Una exposici¨®n muestra las tradiciones de Jap¨®n a trav¨¦s de la comida

Existen en Barcelona una veintena de restaurantes japoneses, seg¨²n los datos del consulado de Jap¨®n en la ciudad, y se puede decir que, desde hace unos a?os, quien m¨¢s quien menos sabe el significado de palabras como sushi, tempura y sashimi. Desde hoy y hasta el mes de junio de 2001, el Museo Etnol¨®gico acoge una exposici¨®n que quiere contribuir a ampliar al conocimiento popular de las costumbres del pa¨ªs.

La exposici¨®n, titulada Itadakimasu -palabra que significa 'buen provecho'-, pretende dar a conocer las tradiciones y la cultura de Jap¨®n a trav¨¦s de su manifestaci¨®n m¨¢s cotidiana, la comida. ?sta se considera, seg¨²n la comisaria de la exposici¨®n, Muriel G¨®mez, como "s¨ªmbolo de cohesi¨®n y de identidad nacional: ser japon¨¦s es comer japon¨¦s". La exhibici¨®n se divide en cinco ¨¢mbitos: una introducci¨®n, un espacio dedicado a la cultura del t¨¦, otro al calendario, uno m¨¢s a la cultura del arroz -alimento considerado en el pasado como un regalo de los dioses y del que se aprovecha literalmente todo- y, finalmente, una explicaci¨®n de la adaptaci¨®n que los japoneses han hecho de los alimentos y costumbres alimenticias occidentales. A juicio de G¨®mez, Jap¨®n, a pesar de encontrarse en la vanguardia del desarrollo tecnol¨®gico, "ha sabido conservar las tradiciones". El museo ofrecer¨¢ adem¨¢s actividades paralelas que ir¨¢n desde ceremonias del t¨¦ hasta la realizaci¨®n de distintos platos.

En la introducci¨®n se muestra la aproximaci¨®n de los japoneses al acto de comer, que requiere de sentidos como la vista, el olfato y el tacto, y se muestra la importancia del pescado en la comida mediante un grabado del siglo XIX.

La exhibici¨®n contin¨²a con la ceremonia del t¨¦, un acto tanto social como filos¨®fico y religioso originario del siglo XV. El n¨²cleo de la exposici¨®n, sin embargo, se encuentra en el desarrollo de las estaciones del a?o a trav¨¦s de sus festividades y de las comidas que las acompa?an. En primavera, entre otras, se celebra la fiesta de la contemplaci¨®n de los cerezos en flor, s¨ªmbolo de la belleza ef¨ªmera. Del verano se destacan los utensilios que mantienen los alimentos frescos, y m¨¢s adelante se producen las ofrendas a la luna llena de oto?o, considerada la m¨¢s bella del a?o y objeto de la gratitud por las recientes cosechas. En invierno se celebra a?o nuevo, una festividad cargada de ritos de purificaci¨®n.