'Efecto llamada'
Nadie ha podido aportar la m¨¢s m¨ªnima prueba del efecto llamada generado por la Ley de Extranjer¨ªa. La opini¨®n m¨¢s solvente, esto es, la de aquellas personas que se vienen ocupando desde hace ya bastante tiempo de estudiar el tema de la inmigraci¨®n y su regulaci¨®n jur¨ªdica, niega que exista un tal efecto. Ni los inmigrantes que vienen ilegalmente tienen la m¨¢s m¨ªnima idea de que existe en Espa?a un nueva Ley de Extranjer¨ªa, ni las mafias que trafican con ellos se preocupan lo m¨¢s m¨ªnimo de la suerte de los inmigrantes una vez que hayan pagado la tarifa por introducirlos en Espa?a. No es la Ley de Extranjer¨ªa la que llama a los africanos, magreb¨ªes o subsaharianos, a entrar en Espa?a. Es su situaci¨®n de falta de perspectivas combinada con la acci¨®n de las mafias la que hace que la inmigraci¨®n aumente de la forma en que lo est¨¢ haciendo. Y no es, por tanto, la reforma de la Ley de Extranjer¨ªa lo que necesitamos, sino el dise?o de una pol¨ªtica migratoria que nos permita hacer frente a un problema que no va a desaparecer, aunque se reforme la Ley de Extranjer¨ªa.En todo caso, de existir ese hipot¨¦tico y por nadie identificado efecto llamada, el origen del mismo estar¨ªa en la forma de proceder del Ministerio del Interior ante el texto de la ley consensuado tras dieciocho meses de negociaci¨®n por todos los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados.
La Ley de Extranjer¨ªa se negoci¨® parlamentariamente sin ruido y de una manera completamente pac¨ªfica. Su tramitaci¨®n hab¨ªa pasado desapercibida para la opini¨®n p¨²blica, que se iba enterando de los cambios que se introduc¨ªan respecto de la normativa anterior de una manera pausada y sin sobresaltos. Fue la reacci¨®n del Ministerio del Interior hablando de que la Ley era un "coladero", la que hizo que dicha ley se convirtiera en un tema llamativo para la opini¨®n p¨²blica espa?ola y la que pudo incluso llamar la atenci¨®n sobre la existencia de la nueva ley fuera de nuestras fronteras.
Ha sido, pues, Interior el que ha creado el problema para, a continuaci¨®n, ofrecer la soluci¨®n, que se nos dice que ¨²nicamente puede ser represiva, y que, por las noticias que vamos recibiendo por los medios de comunicaci¨®n, cada vez parece que va a ser una soluci¨®n m¨¢s costosa y sofisticada.
Ya vamos por el llamado muro electr¨®nico, que se pretende instalar en las costas andaluzas y que va a permitir a la Guardia Civil identificar y localizar a cualquier patera que se aproxime, aunque a¨²n est¨¦ a varios kil¨®metros de la costa. De esta manera, las costas andaluzas se convertir¨ªan en impenetrables para la inmigraci¨®n ilegal. No creo que nadie en su sano juicio piense que realmente con ello se vaya a acabar con la inmigraci¨®n ilegal. Creo que se est¨¢ perdiendo una excelente oportunidad para hacer un debate realista y sereno sobre la pol¨ªtica de inmigraci¨®n y no s¨®lo sobre la Ley de Extranjer¨ªa, que es lo que realmente Espa?a necesita.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.