El consulado espa?ol en Miami dej¨® sin protecci¨®n jur¨ªdica a Joaqu¨ªn Mart¨ªnez
Una carta del preso espa?ol solicitando ayuda no fue tramitada hasta que cambi¨® el c¨®nsul
El Consulado General de Espa?a en Miami no prest¨® la debida atenci¨®n a Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez, el espa?ol acusado de un doble asesinato en Tampa durante el a?o 1996, cuando fue juzgado y condenado a muerte, seg¨²n testimonios de los familiares de Mart¨ªnez y documentos escritos del propio acusado en los que ped¨ªa protecci¨®n consular que tardaron meses en ser remitidos al Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid.Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez fue detenido en enero de 1996 acusado del asesinato de su ex socio, Douglas R. Lawson, y de la novia de ¨¦ste, Sherrie McCoy Ward, cargos por los que el fiscal solicit¨® la pena de muerte. Seis meses m¨¢s tarde, Mart¨ªnez envi¨® un carta al consulado. En su escrito, el preso insiste reiteradamente en la petici¨®n de ayuda y advierte de que las acusaciones que pesan en su contra pueden conllevar la condena a muerte o tres cadenas perpetuas consecutivas. "No creo que nadie pueda comprender lo que es estar aqu¨ª en mi situaci¨®n", se lamenta. " Si hay algo que ustedes puedan hacer por m¨ª lo apreciar¨ªa de verdad". Despu¨¦s Mart¨ªnez pide informaci¨®n sobre su caso al consulado.
Seg¨²n la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica (OID), la protecci¨®n consular que los representantes diplom¨¢ticos deben prestar a los ciudadanos espa?oles detenidos en el extranjero incluye la informaci¨®n al interesado sobre su situaci¨®n y la colaboraci¨®n en la medida en que el detenido lo desee. Sin embargo, Joaqu¨ªn Jos¨¦ no recibi¨® ayuda y ni siquiera fue visitado en la prisi¨®n donde se encontraba recluido por el entonces c¨®nsul general en Miami, Carlos Abella, actual embajador ante la Santa Sede. Abella declar¨® a este peri¨®dico no haber tenido noticia del caso y asegur¨® que, de haberlo conocido, habr¨ªa actuado igual que en otros casos, en los que se hicieron visitas a los detenidos y se prest¨® la asistencia legal necesaria. "Nunca supe ni de esa carta ni de ese se?or", asegur¨® Abella.
Pero los familiares del condenado aseguran que conoc¨ªa el caso. "Si hubi¨¦ramos tenido asistencia legal consular al principio, cuando fue acusado, seguro que mi hijo no estaba donde est¨¢. Pero Abella no movi¨® un dedo", asegur¨® el viernes Joaqu¨ªn Mart¨ªnez padre. "Abella nunca nos atendi¨® en su despacho, s¨®lo de pasada, un minuto y en la puerta, nos daba la mano y dec¨ªa que estaba muy ocupado, pero no nos dec¨ªa 'vuelvan ustedes en tal o cual fecha, que les atiendo'. En una ocasi¨®n que le rogamos que hablara con nosotros nos dijo que se ten¨ªa que ir a la jura de bandera de los espa?oles que hab¨ªa en Miami y a la fiesta que hab¨ªa despu¨¦s".
La misiva de Mart¨ªnez, un manuscrito redactado en ingl¨¦s del 7 de junio de 1996, fue recibida en el consulado el 13 del mismo mes. En el texto, Joaqu¨ªn informa de que el d¨ªa 17, es decir, cuatro d¨ªas despu¨¦s de la recepci¨®n de la carta, va a tener lugar una trascendental vista en el que el tribunal debe decidir si acepta o no como prueba la transcripci¨®n de una grabaci¨®n en la que, seg¨²n la fiscal¨ªa, el joven espa?ol se confesaba autor del doble asesinato. Ning¨²n representante diplom¨¢tico espa?ol acudi¨® a la vista. La condena a muerte se bas¨® fundamentalmente en dicha transcripci¨®n, que hace dos semanas el Tribunal Supremo de Florida consider¨® inaceptable.
Meses antes, los Mart¨ªnez desconfiaron del abogado que ellos mismos tuvieron que contratar apresuradamente, Thomas Fox, y acudieron al consulado para pedir que les proporcionasen otro letrado. La respuesta fue rotunda: "Nos dijeron que el consulado no pod¨ªa hacer eso porque sentar¨ªa un precedente y todos los espa?oles con problemas les ir¨ªan a pedir ayuda", afirm¨® Sara P¨¦rez, madre de Joaqu¨ªn. Fuentes diplom¨¢ticas han confirmado que los padres acudieron al consulado en el verano de 1996 "para ver c¨®mo se les pod¨ªa ayudar porque, dec¨ªan, Fox no era bueno. Ellos dudaban de su capacidad, pero el c¨®nsul honorario en Tampa inform¨® al consulado en Miami que Fox era buen abogado y que no ve¨ªa irregularidades en el caso".
En enero de 1997, Abella dej¨® el Consulado General en Miami para ocupar su nuevo destino como embajador ante la Santa Sede. Para entonces, en la Direcci¨®n General de Asuntos Consulares no se ten¨ªa constancia del caso.
Fuentes diplom¨¢ticas aseguran que existe una circular del Ministerio de Asuntos Exteriores por la que se obliga a informar en menos de 48 horas, a partir del momento en que el consulado tenga noticia, de la detenci¨®n de un espa?ol en el extranjero, pero las cartas de Mart¨ªnez llegaron a Exteriores en el primer trimestre de 1997, m¨¢s de un a?o despu¨¦s de la detenci¨®n del acusado y poco antes de que el juez Padgett condenara a Jos¨¦ Joaqu¨ªn Mart¨ªnez a morir en la silla el¨¦ctrica.
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