Una f¨¢brica catalana mejora su productividad con una plantilla exclusiva de trabajadoras
La empresa radicada en Mollerusa crear¨¢ otra planta similar en la provincia de Toledo
La incorporaci¨®n de la mujer a trabajos ocupados habitualmente por hombres es un hecho cada vez menos infrecuente. La escasez de personal masculino cualificado constituye un problema para muchas empresas que tienen su sede en poblaciones con una baja tasa de paro. ?ste es el caso de Prefabricados Pujol de Mollerussa (Pla d'Urgell), grupo dedicado a la producci¨®n de estructuras de hormig¨®n y armaduras para encofrados, que tras recurrir a mano de obra femenina para abrir una nueva factor¨ªa, ha aumentado su productividad respecto a una plantilla s¨®lo de hombres.
El taller de Ferrofet Catalana, filial del grupo Pujol, comenz¨® hace un a?o y medio a producir armaduras para encofrados de la construcci¨®n con una plantilla formada ¨ªntegramente por mujeres. De 48 trabajadoras ha pasado a tener 166. Hasta entonces, construir esta especie de piezas de mecano era un trabajo exclusivo de hombres, duro y no exento de riesgos.La idea de contratar a mujeres surgi¨® de una necesidad. "Ten¨ªamos un trabajo por hacer y no encontr¨¢bamos mano de obra masculina en toda la comarca. Hicimos un estudio socioecon¨®mico y vimos que hab¨ªa un colectivo de mujeres, la mayor¨ªa amas de casa, que no hab¨ªan trabajado nunca fuera del hogar y que estaban dispuestas a hacerlo si se les ofrec¨ªa un contrato a tiempo parcial", afirma el directivo Jordi Pujol. La empresa puso anuncios en los peri¨®dicos de la provincia solicitando candidatas y la respuesta fue inmediata. Se recibieron 380 solicitudes de interesadas en las plazas.
As¨ª empez¨® la historia laboral entre una de las empresas m¨¢s emblem¨¢ticas de la comarca y este grupo heterog¨¦neo de mujeres contratadas, cuyas edades oscilan entre los 22 y los 64 a?os. Los resultados, un a?o y medio despu¨¦s, han sido espectaculares y se ha demostrado que la apuesta empresarial fue un acierto. Los directivos se deshacen en elogios hacia este grupo de trabajadoras que les han resuelto una dif¨ªcil papeleta. "La experiencia ha sido muy satisfactoria", se?ala Pujol.
Pujol opina que el ¨¦xito se debe a dos factores. Uno, que las mujeres son m¨¢s disciplinadas y ordenadas que los hombres y trabajan con mayor fluidez. "No es cierto el mito de que las mujeres hablan por los codos cuando est¨¢n en grupo. En cambio, siempre ten¨ªamos problemas con los hombres porque trabajaban en parejas y acababan enfad¨¢ndose por cualquier motivo", explica Pujol. El segundo factor es la duraci¨®n de la jornada laboral. Tres turnos de cuatro horas cada uno -de 9.00 a 13.00, de 13.00 a 17.00 y de 17.00 a 21.00, de lunes a viernes-, permiten a estas mujeres compaginar el trabajo con otras tareas. "Al trabajar s¨®lo cuatro horas", a?ade Pujol, "las mujeres apenas se cansan, le ponen m¨¢s ganas y al haber menos paradas aumenta su rendimiento". ?Trabajan m¨¢s y mejor las mujeres? Pujol es contundente: "No s¨¦ si trabajan m¨¢s y mejor, pero lo que s¨ª hemos podido constatar, tras comparar las piezas manufacturadas por hora, es que ha aumentado la productividad respecto a cuando el trabajo era realizado por hombres".
Como la experiencia ha funcionado bien en Mollerussa, la empresa Pujol ha pensado en repetirla en la planta de prefabricados de hormig¨®n que tiene en la poblaci¨®n toledana de Maqueda. All¨ª tiene previsto crear otro taller similar que inicialmente funcionar¨¢ con 60 mujeres. La inversi¨®n en este nuevo centro de producci¨®n de armaduras de hierro para la construcci¨®n ser¨¢ de unos 1.500 millones de pesetas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.