Como si fuera la ¨²ltima vez
"Madrid te da la opci¨®n de no dormir", hab¨ªa dicho en privado d¨ªas antes de su concierto de anoche Fher, el cantante del grupo mexicano Man¨¢. Como si le hubieran escuchado, las 20.000 personas que ayer abarrotaban la plaza de toros de Las Ventas quer¨ªan prorrogar la presencia del grupo en el escenario hasta el extremo que f¨ªsicamente hubieran aguantado unos y otros. No quedaba repertorio preparado, aunque Man¨¢ lo tiene largo: en su haber, cuatro discos de estudio, un grandes ¨¦xitos (Todo Man¨¢), un concierto en directo ac¨²stico (Unplugged) y m¨¢s de tres lustros chingando (expresi¨®n que tanto utilizan los grupos de M¨¦xico) por las tabernas y carreteras de Centroam¨¦rica y Espa?a.Se hace evidente que en este tiempo los cuatro Man¨¢ se han esforzado por comportarse en el escenario como aut¨¦nticos profesionales, al tiempo que parezca que realmente se lo pasan en grande y que todo lo hacen por y para su entregado p¨²blico. Juegan con ventaja, claro; en el coso taurino anoche no hab¨ªa nadie que no fuera un aut¨¦ntico entusiasta de las canciones de Man¨¢. Nadie ven¨ªa a curiosear.
Man¨¢
Fher Olvera (voz, guitarra y arm¨®nica), ?lex Gonz¨¢lez (bater¨ªa y percusiones), Juan Calleros (bajo), Sergio Vall¨ªn (guitarra), Juan Carlos Toribio (teclas, piano y flauta). Plaza de toros de Las Ventas. 29 de junio.
"Ya nos extra?¨¢bamos much¨ªsimo", dijo con mucho ¨¦nfasis el cantante cuando se dirigi¨® por primera vez al p¨²blico. Hab¨ªan cantando ya Oye mi amor y Como un lobo y se dispon¨ªan a abordar Hechicera. S¨®lo faltaba decir eso. El p¨²blico de Madrid es muy sensible a los piropos y el l¨ªder de Man¨¢ no los escatim¨® para meterse al p¨²blico en el bolsillo desde el primer acorde: un truco que le funciona. Su voz en directo suena con m¨¢s limitaciones que en disco y ¨¦sa es una manera para que no se note. Adem¨¢s, sus dotes de bailar¨ªn son m¨¢s bien escasas, as¨ª que provocar al personal es la mejor manera de suplir lagunas.
Por otro lado, sus incondicionales se saben sus canciones de carrerilla -no en vano han despachado en Espa?a m¨¢s de un mill¨®n de discos de toda su discograf¨ªa-, as¨ª que cuando ¨¦l no llegaba, era el p¨²blico quien completaba las estrofas y versos. El montaje de dos pantallas de v¨ªdeo de casi 30 metros cuadrados cada una completaba la parafernalia. Antes de que Man¨¢ saliera a las 22.30 en punto, el respetable se hab¨ªa desga?itado con ganas con el sonido de sala: Pink Floyd, Celtas Cortos, el celeb¨¦rrimo Sex machine, de James Brown. De todo, hasta el bolero famoso que les dio paso, B¨¦same mucho. El momento emotivo se dio con Desapariciones, la canci¨®n del paname?o Rub¨¦n Blades dedicada a las v¨ªctimas de la dictadura. Menci¨®n especial contra Franco y Pinochet, que provoc¨® a¨²n m¨¢s la histeria de los asistentes. Y, al final, como el bolero que los introdujo, la gente ped¨ªa m¨¢s, como si fuera esta noche la ¨²ltima vez.
Babelia
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