Una foto y un v¨ªdeo, claves en la investigaci¨®n del accidente
El h¨²ngaro Andreas Kisgergely, de 20 a?os, es un fan¨¢tico de la aviaci¨®n; por ello pasa sus vacaciones en las cercan¨ªas de los principales aeropuertos del mundo con el fin de obtener fotos de los aviones comerciales. El martes, su pasi¨®n tuvo una extra?a recompensa en el Roissy-Charles de Gaulle de Par¨ªs: fue el autor de la foto del Concorde en llamas, volando a escasa altura pocos segundos antes de estrellarse contra un hotel en Gonesse, causando la muerte a 113 personas.La fotograf¨ªa, de escasa calidad t¨¦cnica, fue primera p¨¢gina en los principales peri¨®dicos del mundo. Esa exclusiva fue lograda sin preparaci¨®n alguna, sin un teleobjetivo adecuado y con un clich¨¦ ¨²nico, objeto despu¨¦s de diversos reencuadres y ampliaciones, lo que explica el exceso de grano que presentaba la imagen.
Andreas comprendi¨® enseguida que ten¨ªa entre sus manos algo excepcional, una imagen ¨²nica de una noticia dram¨¢tica. Por eso llam¨® de inmediato a un amigo en Budapest, empleado de la agencia de noticias Reuters, y se la ofreci¨®. Aunque el precio de la transacci¨®n se ha mantenido secreto, se sabe, por ejemplo, que el semanario Paris Match ha adquirido la exclusiva para la prensa no diaria y que ha pagado por ello el equivalente de siete millones de pesetas.
El v¨ªdeo del camionero
Si la fotograf¨ªa tiene la fuerza de congelar el tiempo, las im¨¢genes obtenidas por un camionero, al parecer espa?ol, con una c¨¢mara de v¨ªdeo muestran los 30 ¨²ltimos segundos del vuelo del Concorde de Air France. La nariz puntiaguda e inconfundible del aparato se asoma por encima de la autopista, a una altura inquietante, demasiado baja, para mostrar despu¨¦s unas llamas de varias decenas de metros de longitud y una espesa humareda en la cola.El cami¨®n est¨¢ circulando y no puede detenerse. Quien filma la tragedia parece tardar unos segundos en comprender el horror que tiene ante su objetivo. Luego sigue filmando, ya no a trav¨¦s de su ventanilla sino de la del conductor, a quien vemos de perfil y o¨ªmos hablar en espa?ol pero de manera confusa.
Varias cadenas de televisi¨®n ya han explotado esta grabaci¨®n. Su valor es que es ¨²nico; los otros localizados por los productores muestran los restos del avi¨®n ya estrellado, convertido en una bola de fuego.
La c¨¢mara del transportista muestra a un Concorde en vuelo, herido de manera irreversible, poco antes de estrellarse a menos de dos kil¨®metros y medio de las pistas de Le Bourget, un aeropuerto parisiense dedicado a recibir autoridades. Esas pistas eran su ¨²ltima posibilidad.
Los expertos que investigan la cat¨¢strofe han asegurado que estas im¨¢genes poseen un gran valor: pueden ayudar a descubrir la causa del accidente, pues en ellas se distingue hasta qu¨¦ punto el fuego proven¨ªa o no de los motores y a cu¨¢ntos afectaba.
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