D¨ªaz pone firme a Redolat

El marroqu¨ª Hicham el Guerruj volvi¨® a asombrar en la reuni¨®n de Z¨²rich, la mejor del mundo y casi un ensayo general con todo de los Juegos Ol¨ªmpicos, que se inaugurar¨¢n el 15 de septiembre en Sydney. El marroqu¨ª gan¨® con 3.27.21 minutos, a s¨®lo 1.21 segundos de su r¨¦cord mundial y tras una carrera en la que Andr¨¦s D¨ªaz quiso dejar claro que su plaza ol¨ªmpica espa?ola no se la va a quitar Jos¨¦ Antonio Redolat. Que discuta con Ferm¨ªn Cacho o Reyes Est¨¦vez. El coru?¨¦s, aunque se qued¨® cortado del grupo de cabeza y tuvo que tirar del siguiente, aguant¨® solo hasta terminar en 3.31.79, cuatro cent¨¦simas menos que su marca personal de 1999. Redolat, demasiado atr¨¢s al principio, no se arrriesg¨® y no pudo remontar despu¨¦s (3.35.00).Para Espa?a, Niurka Montalvo era la atracci¨®n, y tuvo el m¨¦rito de saltar 6,85 metros con dolor de cabeza por la presi¨®n que sufre. Pero tambi¨¦n hubo otra gran estrella: Marta Dom¨ªnguez. Bati¨® el r¨¦cord de Espa?a de 3.000 metros ?por m¨¢s de 12 segundos!: 8.28.80 frente a 8.41.23 de Julia Vaquero en 1996. Pareci¨® descolgarse de las mejores al principio, pero sigui¨® a su ritmo, se recuper¨® y acab¨® tercera, s¨®lo tras Szabo y O'Sullivan.

Marion Jones gan¨® la longitud, con 6,93 y antes los 100 metros, una aut¨¦ntica final ol¨ªmpica adelantada, pero con m¨¢s apuros que nunca en su ¨²ltima etapa de dominio. Hizo una salida nula y ello le perjudic¨® para la partida buena. Pero aun as¨ª, cuando alcanz¨® a Inger Miller a los 50 metros y parec¨ªa escaparse ya como siempre, la campeona mundial de 200 le resisti¨® hasta el final: 10.95 frente a 10.96, con 1,2 metros por segundo de velocidad de viento en contra. Por la calle 1, la incombustible Merlene Ottey estuvo espl¨¦ndida. No correr¨¢ en Sydney los 100, pero mand¨® hasta los 60 metros y fue tercera, delanante de Arron y Pint¨²sevich.

En hombres, ausente Bruny Surin, Maurice Greene gan¨® f¨¢cilmente tras su lesi¨®n. Y con mucha mejor marca, 9.94, pese al metro por segundo de viento en contra. En 5.000, Haile Gebreselassie volvi¨® a sudar su victoria ante los kenianos. Ya no es tan intocable.