Seis segundos a favor del f¨²tbol

Tan reticente siempre a cambiar cualquier norma, esta vez la FIFA ha acertado: la regla estrenada en la Eurocopa que obliga al portero a sacar en seis segundos, dando todos los pasos que quiera, ha mejorado notablemente el espect¨¢culo. Un dato: en los seis partidos disputados hasta el inicio de la jornada de ayer la media de minutos de juego parado ha sido de 37,3; en la ¨²ltima Liga espa?ola esta cifra se dispar¨® a 44,6.A tenor de lo visto hasta ahora, los metas tambi¨¦n se sienten agradecidos, m¨¢xime despu¨¦s de que las ordenanzas introducidas en los ¨²ltimos tiempos siempre les hayan complicado la vida. Con la variante actual, casi todos los porteros sacan con las manos y dirigen la pelota hacia un compa?ero h¨¢bilmente desmarcado, con lo que se aumenta enormemente la velocidad del juego. Ya no es necesario esperar a esos metas plomizos que tardaban siglos en poner la pelota en juego para perder tiempo y chupar c¨¢mara. Se acab¨® el ver a Ca?izares empinar los cuellos de su jersey y a Barthez colocarse la manga corta. Ahora no pueden acicalarse en el tocador de su ¨¢rea y de inmediato deber¨¢n ensayar el saque con el brazo. S¨®lo el portero noruego Myhre rompi¨® ayer la norma y recibi¨® la primera falta por demorar el saque m¨¢s all¨¢ de los seis segundos reglamentarios.

De los porteros depende, en gran medida, la transici¨®n del equipo. Si sus compa?eros les responden con los desmarques, la contra punzante est¨¢ asegurada. Los m¨¢s avispados saben que cuando culmina una jugada de ataque y ellos blocan la pelota es f¨¢cil sorprender al rival, tan perezoso para armarse tras una embestida.

As¨ª hicieron Dinamarca y Francia en su duelo particular. El veterano Schmeichel lanz¨® varias contras peligrosas de su equipo. Una vez que atrapaba la pelota, con ella entre las manos, el capit¨¢n de Dinamarca sorteaba a compa?eros y rivales que a¨²n no hab¨ªan dejado el ¨¢rea para ponerla en los pies de algunos de sus centrocampistas con un latigazo con el brazo. Barthez se hart¨® de salir hasta el balc¨®n del ¨¢rea para echar un ojo a Zidane o Henry.

En el Alemania-Ruma-nia, Bogdan Stelea hizo lo mismo con Hagi, que en un pispas recibi¨® la pelota de su portero casi en la l¨ªnea de medio campo. Desprevenidos los alemanes, con un toque sutil con su izquierda cre¨® una gran ocasi¨®n para Moldovan.

Esta vez los porteros han aumentado su protagonismo de forma positiva. El p¨²blico lo agradece y muchos guardametas tambi¨¦n: con seis segundos para arrancar, Toni nunca habr¨ªa perdido la cartera frente a Tamudo.