"Para pedir agua hay que estar legitimado, y es l¨®gico que Arag¨®n plantee resistencia"
Es una de las voces espa?olas m¨¢s autorizadas para hablar de planeamientos hidrol¨®gicos, y lo hace desde una perspectiva hist¨®rica que explica las reticencias actuales de algunas comunidades aut¨®nomas a ceder sus excedentes a la Espa?a seca, que crece de forma incontrolada sin tener en consideraci¨®n sus recursos naturales. El ex rector de la Universidad de Alicante conf¨ªa en que el Plan Hidrol¨®gico Nacional, como cuesti¨®n de estado, se apruebe este a?o.
Pregunta. ?El Plan Hidrol¨®gico Nacional, en los primeros compases de debate, ha desatado un conflicto de intereses regionales. ?Situaci¨®n previsible que se puede agravar?Respuesta. Era de preveer por la sencilla raz¨®n que el nudo gordiano es el de los trasvases, y esto ha suscitado problemas desde el Plan Nacional de Obras Hidr¨¢ulicas de 1933, que plante¨® por primera vez la transferencia del Tajo y gener¨® problemas en lo hoy es Castilla-La Mancha, y por el contrario adhesiones fervientes en el sur y sureste de Espa?a. Digo esto porque se confunde de manera sistem¨¢tica. En ese plan se habla de la posibilidad de transferir agua del Guadiana y del Tajo, pero el primer planteamiento del Ebro lo hace en 1937 F¨¦lix de los R¨ªos Mart¨ªn. Naturalmente, cuando se habla de transferir agua el problema surge de inmediato, porque tradicionalmente la transformaci¨®n de los regad¨ªos ha sido garant¨ªa de cosecha y diversificaci¨®n, y las comunidades con excedentes, que adem¨¢s no se encuentran entre las m¨¢s desarrolladas, es l¨®gico que defiendan sus recursos.
P. Como Arag¨®n ahora.
R. No es que en modo alguno la cuenca del Ebro se ci?a a Arag¨®n, pero la mitad de la cuenca est¨¢ en territorio aragon¨¦s, y a eso hay que a?adir otro dato importante: la desertizaci¨®n de esa regi¨®n, que ha experimentado, en beneficio de regiones perif¨¦ricas como la Comunidad Valencia y Catalu?a, un cambio demogr¨¢fico importante, una corriente migratoria considerable. Como recurso natural, es l¨®gico que a la hora de ceder el agua plantee resistencias. Hay que ponderar otra cuestion, y es que la transformaci¨®n en regad¨ªos no es hoy un veh¨ªculo de modernidad. Teniendo en cuenta que nuestra actividad agr¨ªcola se mueve en el ¨¢mbito de la OMC, hay regad¨ªos que son inviables. Considero que es un grave error plantear las compensaciones siempre en t¨¦rminos hidrol¨®gicos, cuando ser¨ªa m¨¢s eficaz y fomentar¨ªa el desarrollo hablar en t¨¦rminos de infraestructuras m¨¢s eficaces, rentables y justas.
P. Si hist¨®ricamente ha sido imposible alcanzar acuerdos nacionales en materia de agua, ?hay alg¨²n matiz que nos invite a pensar que ahora ser¨¢ diferente?
R. Yo pienso que el Plan Hidrol¨®gico Nacional saldr¨¢ adelante, pero desear¨ªa que fuera lo menos traum¨¢tico posible. No basta con pensar a la hora de mandar agua que la referencia es el volumen demogr¨¢fico, y no hay que olvidar que Arag¨®n ha sufrido muchos desenga?os, muchas promesas incumplidas en momentos en que la transformaci¨®n en regad¨ªos era eficiente, y es l¨®gico que ahora desconf¨ªe. Entiendo que as¨ª sea, aunque tambi¨¦n es verdad que hoy el Estado dispone de unos recursos a la hora de establecer compensaciones que antes eran inasumibles.
P. Es, pues, cuesti¨®n de precio.
R. El agua no es s¨®lo un bien econ¨®mico del que se puede disponer libremente. Tenemos una experiencia secular de mercado de agua y sabemos lo que ocurre. El agua es un bien estrat¨¦gico de importancia vital que no puede tener un planteamiento de mercado, que lo hace poco razonable. Para pedir transferencias hay que sentirse legitimado, y un plan que pretenda la denominaci¨®n de hidr¨®logico debe serlo. Un plan hidr¨¢ulico consiste en conducir, almacenar y aprovechar agua, y eso es s¨®lo un cap¨ªtulo de un plan hidrol¨®gico, que es m¨¢s amplio y m¨¢s rico en matices y perspectivas. Uno est¨¢ legitimado para pedir con una adecuada gesti¨®n del agua y un planteamiento de desarrollo sostenible, y no con un crecimiento incontrolado hasta no se sabe d¨®nde, lo que es extremadamente peligroso. En un Plan Hidrol¨®gico Nacional es necesaria una adecuada gesti¨®n del agua, que en este pa¨ªs todav¨ªa deja mucho que desear.
P. ?Qu¨¦ nos falta para ello?
R. Para empezar no tenemos un inventario de los recursos disponibles, ni un estudio en profundidad sobre en qu¨¦ medida se aplica la reutilizaci¨®n de aguas residuales, salobres y salinas. Y, sobre todo, hay que avanzar en el ahorro, que no se despilfarre. Hay que administrar al m¨¢ximo lo que se tiene y, dentro de ciertos l¨ªmites, reclamar m¨¢s agua.
P. Nosotros, que tanto pedimos, ?la administramos bien?
R. Despilfarramos menos que otros. Si hablamos del abastecimiento urbano, en algunos puntos de Espa?a se pierde hasta el 50% del caudal en la conducci¨®n, y aqu¨ª tenemos un buen control, aunque la gesti¨®n siempre es mejorable.
P. Todo trasvase comporta impacto medioambiental.
R. Impacto hay siempre, y en este caso se ha buscado reducir. Es el menos ambicioso de los macrotrasvases del Ebro. El anteproyecto de 1993 planteaba aportar a la Comunidad Valenciana y Murcia 1.935 hect¨®metros c¨²bicos anuales, y en estos momentos estamos hablando de 730 hect¨®metros. Pero insisto en que debe ser la ¨²ltima instancia. Es dif¨ªcil prescindir del trasvase, pero si fu¨¦ramos sensatos, si la gente se mentalizase y gestion¨¢ramos bien el agua, lo deseable ser¨ªa que en el futuro ese umbral no s¨®lo no se excediera, sino que se rebajara.
P. ?En la Espa?a seca?
R. T¨¦cnicamente, con una buena gesti¨®n del agua, es posible.
P. Desde una perspectiva hist¨®rica y personal, ?cree que el gobierno que acometa los trasvases se la juega?
R. Si hace un planteamiento s¨®lo de trasvases y se reduce a una ley de transferencias, producir¨¢ desencanto. De lo contrario, tendr¨¢ un sitio de honor en la historia de Espa?a. Se ha de hacer con amplitud de perspectivas, contando con todos.
P. ?En qu¨¦ plazos?
R. Si se funciona con la suficiente seriedad y abandon¨¢ramos esa inclinaci¨®n frecuente por la chapuza, en un horizonte de 20 a?os estar¨ªa solucionado.
P. ?Conf¨ªa usted en ello?
R. Abrigo ciertas dudas.
P. ?Cu¨¢nto debe costar el agua?
R. Defiendo que no puede existir un precio igual para todos, por la sencilla raz¨®n de que la repercusi¨®n final es muy diferente en funci¨®n de la actividad. El uso urbano, tur¨ªstico e industrial puede asumir unos costes imposibles para la agricultura. Todos deben pagar lo que vale el agua, pero en el caso agr¨ªcola hay que atender a otros criterios.
P. Y en justicia, ?qui¨¦n debe pagarla?
R. Todos, pero unos con m¨¢s facilidad que otros.
P. ?El trasvase J¨²car-Vinalop¨® implica duplicidad de infraestructuras?
R. No lo creo. Siempre he tenido claro que al Vinalop¨® no llegar¨¢ una gota del J¨²car hasta que est¨¦ aprobada la transferencia del Ebro. En ¨²ltima instancia lo que llegar¨¢ ser¨¢ agua del Ebro, y conviene no olvidarlo. Es obvio que cualquier trasvase que se plantee debe estar armonizado con el Plan Hidrol¨®gico, que se fundamenta en la armon¨ªa.
P. ?Y qu¨¦ le parece lo que conocemos del documento?
R. No pasa de ser un esbozo. Creo que se ha procedido con habilidad pol¨ªtica teniendo en cuenta la experiencia del anteproyecto anterior, que dio lugar a una serie de tensiones entre comunidades y gobierno, presididos por el mismo partido. Ahora se han producido aproximaciones. Primero se aprobaron los planes de cuenca, luego el Libro Blanco del Agua, que fue un globo sonda importante, y en julio se anunci¨® una inversi¨®n de tres billones de pesetas en infraestructuras sin hablar todav¨ªa de trasvases. El anteproyecto, cuando se recoja para ser ley, tendr¨¢ una aprobaci¨®n mayoritaria, aunque siempre habr¨¢ discrepancias. Ser¨ªa muy triste que en el a?o 2000 las fuerzas pol¨ªticas no fueran capaces de asumirlo.
P. Es decir, que vamos bien.
R. Podr¨ªamos ir mejor, pero es bueno que se haya desbloqueado y que todas las fuerzas lo consideren una cuesti¨®n de Estado. Lo importante es que no quede en un mero plan hidr¨¢ulico.
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