Fichajes en el mundo 'casteller'

El fichaje por parte de los Castellers de Vilafranca de una anxaneta de los Nens del Vendrell ha desatado una fuerte pol¨¦mica entre ambas colles y ha abierto el eterno debate sobre el trasvase de castellers de un grupo a otro. Una actividad no profesional como la de los castells, pero que cada vez exige m¨¢s preparaci¨®n, est¨¢ adquiriendo tintes que aunque de lejos, y en este caso sin contrapartida econ¨®mica, recuerdan los fichajes multimillonarios del mundo del f¨²tbol.La peque?a Paloma, de seis a?os y residente en El Vendrell, militaba en la colla de los Nens de esta poblaci¨®n desde hace dos temporadas. En este tiempo ha aprendido a coronar castells. La semana pasada coron¨® el cinc de set y el quatre de set amb l'agulla que los Nens realizaron con motivo de la fiesta mayor de El Vendrell. Cinco d¨ªas despu¨¦s, Paloma hizo de aixecadora del quatre de nou amb folre que los Castellers de Vilafranca, agrupaci¨®n con la que ya realiz¨® alguna actuaci¨®n mientras aun luc¨ªa la camisa roja de los Nens, plantaron en Vilanova.

Los Nens han acusado p¨²blicamente a los directivos de los Castellers de Vilafranca de fichar a la peque?a Paloma, de mantener una actitud "poco ¨¦tica" y "de haber faltado a la verdad", ya que su portavoz, Miquel Castells, que subraya que la ni?a se quer¨ªa quedar con los Nens, afirma: "Tuvimos una reuni¨®n en la que nos dijeron que no se la llevar¨ªan". El cap de colla de los de Vilafranca, Francesc Moreno, alias Melilla, niega rotundamente las acusaciones y sostiene: "La ni?a ha venido porque sus padres prefieren estar en la colla de Vilafranca antes que en la de El Vendrell". Melilla a?ade: "Nostros no hemos ido a buscarla, y yo ya les dije a sus padres que no quer¨ªa problemas con los Nens". Los padres de Paloma, as¨ª como otros familiares de la ni?a, trabajan con miembros de los Castellers de Vilafranca y, de hecho, no esconden su voluntad de que la peque?a luzca la camisa verde.

En los Nens se llega a afirmar que detr¨¢s del cambio de Paloma hay un m¨®vil econ¨®mico, lo que es rechazado tajantemente por Melilla: "Quien diga esto es un metiroso; ellos s¨ª que pagan a algunos castellers".

Lo cierto es que en los ¨²ltimos a?os en la colla de Vilafranca han entrado castellers procedentes de otras agrupaciones. Si bien se trata de personas adultas, que libremente deciden cambiar de formaci¨®n para poder hacer castells de la m¨¢xima categor¨ªa -lo que no podr¨ªan hacer en las suyas-, estos trasvases han generado una sensaci¨®n rara en el mundo casteller y la mayor¨ªa de las cr¨ªticas apuntan a Melilla, que en las seis temporadas que lleva dirigiendo a los verds ha conducido a esta colla al mejor momento de su historia.

En los Castellers de Vilafranca se han estrenado en el ¨²ltimo a?o personas procedentes de, como m¨ªnimo, cinco agrupaciones. Esta situaci¨®n tambi¨¦n causa malestar en algunos sectores de los mismos verds, que, califican a los nuevos castellers como "los holandeses", en un inequ¨ªvoco paralelismo con los abundantes extranjeros de los Pa¨ªses Bajos del Bar?a.

El cambio de castellers de una agrupaci¨®n a otra es un hecho desde hace m¨¢s de setenta a?os, si bien la actual pugna entre las grandes colles por liderar la clasificaci¨®n ha a?adido una presi¨®n extraordinaria. Pr¨¢cticamente ninguna colla rechaza recibir a un casteller que ha militado en otra formaci¨®n, pero en la mayor¨ªa se ven con malos ojos estos cambios de camisa.

Mientras que en algunas localidades, como Valls, hay un acuerdo t¨¢cito de no tocar los castellers de la colla rival (lo que resultar¨ªa rid¨ªculo, al casi ser una herencia familiar la militancia en una u otra agrupaci¨®n), en otras, como Terrassa, los intercambios de ni?os son motivo de pol¨¦mica que no pasa de tertulia de caf¨¦. Ahora, ante el creciente n¨²mero de holandeses en Vilafranca, el hecho adquiere otros matices.