El peso de la corona
La presi¨®n y la falta de preparaci¨®n han dejado a Crivill¨¦ sin poder revalidar su triunfo en 500cc
?Qu¨¦ le pasa a ?lex Crivill¨¦? ?C¨®mo puede un campe¨®n hundirse en una crisis meses despu¨¦s de hacer historia? Son las preguntas que se hacen los aficionados, los expertos y hasta el propio protagonista, que ha sucumbido al peso de su propia haza?a. El coste de su corona en 500cc el a?o pasado le ha pasado factura. Y una combinaci¨®n de circunstancias sucesivas ha provocado que, a falta de seis carreras para que acabe el Mundial, pr¨¢cticamente se haya despedido de la posibilidad de pelear otra vez por el t¨ªtulo."Ser campe¨®n del mundo de 500cc en Espa?a es muy duro", explica el noi de Seva, que en marzo cumpli¨® 30 a?os. "De verdad, nadie puede imaginarse lo que significa algo as¨ª para tu vida. Es una presi¨®n y una responsabilidad incre¨ªble". Desde que se convirti¨® en el primer espa?ol en ganar la categor¨ªa reina, el 24 de octubre de 1999 en R¨ªo de Janeiro, Crivill¨¦ no ha dejado de firmar aut¨®grafos, de recibir homenajes y de atender compromisos sociales.
?lex no tuvo descanso en invierno. Lleg¨® saturado a la pretemporada. Su estr¨¦s, que provoc¨® el preocupante desmayo durante los ensayos en Australia en febrero, se junt¨® con la tardanza en el desarrollo de la nueva moto por parte de Honda. Y cuando la NSR versi¨®n 2000 lleg¨®, result¨® que no era tan buena como su predecesora. Las pruebas previas al comienzo del Mundial fueron pocas y negativas.
El campeonato arranc¨® torcido para el n¨²mero uno, y as¨ª ha continuado hasta ahora. Con su moto no ha llegado a entenderse en todo el curso, y encima la tensi¨®n que le envolvi¨® por ser quien era, y por haber conquistado algo tan grande, se combin¨® con su car¨¢cter generoso -nun-ca tiene un no para nadie- e introspectivo -se come el coco con facilidad-. El campe¨®n demostr¨® ser humano y el piloto que maravill¨® la pasada temporada se volvi¨® uno m¨¢s.
Sus resultados de 2000 son desastrosos. No se recuerda un campe¨®n que haya defendido tan mal su t¨ªtulo, que haya estado 17? en unos entrenamientos, como le ocurri¨® a ?lex en el ¨²ltimo gran premio, en Sachsenring (Alemania). De las diez carreras disputadas hasta la fecha, s¨®lo se salvan la segunda posici¨®n en Assen (Holanda) y la brillante victoria en Le Mans (Francia).
Lo dem¨¢s han sido decepciones, entre ellas cuatro ca¨ªdas en carrera (Malaisia, Italia, Catalunya y Alemania). "No voy c¨®modo encima de la moto, no la noto igual que el a?o pasado", ha repetido a lo largo de estos meses. En el ecuador del Mundial, el campe¨®n de 500 se hab¨ªa ca¨ªdo m¨¢s veces que ning¨²n otro piloto. Actualmente, ocupa la s¨¦ptima posici¨®n en la general, a 73 puntos del l¨ªder, Kenny Roberts. Lleva 106 puntos menos que el a?o pasado a estas alturas (88 contra 192), cuando hab¨ªa ganado ya cinco carreras. S¨®lo en sus dos temporadas de aprendiz en 500 (1992 y 93) ofrec¨ªa un parcial tan bajo.
Algunos han querido buscar culpabilidades en el entorno del campe¨®n. "No tiene ning¨²n sentido", defiende Crivill¨¦. "A mi alrededor est¨¢n este a?o las mismas personas que hab¨ªa en 1999, y hacen las mismas cosas que antes. ?se no es el tema". Tampoco la raz¨®n es f¨ªsica: "Los ex¨¢menes han demostrado que estoy fuerte". Queda claro, por tanto, que el origen de todo est¨¢ en la cabeza del campe¨®n.
En las ¨²ltimas semanas surgieron incluso rumores respecto a supuestos problemas personales, que ¨¦l mismo aliment¨® con unas misteriosas declaraciones en Alemania. "Tengo un problema que afecta a mi concentraci¨®n, pero ahora no puedo decir cu¨¢l es", dijo despu¨¦s de la primera jornada de ensayos. Sin embargo, ?lex especific¨® posteriormente que se refer¨ªa a la tensi¨®n y presi¨®n de los ¨²ltimos meses y no a cuestiones privadas.
"No se acaba el mundo por no poder luchar por el t¨ªtulo cada a?o", ha dicho, reconociendo que ya no tiene opciones en 2000. "Sigo disfrutando con mi trabajo. Quiero volver a ganar carreras, y empezar a pensar en volver a pelear la pr¨®xima temporada". Las dificultades llegaron incluso a minar su confianza en Honda y en su equipo t¨¦cnico, y hasta se plante¨® cambiar de equipo.
Crivill¨¦ quiere volver a empezar, reencontrarse a s¨ª mismo y recobrar el prestigio que algunos creen que ha perdido. Sin embargo, pese a la opini¨®n de cierta prensa para quien el cr¨¦dito alcanzado en 1999 se ha agotado muy deprisa, ?lex a¨²n tiene cartel en el Mundial. Negoci¨® con Suzuki cifras multimillonarias por un contrato plurianual, pero acab¨® d¨¢ndole una nueva oportunidad a la marca con la que gan¨® el Mundial. El campe¨®n pasa momentos duros, pero mira al futuro. No hay que enterrar a¨²n al noi de Seva.
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