Las patrullas se quedan solas

Est¨¢n muy enfadados. Y hablan de "sacar los palos a la calle". Los organizadores de las patrullas vecinales de Ciutat Vella no consiguieron movilizar m¨¢s que a unas 20 personas para la ronda del domingo, pero aseguran que continuar¨¢n saliendo cada d¨ªa mientras no observen m¨¢s presencia policial y un descenso de la delincuencia. S¨®lo exigen "poder salir a la calle", y hacerlo con seguridad.Pero la xenofobia aflora entre la indignaci¨®n. Las asociaciones de vecinos de Ciutat Vella lo han constatado y, por ello, niegan cualquier tipo de apoyo a las patrullas vecinales. "Salir a la calle no es la soluci¨®n, ya que es la polic¨ªa la que tiene que vigilar el barrio". As¨ª lo manifestaba ayer uno de los representantes de la Asociaci¨®n de Vecinos del Raval.

Alfonso, uno de los miembros de la patrulla, aseguraba que ha entrado en la asociaci¨®n de su calle para intentar que el resto de vecinos "se mueva". Considera que las asociaciones de vecinos tendr¨ªan que utilizar "mano dura" contra los delincuentes.

En opini¨®n de los miembros de las patrullas vecinales, los inmigrantes son los culpables de la degradaci¨®n que vive el barrio. Acusan a los magreb¨ªes de ser los "reyes de la droga", de proferir amenazas, de ser los autores de los peque?os hurtos y de la inseguridad que se ha apoderado de ellos. Distinguen entre los habitantes del barrio "de toda la vida" y los que han ido llegando. A estos ¨²ltimos los conocen. Saben qu¨¦ bares frecuentan y los evitan.

A unos 20 metros del lugar donde se concentr¨® la patrulla de la calle de Montserrat ayer por la madrugada, hay un bar frecuentado por magreb¨ªes. Los vecinos aseguran que los autores de la brutal agresi¨®n que sufri¨® un travestido el pasado fin de semana son parroquianos de este establecimiento. "Se han hecho los due?os del barrio. Hay que hacer algo" coincid¨ªan.

Pero ?qu¨¦ hay que hacer? Las soluciones son tan diversas como miembros tiene la patrulla. "Eso lo arreglo yo con una bayoneta" aseguraba uno de los vecinos mientras recordaba la ¨¦poca en que trabajaba como sereno. "Cuando nos encontr¨¢bamos con un tipo raro tirado en la calle, le pinch¨¢bamos la barriga. No volv¨ªamos a verlo", explicaba con orgullo. Otro de sus interlocutores habla claro. "Eso lo arregla la Falange en un santiam¨¦n". El resto del grupo permanece en silencio.

Ante la oleada de quejas por la inseguridad del barrio, las administraciones se han apresurado a publicar cifras. Entre el 1 y el 21 de agosto los delitos en Ciutat Vella han disminuido en un 9,4% respecto al mismo periodo del a?o pasado. As¨ª lo aseguraba ayer un portavoz de la Delegaci¨®n del Gobierno. Tambi¨¦n afirma que durante el verano han llegado a Barcelona m¨¢s de 500 efectivos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.

Y empiezan a ser visibles. La madrugada del lunes, mientras los vecinos patrullaban por la calle de Montserrat, un veh¨ªculo del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa parec¨ªa escoltarlos. En 10 minutos pas¨® cinco veces por la esquina. Siempre el mismo coche. Una pareja de guardias urbanos tampoco se movi¨® de la calle de Montserrat y los vecinos los miraban entre incr¨¦dulos y divertidos. "Si cada noche fuese as¨ª, no tendr¨ªamos que salir nosotros". A las 0.15 horas salt¨® la alarma. "Han atracado a un hombre a dos calles de aqu¨ª". Se lo hab¨ªan robado todo. Los vecinos ni se inmutaron. Media hora m¨¢s tarde desmontan la patrulla. De hecho, se desmonta sola, ya que sus integrantes, uno por uno, desaparecen disimuladamente. "Pero ma?ana volveremos".