Condena de siete a?os de c¨¢rcel a un empresario por defraudar a Hacienda
La Audiencia de Valencia ha condenado a un empresario de Valencia, Francisco Montoro Caravaca, a siete a?os y medio de prisi¨®n por haber defraudado al fisco casi 200 millones de pesetas. Seg¨²n los magistrados, el procesado, culpable de tres delitos contra la Hacienda P¨²bica, no hizo la declaraci¨®n de la renta entre 1990 y 1992 con un "prop¨®sito manifiestamente defraudatorio". Montoro ya fue condenado por la Audiencia, aunque el Tribunal Supremo anul¨® aquel juicio.
En aquella ocasi¨®n, Montoro, de 65 a?os, fue condenado a nueve a?os de prisi¨®n y al pago de 221 millones de pesetas por id¨¦ntico delito. Sin embargo, el alto tribunal atendi¨® el recurso del entonces abogado del empresario, Javier Falomir, que consider¨® que la negativa de la secci¨®n primera de la Audiencia de Valencia, que no practic¨® las pruebas solicitadas por ¨¦l en tiempo y forma, caus¨® indefensi¨®n al procesado. El Supremo orden¨® la repetici¨®n del juicio. Ahora, Montoro apenas ha visto reducida su pena. Los magistrados han vuelto a concluir que el empresario, tal como determin¨® la Agencia Tributaria, no present¨® las declaraci¨®n del Impuesto sobre la Renta de las Personas F¨ªsicas en 1990, 1991 y 1992.
Y, seg¨²n el fallo, no atendi¨® sus obligaciones con el fisco "de manera inconcebible en la mente de un empresario". Montoro, en concreto, aleg¨® en el juicio celebrado el pasado 11 de julio que no present¨® las declaraciones porque ¨¦stas eran negativas, es decir, no le obligaban a realizar ning¨²n pago al fisco. Antes, el empresario hab¨ªa exculpado su omisi¨®n por "el mal estado psicol¨®gico provocado por el fallecimiento de su hijo".
El tribunal no ha atendido ninguno de los argumentos del procesado. Al contrario, el ponente de la sentencia, el magistrado Pedro Castellano, entiende que "la ocultaci¨®n absoluta de todos los datos a la Hacienda P¨²blica revela manifiestamente el prop¨®sito defraudatorio, ¨²nica explicaci¨®n coherente ante semejante conducta".
Por ello, condena a Montoro, en sinton¨ªa con la petici¨®n del abogado del Estado, por la comisi¨®n de tres delitos contra la Hacienda P¨²blica. La Audiencia considera como delitos independientes la falta de declaraci¨®n en cada a?o, mientras que el fiscal apreciaba un delito continuado. Seg¨²n el fallo, Montoro dej¨® de abonar al fisco 30 millones de pesetas en 1990; 45 millones en 1991 y 121 millones en 1992.
El fallo condena a Montoro al pago de una multa igual a la cantidad defrauda: algo m¨¢s de 198 millones de pesetas. La condena tiene en cuenta "la conducta obstinada del encausado, dispuesto a no dar la m¨¢s m¨ªnima cuenta de su gesti¨®n empresarial y la importancia econ¨®mica de las sumas defraudadas, sin olvidar la indescifrable vinculaci¨®n con la empresa instalada en un para¨ªso fiscal".
El empresario, que tambi¨¦n ten¨ªa una sociedad en Liechtenstein, levant¨® un peque?o imperio durante los a?os ochenta gracias a Iluminaci¨®n Montoro SA, una f¨¢brica de l¨¢mparas y decorados, ubicada en Aldaia, que obtuvo cuantiosos beneficios gracias a sus ventas en varios pa¨ªses ¨¢rabes. Una crisis posterior arrumb¨® el negocio.
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