Com¨ªn
Hace veinte a?os que muri¨® Alfonso Carlos Com¨ªn. Entonces Rodr¨ªguez Zapatero ten¨ªa 19 y dudo de que pudiera catar qu¨¦ mor¨ªa con Alfonso Carlos, en qu¨¦ medida esa muerte se convert¨ªa en un referente simb¨®lico de la larga, intermitente, crisis de la izquierda espa?ola. Conoc¨ª a Com¨ªn en 1957, durante mi militancia en el FLP, cuando ¨¦ramos doce y el cabo, Julio Cer¨®n, que no tardar¨ªa en ir a parar a la c¨¢rcel. El FLP ensay¨® en la militancia pol¨ªtica la teor¨ªa del di¨¢logo de cristianos y marxistas, y Com¨ªn acab¨® siendo su m¨¢s brillante expositor, en el FLP, en Bandera Roja y luego como miembro del Comit¨¦ Ejecutivo del PCE y del PSUC, culminaci¨®n de treinta a?os de combatir desde el cristianismo la dictadura nacional-cat¨®lica y el capitalismo.En un encuentro clandestino en Par¨ªs, Santiago Carrillo pidi¨® mi opini¨®n sobre el di¨¢logo que hab¨ªa emprendido con la direcci¨®n de Bandera Roja para su ingreso en el partido, y le respond¨ª que me parec¨ªa interesante la integraci¨®n y que el personaje m¨¢s rentable era Com¨ªn, por su condici¨®n de cristiano y por lo tanto avalador de la evoluci¨®n de los partidos comunistas hacia el laicismo. Desde mis 17 a?os hab¨ªa hablado con Com¨ªn de religi¨®n y de Andr¨¦ Malraux, de Tu?¨®n de Lara y de Garaudy, de Montini y de Emmanuel Mounier, de Lanza del Vasto y de Fidel Castro. Com¨ªn era partidario de todos -absolutamente todos- los citados, independientemente de que Malraux hubiera acabado de gaullista y Castro de castrista.
Cuando volvimos a militar en el mismo partido, en el PSUC, Com¨ªn era responsable de la editorial Laia y mont¨® una revista, Taula de Canvi, en la que coincidimos, entre otros, Sol¨¦ Tura, Borja, Ramoneda y yo. Alfonso hizo posible aquel espacio plural, y recuerdo sus ojos grises iluminados cuando trataba de explicarse el desaf¨ªo de un nuevo sujeto hist¨®rico de cambio frente a la izquierda realmente existente. Esa izquierda ha elegido a un nuevo responsable del PSOE y espera elegir al de Izquierda Unida en oto?o. Pero el sujeto hist¨®rico nadie sabe bien d¨®nde est¨¢, y los ateos no podemos ir al cielo a preguntar a Alfonso Carlos Com¨ªn si ese sujeto queda a la vista o es una hip¨®tesis ¨¦pica o l¨ªrica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.