®lo por ser quien es el entrenador, un hombre vigoroso, sino por cuanto ya no quedan m¨¢s amistosos antes de afrontar el pr¨®ximo martes el debut en la Eurocopa frente a Noruega. Puede que sea cosa de la espera, de la excitaci¨®n por empezar, del tedio y la monoton¨ªa que provocan la ch¨¢chara y los conflictos intrascendentes, propios de los d¨ªas previos al estreno que no acaban nunca de pasar, pero el equipo espa?ol ha perdido rigor, car¨¢cter y, sobre todo, f¨²tbol desde que se plant¨® en Holanda. Por el juego y por el marcador, la ¨²ltima prueba, realizada, todo hay que decirlo, con suplentes, result¨® m¨¢s bien un fiasco, de manera que lejos de resolver problemas, el equipo ha aumentado sus dudas.A la espera de que Ra¨²l y Guardiola sanen y recuperen el nervio, a Camacho le quedan unos cuantos asuntos, y no todos menores, por atajar. El de ayer era un encuentro propicio, por ejemplo, para darle cancha a Mendieta, concederle minutos y perspectiva de campo a Helguera, probar qu¨¦ tal se encuentra el equipo con tres centrales y, especialmente, para reencontrarse con el gol. Pero no hubo a quien mirar, o m¨¢s bien poca cosa, porque el equipo se mostr¨® muy ligero, vol¨¢til, despojado del juego que siempre se le supuso. El mal funcionamiento del colectivo dej¨® fuera de escena a las individualidades.
LUXEMBURGO 0ESPA?A 1
Luxemburgo: Besic; Vanek, Saibene, Schauls, Ferron, Deville; Cardoni, Strasser, S.Schneider; Holtz (Peters, m.90) y M. Cris-tophe (Zaritski, m.70).Espa?a: Ca?izares (Iker Casillas, m.60); Velasco, Abelardo, Iv¨¢n Helguera, Sergi (Aranzabal, m.74); Mendieta (Gerard, m.60), Engonga, Valer¨®n (Joseba Etxeberria, m.60), Fran (Hierro, m.60); Munitis y Alfonso. Goles: 0-1. M.2. Mendieta, tras lanzar un libre directo que se cuela muy ajustado al poste izquierdo de la porter¨ªa defendida por Besic. ?rbitro: Fandel Herdert (alem¨¢n). Estadio Josy Bathel. Unos 5.000 espectadores. ?ltimo partido de preparaci¨®n de Espa?a para la Eurocopa, que empieza el s¨¢bado 10 con el B¨¦lgica-Holanda. Espa?a debutar¨¢ el martes 13 contra Noruega.
A Espa?a no le cost¨® encontrar puerta, pues a los dos minutos ya mandaba con un tanto de Mendieta, a la salida de un libre directo, una suerte que siempre le redimi¨® de su f¨²tbol plano e intrascendente. A bal¨®n parado se gan¨® el grupo de Camacho los ¨²nicos remates entre los tres palos, sobre todo los de Alfonso, que cabece¨® una y otra vez, pero el gol se le neg¨®, por intervenci¨®n incluso del larguero, que salv¨® al portero local de una bronca mayor, fulminado como estuvo en cada acci¨®n por su entrenador, Paul Philipp, un tipo intervencionista por naturaleza, que se pas¨® el partido como si fuera un vocero cualquiera, un hincha de tres al cuarto, el t¨ªpico aficionado que sobresale en terrenos de juego campestres.
Luxemburgo, al fin y al cabo, aguant¨® a Espa?a sin necesidad de gritos ni tampoco de esfuerzo. Incluso tuvo llegada en el primer tiempo, en un remate franco de Strasser, que no encontr¨® porter¨ªa por que Abelardo no quiso, y en el segundo, cuando apareci¨® la defensa de tres en el bando espa?ol. Jugaba demasiado c¨®modo el colectivo de Camacho. Valer¨®n recul¨® de mala manera, ejerci¨® de todo menos de lo suyo, y el equipo no tuvo entrejuego. Tampoco Engonga actu¨® con el compromiso que se le exige a un medio centro. El equipo tuvo una actitud demasiado funcionarial, as¨ª que el partido se fue durmiendo hasta roncar. Los espa?oles tocaron m¨¢s en propio campo que en el ajeno, todos muy juntitos, repitiendo la misma jugada, buscando siempre a Munitis, que se ofrec¨ªa de primera para acabar en el suelo, tirado por los centrales.
La falta de riesgo, el poco atrevimiento, dej¨® a la contienda sin ritmo, para suerte de Luxemburgo, que se lo pas¨® mucho mejor de lo que le hab¨ªan dicho, pues le hab¨ªan augurado una goleada. Camacho repiti¨® alineaci¨®n en el inicio del segundo acto, quiz¨¢ para que sus futbolistas tuvieran la oportunidad de despabilar. La selecci¨®n espa?ola se coloc¨® mejor, adelant¨® l¨ªneas y aceler¨® el juego. El encuentro retomaba el gui¨®n previsto: un di¨¢logo entre el ataque est¨¢tico espa?ol y la zaga parada de Luxemburgo, siempre defendiendo en superioridad num¨¦rica. Al equipo de Camacho, sin embargo, le falt¨® presencia ofensiva y jug¨® a menudo de culo a la porter¨ªa.
Llegada la hora de juego, el partido vir¨® de forma inesperada. El seleccionador espa?ol puso en el campo a los tres centrales (Hierro-Abelardo-Helguera) y Luxemburgo se plant¨® por dos veces frente a Iker Casillas. El empate no lleg¨® por un pelo de la misma manera que Espa?a pudo atrapar el segundo gol en dos cabezazos de Alfonso, siempre el m¨¢s diligente en los saques de esquina. Asentada la defensa espa?ola, el equipo espa?ol combin¨® algo mejor y disimul¨® su mal partido. No queda otro remedio que ponerse a entrenar y recuperar efectivos a la espera del encuentro con Noruega. Puestos a buscarle cosas al partido de ayer, mejor no indagar mucho. En lugar de aliviar la espera, la Espa?a de los suplentes la carg¨® de mala manera. Un mal com¨²n, al fin y al cabo, entre la mayor¨ªa de los aspirantes al t¨ªtulo.
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