La soledad del ¨¦xito

El ciclismo femenino, a¨²n a su m¨¢ximo nivel, no moviliza a las masas, pero tampoco a los dirigentes. Desde el s¨¢bado, si no antes, se preve¨ªa el ¨¦xito en el Tour de Francia de la ciclista espa?ola Joane Somarriba, pero s¨®lo dos dirigentes la arroparon en el podio de Par¨ªs: el presidente de la Federaci¨®n Vasca de Ciclismo, Javier Madariaga, (que pos¨® junto a las campeonas con una ikurri?a) y el secretario de la Federaci¨®n Espa?ola de Ciclismo, Rafael Torres. Nadie m¨¢s.En tiempo de plenas vacaciones de agosto las autoridades no hacen mudanza. La situaci¨®n chirriaba con la actitud demostrada por los dirigentes deportivos e institucionales en el deporte masculino o cuando las mujeres juegan al tenis o practican atletismo (casi las dos ¨²nicas excepciones a la regla).

No ser¨ªa por falta de ceremonia, porque en eso los organizadores de la carrera (ajenos al Tour de Francia) se distinguen por un amor desmedido al protocolo, que resiste incluso los embates del temporal.

Somarriba ten¨ªa en Par¨ªs a su padre V¨ªctor, que dej¨® el restaurante que regenta en Sopelana y cogi¨® un vuelo ayer msmo, tras estar al albur de la lista de espera. Ayer por la tarde, apoyado en una valla junto a la meta, a¨²n no sab¨ªa d¨®nde iba a dormir. Acompa?aban a la ciclista algunos amigos venidos de Vizcaya, y entre los chubasqueros sobresal¨ªa el rojo y blanco de una camiseta del Athletic que luc¨ªa un joven vizcaino. Algunos espa?oles de trabajo o de vacaciones en Par¨ªs completaban un s¨¦quito tan reducido como entusiasta.

Somarriba prefer¨ªa pensar que el hecho de que el pr¨®ximo Tour salga desde Bilbao, unido a su ¨¦xito internacional, proponga un mejor futuro a este deporte. Al menos, m¨¢s acompa?ado.