El autor de la hip¨®tesis de Gaia abre en Valencia el 2? congreso mundial
El cient¨ªfico que desarroll¨® hace dos d¨¦cadas la pol¨¦mica hip¨®tesis de Gaia, James Lovelock, inagurar¨¢ el lunes en Valencia la 2? conferencia mundial donde se presentar¨¢n las ¨²ltimas investigaciones realizadas sobre la influencia de la biosfera en la transformaci¨®n de los ciclos geoqu¨ªmicos terrestres, tema que fue planteado en la primera reuni¨®n celebrada en California en 1988. En el encuentro, organizado por la American Geophysical Union y la Universidad de Valencia, participar¨¢n cient¨ªficos de diversas disciplinas implicados en este campo, como Lynn Margulis o James Miller.
El 2? Congreso mundial Gaia 2000, que se celebrar¨¢ en Valencia entre el 19 y el 23 de junio, reabrir¨¢ la controversia en el mundo cient¨ªfico y filos¨®fico sobre la existencia o no de vida en otros planetas de nuestro sistema solar o de fuera de ¨¦l. Al mismo tiempo, investigadores, fil¨®sofos, humanistas y bi¨®logos gaianos, dar¨¢n a conocer en este encuentro algunas de las hip¨®tesis m¨¢s provocadoras sobre la incidencia del ser humano en la biosfera, entre ellas las que se refieren a la supuesta desaparici¨®n del planeta Tierra dentro de un millar de a?os, explicaron ayer los vicerrectores de la Universidad de Valencia, Juli Peret¨® y Francisco Tom¨¢s, y la bi¨®loga y especialista en las tesis de Lovelock, Eva Barreno. El congreso desarrollar¨¢, entre otros temas, los ¨²ltimos resultados cient¨ªficos sobre la interacci¨®n de los seres vivos con el sistema terrestre, la atm¨®sfera, la hidrosfera, los suelos y los sedimentos, y analizar¨¢n las implicaciones que tienen en la regulaci¨®n de la estabilidad de los ciclos biogeoqu¨ªmicos, el clima y los equilibrios.Del mito a la ciencia
La hip¨®tesis de Gaia es una particular s¨ªntesis cient¨ªfica lanzada hace poco m¨¢s de dos d¨¦cadas por el investigador brit¨¢nico James Lovelock, en armon¨ªa con la concepci¨®n griega de que la Tierra es un todo viviente, coherente, autorregulador y autocambiante, puntualiz¨® ayer en conferencia de prensa Barreno. "Gaia, la diosa griega, era la madre Tierra para los antiguos. Lovelock, reemplazando el mito por la ciencia, quiso rebautizar a la Tierra con el nombre de Gaia, para presentarla como un inmenso organismo vivo", se?al¨® la investigadora.
Peret¨® resalt¨® el car¨¢cter visionario y la rebeld¨ªa intelectual de Lovelock, quien, a trav¨¦s de su nueva visi¨®n de la Tierra, adelant¨® hip¨®tesis provocadoras que enfrentaron a los cient¨ªficos, pero que en menos de diez a?os se han convertido en temas prioritarios de distintas disciplinas a la hora de explicar muchos de los cambios medioambientales, como el efecto invernadero, la deforestaci¨®n o las lluvias ¨¢cidas.
Barreno precis¨® que "lo maravilloso de esta teor¨ªa de Gaia es que se est¨¢n obteniendo excelentes resultados cient¨ªficos que demuestran que algunas de las condiciones actuales de la tierra, como la temperatura y la composici¨®n de la atm¨®sfera, est¨¢n controladas por la actividad de los seres vivos". La catedr¨¢tica de Biolog¨ªa a?adi¨® que la mayor inc¨®gnita que se presenta en las discusiones cient¨ªficas es "c¨®mo desde el origen de la vida la composici¨®n de la atm¨®sfera ha variado muy poco, y c¨®mo se mantiene constante la composici¨®n del aire, con un 20% de ox¨ªgeno". En su opini¨®n, " la Tierra, Gaia o la biosfera no tiene nada que ver y es diferente del resto de los planetas del sistema solar. Es la vida la que ha transformado esas condiciones de nuestro planeta".
El Congreso Gaia 2000, que se llevar¨¢ a cabo en el reci¨¦n inagurado edificio de investigaci¨®n del Jard¨ªn Bot¨¢nico, ha sido organizado conjuntamente por la Universidad de Valencia a propuesta de la Amercian Geophysical Union (AGU), contar¨¢ con la participaci¨®n del propio James Lovelock, as¨ª como cient¨ªficos de muy diversas disciplinas implicados en dicho campo de investigaci¨®n, entre ellos Lynn Margulis, James Miller, Dorion Sagan, Tyler Volk, Sir Crispin Tickel o Stephen Schneider.
Las investigaciones geoqu¨ªmicas han avanzado mucho, desde que en 1988 se plantearan todas estas cuestiones en la primera reuni¨®n internacional en San Diego, lo que ha permitido explicar los cambios medioambientales a trav¨¦s del tiempo geol¨®gico. Sin embargo, Peret¨® subraya que la hip¨®tesis de Lovelock sigue siendo pol¨¦mica, lo que garantiza "un congreso de debate y contraposici¨®n de criterios".
Un exc¨¦ntrico en la NASA
James Lovelock no es un cient¨ªfico al uso, al menos, en el estricto sentido academicista. De hecho, la docencia y la investigaci¨®n universitaria tradicionales son dos experiencias ajenas a este "inventor", como lo calific¨® ayer el ex vicerrector de Investigaci¨®n y actual responsable del ¨¢rea de Cultura de la Universidad de Valencia, Juli Peret¨®. Lovelock ha sido y es un ingeniero, un dise?ador de aparatos, un inventor, quiz¨¢ el m¨¢s exc¨¦ntrico colaborador que haya tenido la agencia espacial estadounidense NASA. Hasta tal punto que cuando trabajaba en ella, en la ¨¦poca de las grandes exploraciones a la Luna y los primeros intentos para conocer la existencia vida en Marte, Lovelock desafi¨® a los t¨¦cnicos al asegurar que "para averiguar si hay vida marciana, no hace falta ir a Marte". Desde la Tierra, con los conocimientos que ten¨ªa sobre la composici¨®n qu¨ªmica y las condiciones de los elementos que conforman el vecino Marte, sostuvo la imposibilidad de encontrar vida en ese planeta. "Y tuvo raz¨®n".
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