Jones corre m¨¢s r¨¢pido en Roma con el modelo cl¨¢sico
Redolat, tercero en 1.500, logra 3.31.48, su mejor marca personal
La segunda etapa de la Liga de Oro volvi¨® a tener protagonistas deslumbrantes. El estadio de Roma, ol¨ªmpico desde los Juegos de 1960, fue un nuevo escenario para la veloz exhibici¨®n de Maurice Greene y Marion Jones. La estadounidense corri¨® m¨¢s r¨¢pido con su modelo cl¨¢sico de traje, que con el aerodin¨¢mico estrenado hace unos d¨ªas.Pero los estadounidenses no fueron las ¨²nicas estrellas. El marroqu¨ª Boulami, en 3.000 metros obst¨¢culos, y los argelinos Said-Guerni, en 800 metros, y Saidi-Sief, en 5.000, derrotaron nuevamente a los kenianos, como en la primera cita de Par¨ªs, y confirmaron que el poder negro africano, pr¨¢cticamente imbatible hasta ahora, est¨¢ subiendo al norte de su continente. S¨®lo el keniano Noah Ngeny, en ausencia del marroqu¨ª El Guerruj, domin¨® el 1.500 (3.29.99), donde la gran noticia espa?ola fue el tercer puesto de Jos¨¦ Antonio Redolat. El campe¨®n de Europa de pista cubierta hizo una espl¨¦ndida carrera, de menos a m¨¢s, hasta lograr 3.31.48 minutos. Ello le supuso mejorar ?m¨¢s de cuatro segundos! su marca personal (3.35.65 en 1999) e incorporarse definitivamente como una nueva joya espa?ola de la distancia.
Jones no corri¨® con el nuevo modelo completo, gorro inclu¨ªdo, que us¨® en la pasada reuni¨®n de Eugene, en el estado norteamericano de Oreg¨®n. Entonces elogi¨® su aerodinamismo, pero los inventos no son tan f¨¢ciles de colocar. Cabe recordar que hace m¨¢s de 12 a?os la fallecida Florence Griffith sac¨® un modelo parecido, pero no lo necesit¨® o prefiri¨® no usarlo, para ganar sus medallas en los Juegos de Se¨²l 88 e imponer sus estratosf¨¦ricos r¨¦cords de 100 (10.49 segundos) y 200 (21.34). Sus medios, aunque nunca se sabr¨¢ si fueron legales tras descartarlo su autopsia, estaban dentro de su cuerpo, no en la tela. Pero sigue siendo asombroso que Jones, pese a su planta y calidad, a¨²n est¨¢ a 16 y 28 cent¨¦simas de sus plusmarcas tantos a?os despu¨¦s (10.65 y 21.62).
La estrella de la velocidad actual, que empez¨® la temporada volando en Osaka, con 10.84, hizo con su traje aerodin¨¢mico 10.95 y un viento a favor de 2,2 metros por segundo, por encima del 2 reglamentario. Ayer, con s¨®lo 1 a favor, y su traje habitual negro de perneras largas, acab¨® en 10.91. Sali¨® bastante bien, levant¨® la cabeza a las 16 zancadas y resisti¨® perfectamente la mejor¨ªa final de la francesa Christine Arron, 10.99. Luego, se pas¨® a la longitud y con su desastrosa t¨¦cnica en la batida y en la ca¨ªda volvi¨® a desaprovechar su enorme velocidad. A pesar de todo se fue a 6,77 metros, pero por detr¨¢s de la rusa Kotova, 6,89, una nueva enemiga para Niurka Montalvo, s¨®lo quinta con 6,64. La italiana Fiona May logr¨® 6,75.
Maurice Greene, tras sus dos derrotas europeas, se tom¨® la revancha en 100 y gan¨® con 9.97 ante el nigeriano Obikwelu y Ato Boldon. En 200, Greene gan¨® m¨¢s claramente, con 20.02, pero en esta distancia siempre tendr¨¢ el muro de Michael Johnson, ausente ayer. Les espera su inminente duelo en las selecciones ol¨ªmpicas.
Hasta los lanzamientos tuvieron su guinda. La noruega Trine Hattestad, con un tiro de 68,22 metros, bati¨® el r¨¦cord mundial de las nuevas jabalinas, algo que se repetir¨¢ quiz¨¢ en cada reuni¨®n importante a lo largo de la temporada.
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