ONCOLOG?A Los cient¨ªficos buscan remedios sorpresa contra el c¨¢ncer en los datos inesperados
En la guerra contra el c¨¢ncer, la investigaci¨®n parece haberse estancado en los beneficios de la quimioterapia, las combinaciones de f¨¢rmacos que matan tanto las c¨¦lulas cancerosas como las sanas. Por eso, los investigadores est¨¢n buscando nuevos m¨¦todos, como el desarrollo de f¨¢rmacos para inhibir el crecimiento de los vasos sangu¨ªneos o para inactivar ciertas mol¨¦culas de la c¨¦lula cancerosa. Pero, adem¨¢s, estudian con atenci¨®n los resultados inesperados de las terapias experimentales, de las que pueden salir algunos remedios sorpresa contra el c¨¢ncer.
Una de las nuevas esperanzas de la investigaci¨®n oncol¨®gica es aplicar los conocimientos sobre la maquinaria de las c¨¦lulas cancerosas que los cient¨ªficos han adquirido estos ¨²ltimos a?os en el laboratorio y convertirlos en nuevas terapias. Se trata de un tipo de investigaci¨®n conocido como selecci¨®n del objetivo molecular (las llamadas dianas moleculares), que est¨¢ en las primeras fases de prueba en humanos.Las dianas moleculares se refieren al uso de f¨¢rmacos experimentales que atacan selectivamente ¨¢reas concretas de las c¨¦lulas cancerosas para deteriorar su funcionamiento.
Otros f¨¢rmacos, conocidos como inhibidores de la angiog¨¦nesis, se utilizan para impedir el crecimiento de los nuevos vasos sangu¨ªneos y privar a las c¨¦lulas malignas de su suministro de ox¨ªgeno y alimentaci¨®n. Estos f¨¢rmacos han conseguido resultados asombrosos en la reducci¨®n de tumores en ratones y han suscitado esperanzas de su eficacia en humanos.
?ltimos resultados
En las pruebas iniciales en humanos, muchas terapias experimentales producen resultados inesperados, y los presentados en la ¨²ltima reuni¨®n anual de la Sociedad Americana de Oncolog¨ªa Cl¨ªnica (ASCO), celebrada hace unas semanas, no han sido una excepci¨®n.
Entre las sorpresas se incluyeron algunos beneficios inesperados, que resultaron m¨¢s positivos de lo previsto. Pero tambi¨¦n se produjeron efectos letales, lo que suscit¨® preocupaci¨®n por su seguridad. A pesar de esa mezcla de resultados, los investigadores afirmaron que hab¨ªan visto suficiente para seguir adelante.
Las nuevas terapias se prueban normalmente en los pacientes m¨¢s enfermos, aquellos que tienen m¨¢s que ganar y menos que perder. Seg¨²n el sistema de ensayos cl¨ªnicos dividido en tres fases que se utiliza en Estados Unidos y en Europa, la primera fase se centra en la seguridad de los f¨¢rmacos experimentales. Los experimentos aleatorios controlados, considerados como la prueba de fuego porque comparan las nuevas terapias con las usuales o con placebos, suelen ser posteriores.
Hacen falta m¨¢s pruebas en humanos para que se permita la comercializaci¨®n de cualquiera de las terapias experimentales. Mientras tanto, los m¨¦dicos que dirigen los experimentos y los fabricantes de medicamentos experimentales han publicado con ansiedad los primeros resultados, en parte para solicitar nuevos pacientes y en parte para subir el precio de sus acciones. Entre dichos resultados, la ASCO resalt¨® los siguientes:
- Anticuerpo monoclonal C225. Un anticuerpo monoclonal de la empresa farmac¨¦utica ImClone Systems y llamado C225 ha resultado prometedor en las pruebas realizadas en personas con c¨¢ncer avanzado de colon, cerebral y de garganta. Los anticuerpos monoclonales son prote¨ªnas dise?adas para detectar y captar otras prote¨ªnas presentes en las c¨¦lulas cancerosas, y tienen como objetivo reducir la capacidad de crecimiento del tumor. Los 15 pacientes con tumores cerebrales y de garganta avanzados que recibieron una combinaci¨®n de radiaci¨®n y de C225 experimentaron una disminuci¨®n significativa de los tumores, explic¨® James A. Bonner, de la Universidad de Alabama.
Durantes m¨¢s de dos a?os y medio se hizo un seguimiento de los participantes. Seis han muerto, y los otros nueve est¨¢n vivos y aparentemente sanos. La reducci¨®n se mantuvo 27 meses o m¨¢s en cuatro de los pacientes. Normalmente, menos de la mitad sobreviven despu¨¦s de a?o y medio.
- Bloqueante del crecimiento epid¨¦rmico. El f¨¢rmaco experimental conocido como ZD1839, de la compa?¨ªa farmac¨¦utica AstraZeneca, est¨¢ dise?ado para bloquear una prote¨ªna, el factor de crecimiento epid¨¦rmico. Inesperadamente, el f¨¢rmaco hizo disminuir el tama?o de los tumores y prolong¨® la supervivencia en un ensayo cl¨ªnico de fase I, en la que rara vez se demuestra la eficacia, afirma David Ferry, del Institute for Cancer Studies con sede en Birmingham (Reino Unido).
- F¨¢rmaco antiangiog¨¦nico. El f¨¢rmaco experimental denominado Rhumab, de la compa?¨ªa Genentech, es un anticuerpo monoclonal y una sustancia antiangiog¨¦nesis dise?ada para bloquear un factor de crecimiento de los vasos sangu¨ªneos. En un experimento aleatorio controlado que incluy¨® a 99 pacientes de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos), el c¨¢ncer de pulm¨®n se extendi¨® despu¨¦s de 7,4 meses en un grupo que recibi¨® Rhumab y quimioterapia est¨¢ndar, en comparaci¨®n con los 4,2 meses entre aquellos que s¨®lo recibieron quimioterapia, seg¨²n Russell DeVore. Pero, inesperadamente, seis pacientes a los que se les administraba este f¨¢rmaco experimental comenzaron a toser sangre y cuatro de ellos murieron, explic¨® DeVore. Dado que los cuatro fallecimientos tuvieron lugar en pacientes con c¨¢ncer de pulm¨®n del tipo carcinoma, los investigadores intentan averiguar si hay algo en este tipo de tumor que descarte el uso de Rhumab para dichos pacientes.
- Terapia del c¨¢ncer de colon. En un estudio realizado con 28 pacientes, las inyecciones intravenosas del f¨¢rmaco SU5416, del laboratorio Sugen, combinadas con quimioterapia, frenaron el crecimiento del c¨¢ncer de colon avanzado durante una media de nueve meses, en comparaci¨®n con los seis meses de la terapia est¨¢ndar aislada, en opini¨®n de Lee Rosen, de la Universidad de California, en Los Angeles.
- C¨¢ncer de ri?¨®n. La extirpaci¨®n de un ri?¨®n canceroso y la administraci¨®n de una terapia inmune conocida como interfer¨®n alfa 2b aument¨® la supervivencia una media de 12 meses, en comparaci¨®n con el uso exclusivo de la terapia inmune, seg¨²n un estudio comenzado en 1991 y realizado en varios hospitales, explic¨® su director, Robert Flanigan, de la Universidad de Loyola en Maywood, Illinois. Aunque la mejora en la supervivencia fue relativamente peque?a, se pueden obtener mayores beneficios de nuevos f¨¢rmacos inmunes y cirug¨ªa en c¨¢ncer avanzado de ri?¨®n, afirm¨® Flanigan.
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