Fabra tratar¨¢ de aplacar a sus detractores con cargos secundarios en el PP de Castell¨®n

El presidente provincial del PP de Castell¨®n, Carlos Fabra, quiere llegar al congreso del partido, previsto para el 1 de octubre, con todos los cabos atados, de manera que las peque?as guerras internas se queden en accidentales batallas de las que no trasciendan ni las armas utilizadas. El caso es que, en Castell¨®n, existe una tregua pero no un armisticio que, sin embargo, las distintas familias esperan que quede firmado en el congreso. Por una parte, los fieles a Jos¨¦ Luis Gimeno, el alcalde de la capital de La Plana, cuya agrupaci¨®n local es la que m¨¢s afiliados posee, quieren comenzar a hacerse un hueco real en la organizaci¨®n. Los gimenistas buscan un mayor peso en el partido a nivel provincial, con la reivindicaci¨®n de que la capital de La Plana debe tener mayor representaci¨®n en la organizaci¨®n. En principio, el que apuntaba como sucesor de Gimeno e interesado en implicarse en la vida org¨¢nica era Alberto Fabra, actual concejal de Urbanismo y portavoz municipal.

Pero la estructura que ha mantenido Carlos Fabra en los ¨²ltimos a?os tiene otros detractores en el resto de la provincia, que confluyen en la queja generalizada de la acumulaci¨®n de cargos que ocupa el actual secretario general del PP provincial y vicepresidente de la Diputaci¨®n, Francisco Mart¨ªnez.

El hecho es que, hasta ahora, los tres cargos de mayor poder de la organizaci¨®n del PP de Castell¨®n -presidente, secretario general y coordinador provincial- estaban en manos de hombres de Fabra. A un nivel semejante pero con menor poder real se encontraba el vicesecretario general, Luis Tena, quien pugna por un ascenso. Sin embargo, Fabra sabe tambi¨¦n de la existencia de una base fuerte en el Alto Palancia, a la que habr¨¢ de contentar de alguna manera y si quiere evitar una pelea p¨²blica.

Con la remodelaci¨®n de la estructura provincial, los cargos secundarios se ampl¨ªan con la creaci¨®n de coordinadores por ¨¢reas, seg¨²n la ponencia de organizaci¨®n que se presentar¨¢ al congreso. Esto permitir¨¢, por una parte, dar entrada a aquellas familias que pretenden poder y diluirlo entre varias personas sin que el presidente pierda su hegemon¨ªa pese al consiguiente peligro de que el recambio que se busca para Fabra se haga fuerte desde dentro.