Corea del Norte se abre al Sur para intentar superar la grave crisis econ¨®mica que padece
Cuando el presidente surcoreano, Kim Dae-jung, se aloje a partir de hoy en la residencia de hu¨¦spedes de Pyongyang, es probable que no padezca ning¨²n corte de luz, pero las interrupciones de corriente forman parte de las penalidades que sufren a diario los norcoreanos. Si su l¨ªder, el comunista Kim Jong-il, ha aceptado celebrar a partir de hoy su primera cumbre con su hom¨®logo prooccidental del Sur desde la guerra y la divisi¨®n, entre 1950 y 1953, es para intentar sacar a su pa¨ªs del atolladero en el que est¨¢ sumido desde el desmoronamiento del bloque sovi¨¦tico.
Si Hungr¨ªa fue en los setenta el escaparate del comunismo en Europa, Corea del Norte lo fue en Asia. A principios de esa d¨¦cada, el nivel de vida de sus habitantes rebasaba el de la capitalista Corea del Sur, cuyo despegue empez¨® poco despu¨¦s hasta alcanzar hoy una renta per c¨¢pita comparable a la de Argentina y 12 o 14 veces superior a la del Norte. Con la descomposici¨®n de la URSS y sus sat¨¦lites a partir de 1989, la generosa ayuda que recibe el r¨¦gimen comunista de Pyongyang empieza a disminuir y el pa¨ªs entra en recesi¨®n a principios de los noventa. Una serie de cat¨¢strofes naturales, a partir de 1995, provocan el colapso. Corea del Norte es hoy un pa¨ªs de 22 millones de habitantes, con un Ej¨¦rcito de 1,1 millones de hombres y capaz de fabricar misiles de alcance medio. Pero es, ante todo, un pa¨ªs arrasado en el que gran parte de sus n¨²cleos urbanos vive a oscuras por falta de electricidad, en el que los trenes apenas circulan por la misma raz¨®n, mientras los hospitales est¨¢n casi vac¨ªos porque carecen de combustible para la calefacci¨®n y no alimentan a los enfermos ni les proporcionan medicamentos.
M¨¢s grave a¨²n: en los cinco ¨²ltimos a?os, la hambruna ha causado la muerte, seg¨²n distintas fuentes, a entre dos y tres millones de norcoreanos -Pyongyang s¨®lo reconoce unas 230.000 v¨ªctimas mortales-, mientras la escasa alimentaci¨®n que han recibido decenas de miles de ni?os les dejar¨¢ secuelas para el resto de su vida, seg¨²n teme Unicef. "Ha sido una tragedia silenciosa, sin c¨¢maras de televisi¨®n ni muertes en las calles como en ?frica, porque el r¨¦gimen no lo ha permitido", asegura un antiguo cooperante europeo en Corea del Norte.
Ahora la situaci¨®n ha experimentado una "ligera mejor¨ªa", afirma David Morton, coordinador de la ONU para Corea del Norte, pero la crisis no est¨¢ "en ning¨²n caso acabada". En v¨ªsperas de la cumbre, la agencia de prensa norcoreana se?ala que el pa¨ªs padece ahora una gran sequ¨ªa que ha da?ado los arrozales y las plantaciones de ma¨ªz. "Va creando ambiente para pasar el platillo en la cumbre", ironiza un diplom¨¢tico europeo.
Durante a?os, el r¨¦gimen comunista practic¨® el chantaje para obtener ayuda. Puso, por ejemplo, en marcha un ambicioso programa nuclear que alarm¨® a Occidente. Acept¨®, tras una larga negociaci¨®n con Washington, detenerlo en 1994, pero logr¨® a cambio la construcci¨®n en Corea del Norte de dos reactores nucleares valorados en 830.000 millones de pesetas, que sufragar¨¢n EEUU, Jap¨®n y la UE.
Los escasos r¨¦ditos de esta t¨¢ctica y los estragos de la hambruna incitan aparentemente a Pyongyang a cambiar de actitud para no naufragar del todo. La aceptaci¨®n por su l¨ªder, Kim Jong-il, de la cumbre que le hab¨ªa propuesto Kim Dae-jung es el aspecto m¨¢s visible de su intento de romper el aislamiento en el que se halla sumido. Ha hecho recientemente otros gestos. A principios de mes efectu¨® su primera visita oficial a China, al tiempo que se dispon¨ªa a establecer relaciones diplom¨¢ticas con Italia, Australia y Nueva Zelanda. Inmediatamente despu¨¦s de Kim Dae-jung le visitar¨¢ el presidente ruso, Vladimir Putin.
El hu¨¦sped surcoreano ofrecer¨¢ a su enemigo hist¨®rico cooperaci¨®n. La prensa de Se¨²l estima en unos 3.000 millones de d¨®lares (540.000 millones de pesetas) el paquete de ayuda que podr¨ªa proponerle y que contar¨ªa con financiaci¨®n de otros pa¨ªses, as¨ª como del sector privado surcoreano. A Kim Dae-jung le acompa?a una cohorte de empresarios, empezando por los dirigentes de los cuatro grandes grupos (Hyundai, Samsung, LG y SK). Est¨¢n interesados en invertir en el Norte porque su mano de obra es de las m¨¢s baratas.
La ayuda, por generosa que sea, siempre ser¨¢ un parche. Corea del Norte s¨®lo podr¨¢ salir del marasmo, en opini¨®n de varios expertos, si emprende reformas econ¨®micas en profundidad como las que pusieron en marcha en su d¨ªa China o Vietnam. Su r¨¦gimen tiene, sin embargo, un car¨¢cter mucho m¨¢s dictatorial que el de sus vecinos asi¨¢ticos. De ah¨ª que, si opta por la apertura, Kim Jong-il corra el riesgo de acabar desestabilizado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.