Uno de los pistoleros unionistas m¨¢s sanguinarios del Ulster queda en libertad
Con la liberaci¨®n de Michael Stone, el asesino lealista que dispar¨® contra los asistentes a un entierro cat¨®lico en 1988, el programa de excarcelaci¨®n de los presos pol¨ªticos que apoyan el proceso de paz irland¨¦s llega a su recta final. A las medidas de gracia se acogen tambi¨¦n el recluso del IRA Sean Kelly, responsable de la matanza en una pescader¨ªa de Belfast, y hasta 80 ex activistas republicanos y lealistas con delitos de sangre. Todos recuperan la libertad esta semana, cuando expira el plazo establecido en el Acuerdo de Viernes Santo de 1998, sin que sus organizaciones hayan entregados las armas.
M¨¢s de 500 beneficiados
Stone fue recibido como un h¨¦roe al salir ayer por la ma?ana de la c¨¢rcel de Maze, a pocos kil¨®metros de Belfast. La comitiva que aguardaba en la puerta del penal, compuesta por cerca de un centenar de familiares y simpatizantes, estall¨® de j¨²bilo al ver avanzar a uno de los m¨¢s crueles asesinos lealistas. Stone, de 45 a?os, culpable de seis asesinatos y cinco intentos de asesinato, guard¨® silencio, pero transmiti¨® a trav¨¦s de un colega su apoyo al proceso de paz.El compromiso con la l¨ªnea pol¨ªtica actual y el rechazo de la violencia son imprescindibles para beneficiarse de las medidas de gracia ofrecidas por el Gobierno brit¨¢nico y recogidas en el Acuerdo de 1998. El mensaje de Stone tom¨® fuerza horas despu¨¦s al declarar, en una conferencia de prensa: "Mi guerra ha terminado" o "este es un d¨ªa de celebraci¨®n para m¨ª y mi familia, pero comprendo que hay gente en la comunidad nacionalista que vea mi liberaci¨®n con enfado. La libertad de los presos republicanos tambi¨¦n causar¨¢ ira entre los unionistas. Lo comprendo pero no tengo palabras para aliviar el dolor". Sin llegar a retractarse de sus actos, Stone aportaba su granito de arena al proceso de reconciliaci¨®n en Irlanda del Norte.
Con su salida de la c¨¢rcel, Stone da por terminada su guerra. En 1988 dispar¨® y lanz¨® granadas contra los cientos de asistentes al entierro en Belfast de tres activistas del IRA, abatidos en Gibraltar por los servicios secretos brit¨¢nicos. Las c¨¢maras de televisi¨®n filmaron su acci¨®n que dej¨® un saldo de 60 heridos y tres muertos. Parte del cortejo se lanz¨® en su persecuci¨®n. Stone escap¨® con vida gracias a la polic¨ªa del Ulster.
El hombre excarcelado ayer defendi¨® entonces que los dirigentes del Sinn Fein Gerry Adams y Martin McGuinness eran el objetivo de su ataque. Ayer se?al¨® que McGuinness estuvo en dos ocasiones en el punto de mira de sus atentados. Ante el juez respondi¨® de un total de 35 delitos, incluidos seis asesinatos y cinco intentos de asesinato. De su pena de 700 a?os de prisi¨®n, s¨®lo ha cumplido 11. El l¨ªder del Sinn Fein, Gerry Adams, asegur¨® ayer que la liberaci¨®n de presos es una parte esencial del proceso de paz. "Esto es doloroso para muchos, incluidas las familias de los presos y aquellos que fueron sus v¨ªctimas".
Igual suerte corren esta semana unos 80 ex activistas lealistas y republicanos. Entre ellos, recupera la libertad Sean Kelly, responsable de la bomba en una pescader¨ªa de Belfast que, en 1993, mat¨® a nueve personas, incluida una mujer embarazada y una ni?a. Kelly tambi¨¦n fall¨® en su atentado que, de acuerdo con sus declaraciones, se dirig¨ªa contra un notorio paramilitar lealista.
James McArdle, fue sentenciado a 25 a?os por colaborar en el atentado con bomba en el barrio londinense de Docklands, que en 1996 marc¨® la ruptura de la tregua del IRA. Tan s¨®lo cuatro a?os m¨¢s tarde sale de la c¨¢rcel de Maze en virtud del Acuerdo de Viernes Santo. La ¨²ltima fase de la amnist¨ªa parcial afecta a unos 80 presos culpables de delitos de terrorismo, que recuperan la libertad dos a?os despu¨¦s de refrendarse el acuerdo y sin que se haya llevado a cabo el desarme de sus respectivas organizaciones. Con ellos concluye el programa de remisi¨®n de penas del que, en los dos ¨²ltimos a?os, se han beneficiado medio millar de reclusos paramilitares cuyas bandas mantienen el alto el fuego. Los colectivos de presos jugaron un papel fundamental en la declaraci¨®n de treguas de las bandas armadas y, posteriormente, en la aprobaci¨®n del Acuerdo de Viernes Santo. Su excarcelaci¨®n est¨¢ condicionada a la renuncia absoluta a la lucha armada.
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