El asunto Uncio colea

El director general del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Jos¨¦ Manuel Uncio, quiz¨¢ peque de altivo o ligeramente soberbio, al decir de las gentes de su entorno, las mismas, ciertamente, que se hacen lenguas de su solvencia profesional y plausible gesti¨®n al frente del mencionado ente. Nada que objetar a tan favorable y sumaria descripci¨®n. Lo grave es que estos mimbres personales no le blindan -digo de Uncio- del acoso cr¨ªtico de la oposici¨®n y de las sospechas del vecindario mejor informado. Cr¨ªtica y sospechas que, como el lector recordar¨¢, surgieron cuando se supo, porque lo public¨® el diario Levante, que el caballero hab¨ªa vulnerado el r¨¦gimen de incompatibilidades que le afecta, constituyendo una sociedad para la administraci¨®n de su patrimonio y los negocios inmobiliarios en general. La tal mercantil se denomina Global Estrategies and Financial Solution, SL, lo que no deja de ser una monumental cursilada.Tan lejos como el viernes pasado, emergi¨® de nuevo este asunto en el curso de la reuni¨®n del consejo general del repetido instituto. La representante de CC OO solicit¨® que el director cuestionado explicase las circunstancias que concurrieron para constituir una empresa que, a todas luces era improcedente en ese momento y con tal objeto social. El consejero de Econom¨ªa y Hacienda, Vicente Rambla, sali¨® al quite y devolvi¨® las preguntas a toriles. Pero las preguntas est¨¢n ah¨ª, por m¨¢s que se reputen contestadas al asegurar que la citada sociedad no hab¨ªa registrado actividad alguna, como sin duda ha sido.

Pero el meollo del episodio no es tanto la actividad de la SL que nos ocupa, sino la desgraciada iniciativa de haberla formalizado. Y, lo que se nos antoja m¨¢s asombroso, el hecho de que se filtrase la evidente irregularidad. A nuestro entender, resulta chocante que cabezas tan bien dotadas jur¨ªdicamente, como se supone que orlan a Uncio, sin soslayar sus propias capacidades, caigan en el error de firmar la escritura de constituci¨®n, siendo as¨ª que pod¨ªan haber aplazado el tr¨¢mite hasta el d¨ªa despu¨¦s de la destituci¨®n o dimisi¨®n. ?O es que se present¨ªa de manera inminente y no se produjo? No es una hip¨®tesis desde?able.

Por otro lado, se comprende que a ciertos prohombres del PP se le hagan los dedos hu¨¦spedes cuando intentan razonar c¨®mo pudo filtrarse esa operaci¨®n que bien puede haber cancelado definitivamente la carrera pol¨ªtica del brillante ejecutivo. ?Fue una jugada desgraciada del azar o, por lo contrario, una maniobra bien calculada, en el sentido de que destruye al implicado sin producir m¨¢s v¨ªctimas colaterales? El tiempo, manso se?or de tant¨ªsimas verdades, acabar¨¢ por poner las cosas en claro.

Sin embargo y mientras tanto, tenemos la impresi¨®n de que el consejero Rambla tendr¨¢ que seguir ali?ando preguntas sobre el IVF y su director general. Interrogantes que ir¨¢n socavando la peana de Uncio hasta que, por s¨ª o por decisi¨®n de quien puede, se produzca el relevo. Es muy posible que en ese trance ya sepamos si en el origen del suceso hay una estupidez o una mano negra que lo ha auspiciado o aprovechado arteramente. A los partidos de la oposici¨®n les basta con pedir peri¨®dicamente explicaciones para cobrarse la pieza que les han colocado en el punto de mira.