Asesinado de un tiro en la cabeza un misionero espa?ol en Ruanda

El misionero vasco Isidro Uzcudun (Pasaia, Guip¨²zcoa, 1931) hab¨ªa pasado 35 de sus 69 a?os en la misi¨®n diocesana de Mugina, a 50 kil¨®metros al sur de Kigali, en Ruanda, donde el s¨¢bado encontr¨® la muerte de un tiro en la cabeza. Se lo dispararon tres asaltantes, uno de los cuales vest¨ªa uniforme militar, descontentos, al parecer, con la cantidad de dinero que les hab¨ªa entregado el sacerdote al que robaron y asesinaron en su propia casa. Una delegaci¨®n del obispado de San Sebasti¨¢n asistir¨¢ a los funerales y a su entierro en Ruanda.

El dram¨¢tico asalto a la misi¨®n diocesana de Mugina fue confirmado ayer por el sacerdote vasco, Jos¨¦ Ram¨®n Amun¨¢rriz, compa?ero de Isidro Uzcudun en Ruanda, que se encuentra desde hace un mes disfrutando de un periodo de descanso en Espa?a. Seg¨²n su versi¨®n, tres hombres entraron en el domicilio del misionero para robar: "Le pidieron dinero y ¨¦l di¨® todo lo que ten¨ªa, pero no se conformaron, por lo que le hicieron tumbarse y le dispararon".Amun¨¢rriz confirm¨® que la localidad de Mugina, donde se encuentra la misi¨®n diocesana vasca, al igual que muchos pueblos que se encuentran apartados de la capital, Kigali, constituyen una "zona de riesgo" porque "en Ruanda, escenario reciente de graves enfrentamientos tribales, hay mucha gente que dispone de armas y siempre est¨¢n dispuestos a dar alg¨²n golpe".

Otro factor de riesgo, que fue se?alado ayer por el delegado de Misiones del obispado de San Sebasti¨¢n, Joaqu¨ªn Astiz, es "la terrible hambruna que este a?o est¨¢ pasando Ruanda", y que ha agravado, m¨¢s si cabe, la desoladora falta de alimentos que padece su poblaci¨®n. "Este a?o no ha llovido y la tremenda sequ¨ªa ha impedido sembrar en un pa¨ªs en el que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n vive del campo", explic¨®, "hasta octubre, y eso siempre que llueva, no hay esperanza de sembrar y hasta que no se produzca esa nueva cosecha, no hay pr¨¢cticamente qu¨¦ comer".

Precisamente esta tremenda situaci¨®n de hambre que asola a Ruanda est¨¢ sentida y transmitida por el misionero Isidro Uzcudun en el fax cuyo texto se adjunta en esta p¨¢gina, que ¨¦l envi¨® s¨®lo dos d¨ªas antes de su muerte. "Estoy bien, sentimientos muy pesimistas sobre la situaci¨®n y el porvenir de Ruanda", escribe en este texto premonitorio que ayer era calificado por Joaqu¨ªn Astiz como su "testamento", un texto emocionante - comunica que renuncia a comprarse un coche nuevo para invertir ese dinero en paliar el hambre- porque sintetiza toda su trayectoria de misionero. "Refleja todo lo que ¨¦l ha sido: la renuncia hasta el final, incluso a la comodidad de la que tanto disfrutaba cuando ven¨ªa", declar¨® Astiz, "adem¨¢s de demostrar que era perfectamente consciente del peligro en que viv¨ªa".

Nacido en la localidad guipuzcoana de Pasaia, Uzcudun fue profesor del seminario menor de Saturrar¨¢n (Guip¨²zcoa) durante siete a?os antes de ser asignado a la misi¨®n de Ruanda, que mantienen las tres di¨®ciesis vascas, en octubre de 1964. De all¨ª no volvi¨® m¨¢s, salvo para pasar espor¨¢dicas vacaciones de descanso en las que disfrutaba de la comodidad, la comida y el ambiente de su tierra hasta el punto que cuando estaba en San Sebasti¨¢n sol¨ªa decir que no quer¨ªa regresar a Ruanda.

"Era realista y muy cr¨ªtico con la situaci¨®n que vive aquel pa¨ªs y sent¨ªa miedo, de verdad, por su vida. Pero, a pesar de eso, permanec¨ªa all¨ª porque se sab¨ªa necesario. Pese a lo que le dictaba la raz¨®n y la cabeza, el coraz¨®n le llevaba a Mugina y reconoc¨ªa que su sitio estaba all¨ª", aseguraba ayer Joaqu¨ªn Astiz.

Al haber sido profesor del seminario de Saturrar¨¢n la labor misionera de Isidro Uzcudun se orient¨® hacia su preocupaci¨®n cultural y su obsesi¨®n por la ense?anza. Uzcudun se propuso construir un colegio en Mugina y lo acababa de conseguir con la ayuda de Medicus Mundi. Gracias a ¨¦l existe una escuela de ense?anza secundaria que ahora la di¨®cesis de San Sebasti¨¢n va a asumir como propia.

Las diocesis vascas tienen cinco misioneros destinados en Ruanda por lo que este asesinato constituye una enorme p¨¦rdida. Ayer, el cuerpo del misionero fue trasladado a Kigali, donde le fue practicada la autopsia. Casualmente su compa?ero de misi¨®n, Juan Cruz Juaristi, se encuentra descansando en Guip¨²zcoa. Desde Medicus Mundi reconocieron ayer sentir "impotencia y congoja" por este asesinato y exigieron "un compromiso de las autoridades para el esclarecimiento de estos graves hechos".