P¨¢nico al v¨ªdeo
Los jugadores de Eslovenia no quieren estudiar los partidos de los rivales para no asustarse
Los jugadores de Eslovenia apenas han visto jugar a la selecci¨®n espa?ola. Ni siquiera le echaron un vistazo al partido en el que Espa?a cay¨® derrotada ante Noruega, el s¨¢bado pasado. Si acaso el cuerpo t¨¦cnico, encabezado por Srecko Katanec, es el que estudia a los rivales en v¨ªdeo. Y siempre en solitario. Lejos de los futbolistas. No vaya a ser que los jugadores de esta selecci¨®n novata se impresionen. "Hace un mes jugamos contra Francia y nos pusimos dos a cero en el marcador. Luego, en la segunda parte, nos ca¨ªmos f¨ªsicamente y ellos nos remontaron y nos terminaron ganando 3-2", record¨® ayer Saso Udovic, el delantero centro. "Jugamos un gran partido, y lo hicimos sin haber mirado jugar a Francia. ?Para qu¨¦? Aqu¨ª, el t¨¦cnico es de la idea de que si nos atosigamos mirando v¨ªdeos de rivales vamos a terminar agotados. Que s¨®lo ver¨ªamos dispositivos t¨¢cticos y estrellas, estrellas y m¨¢s estrellas. Y que a lo mejor hasta nos asustamos de alg¨²n jugador adversario. Por eso, lo mejor es llegar al partido y hacer lo que sabemos. Intentar jugar seg¨²n nuestro estilo, sin pensar en el rival... Y dejar claro en este campeonato que en Eslovenia no s¨®lo sabemos esquiar. La verdad es que lo que en Espa?a s¨®lo hacen los Fern¨¢ndez Ochoa, all¨ª lo hacemos todos".El silencio de un gran bosque de robles, a las afueras de Utrecht, sirve de refugio a Eslovenia. El equipo se aloja en un hotel frecuentado por jubilados que circulan practicando la salida del tee hacia un campo de golf de nueve hoyos. Nada que ver con la opulencia del Chateau Holtm¨¹le, en Tegelen, donde se enclaustra Espa?a en calidad de hu¨¦sped exclusivo. En el villorio de Soestduinen, como se llama el enclave del bosque de robles, todo transcurre con m¨¢s naturalidad. Esto se traduce, por ejemplo, en la presencia de un solo guardia de seguridad en el hotel de concentraci¨®n. Un vigilante peque?o y cerril que contrasta con el pelot¨®n de mocetones con auriculares y gafas de sol que circundan el hotel de la selecci¨®n espa?ola. En su interior se registra otro distintivo: los internacionales de Camacho pasan horas repasando v¨ªdeos de Eslovenia. El t¨¦cnico espa?ol es un ferviente defensor del v¨ªdeo como elemento vital para instruir a los jugadores. Cuando llegue el partido de ma?ana, los internacionales espa?oles sabr¨¢n m¨¢s de su rival de lo que su rival conoce de ellos. Esto puede ser una ventaja. ?O un peso m¨¢s en la carga de responsabilidad que asume cada jugador?
"Nosotros estamos muy relajados", explica Udovic, que confes¨® que hace tiempo que no ve jugar a Hierro y Abelardo, los dos centrales que supuestamente deber¨¢n marcarle el pr¨®ximo domingo. "La presi¨®n la tiene Espa?a, que es uno de los seis mejores equipos del mundo. Han hecho un mal papel en el primer partido y ahora querr¨¢n redimirse con nosotros. Se sienten obligados a jugar muy bien. Nosotros no. Somos realistas, venimos aqu¨ª a jugar la primera ronda con dignidad. El otro d¨ªa frente a Yugoslavia fue una pena que nos empataran cuando ¨ªbamos ganando con tres goles arriba. Fue incre¨ªble. Creo que si pon¨ªa a mi madre y a mi padre a defender ese resultado era posible ganar el partido. Pero nos empataron. Algo incre¨ªble, pero esto es as¨ª".
Eslovenia es un equipo t¨¦cnico pero sin experiencia competitiva. "Ninguno de nosotros jugamos en un equipo grande, y ¨¦se es el mayor lastre que acarreamos, junto con el estado f¨ªsico", explica Udovic. Su selecci¨®n suele decaer en las segundas partes, y al cansancio lo suceden las derrotas. Pero, ?qu¨¦ remedio?. Los eslovenos parecen lejos de la crisis nerviosa. Juegan un par de partidillos, se van al bar que hay junto al campo de entrenamiento y se toman unas cervezas. Zahovic, el m¨¢s internacional de los jugadores, la celebridad, llama la atenci¨®n de alg¨²n curioso, y el t¨¦cnico se les suma con una ca?a. Luego, desconectan con un poco de golf. Y al rival no lo ven ni por televisi¨®n.
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