Vampiro
Humboldt cuenta, en la cr¨®nica de su viaje por el Orinoco, c¨®mo los vampiros persegu¨ªan a las caballer¨ªas, y c¨®mo durante la noche revoloteaban por encima de su hamaca. El naturalista alem¨¢n fue el primero en realizar unos dibujos de aquellos inquietantes animales, que recibieron aquel nombre de origen h¨²ngaro que -aunque la etimolog¨ªa a¨²n es incierta- significa "brujo". Como sucede a menudo, la imaginaci¨®n de los hombres se concreta en la naturaleza, y lo m¨¢s temible que la mente humana pueda idear, antes o despu¨¦s se materializa en el mundo real. Aquellos "murci¨¦lagos" ¨¢vidos de sangre, emblema de los herejes, se encarnaron en aquellos vampiros tropicales, que los cient¨ªficos, reincidiendo en el mal, denominaron Vampirus spectrum. Y, curiosamente, durante el mordisco, estos animales inoculan en las caballer¨ªas una sustancia anticoagulante, que hace que la v¨ªctima se desangre durante horas. Por tanto, la realidad en este aspecto casi supera la ficci¨®n. Alberto Magno recomendaba a los que quisieran ver tanto de noche como de d¨ªa que untaran su rostro con sangre de murci¨¦lago. La advertencia no deja de ser sorprendente, sobre todo si atendemos a la etimolog¨ªa de esta palabra, que significa, literalmente, "rat¨®n ciego" (de mus-muris, rat¨®n, por lo que antiguamente tambi¨¦n se denomninaba "murciego"). En fin, en nuestros d¨ªas no hace falta viajar hasta los tr¨®picos, ni tan siquiera hasta las tierras h¨²ngaras, para tropezar con estos Vampirus spectrum. Aunque la puntualizaci¨®n es f¨¢cil, un simple paseo nocturno por los bares de moda de D¨¦nia o X¨¤bia aporta una diversidad vampiresca admirable. M¨¢s cerca del espectro que del murci¨¦lago, claro. Y aun as¨ª, qu¨¦ fauna m¨¢s prodigiosa, Santo Cielo...
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