Francia prefiere una crisis europea antes que un nuevo acuerdo in¨²til

Francia har¨¢ de la reforma institucional necesaria para estructurar una futura Europa de 25 miembros el caballo de batalla de su presidencia de la Uni¨®n a partir del pr¨®ximo 1 de julio, con una apuesta firme por la Europa de las dos velocidades. Par¨ªs ya ha dejado claro que est¨¢ dispuesto a un fracaso de la Conferencia Intergubernamental (CIG) en la cumbre del pr¨®ximo diciembre en Niza antes que a alcanzar un acuerdo de m¨ªnimos que no sirva para sacar a la Uni¨®n Europea de su actual confusi¨®n.

"El momento es sumamente delicado porque nunca hasta ahora la Uni¨®n Europea se hab¨ªa encontrado ante el desaf¨ªo que supone la ampliaci¨®n a un n¨²mero tan grande y tan variado de pa¨ªses", subrayan altos funcionarios del Quai d'Orsay (Ministerio de Asuntos Exteriores franc¨¦s). Como vienen repitiendo hasta la saciedad los mandatarios franceses y alemanes, la apertura a una Europa de 25 o 30 miembros no puede acometerse sin una profunda reforma institucional que haga de la Uni¨®n una estructura operativa. Francia, ya lo ha dicho el presidente Jacques Chirac y reiterado el primer ministro socialista, Lionel Jospin, prefiere que la CIG del pr¨®ximo diciembre naufrague y abra una crisis sonada que un nuevo acuerdo in¨²til para sacar a la UE de su marasmo.Vistas las renovadas complicidades franco-alemanas, puede decirse que es el propio eje Par¨ªs-Berl¨ªn el que presidir¨¢ la Uni¨®n Europea a partir del 1 de julio. Ambos pa¨ªses est¨¢n de acuerdo sobre los grandes pilares de la reforma institucional: reducci¨®n del n¨²mero de comisarios, ponderaci¨®n de los votos en el Consejo, extensi¨®n del campo de aplicaci¨®n de la mayor¨ªa cualificada y cooperaciones reforzadas para crear el "grupo de vanguardia".

La 'agenda social'

Par¨ªs tratar¨¢ desde la presidencia que la UE defina y adopte un programa social de trabajo a desarrollar en los cinco a?os venideros. La agenda social francesa se inspira en los principios de que "la modernizaci¨®n econ¨®mica en Europa es inseparable del reforzamiento del modelo social europeo" y que "una Europa m¨¢s fuerte es tambi¨¦n una Europa al servicio de la justicia social". M¨¢s en concreto, Francia propone que el conjunto de la Uni¨®n se caracterice por un alto sistema de protecci¨®n social, una pol¨ªtica de empleo y un derecho laboral adaptados a los cambios del aparato industrial y por el compromiso de lucha contra todas las formas de discriminaci¨®n.

El reforzamiento del papel del euro 11, la reuni¨®n informal que celebran mensualmente los ministros de Finanzas de los pa¨ªses que han adoptado la moneda ¨²nica, constituye otro de los ejes de la presidencia francesa. Par¨ªs considera que la defensa del euro y la aplicaci¨®n de una pol¨ªtica comunitaria m¨¢s ambiciosa que la del puro monetarismo reclama la unidad de acci¨®n entre el euro 11 y el BCE (Banco Central Europeo). A eso se suma la armonizaci¨®n fiscal y lucha contra la competencia desleal, los para¨ªsos fiscales y el blanqueo de dinero.

La presidencia francesa pretende crear tambi¨¦n una "autoridad alimentaria europea independiente", el endurecimiento de la legislaci¨®n sobre la seguridad del transporte mar¨ªtimo y la definitiva creaci¨®n del espacio jur¨ªdico europeo.