El precio del odio en EE UU
Un abogado antirracista causa la ruina econ¨®mica del l¨ªder neonazi de Naciones Arias
Morris Dees acaba de conseguir su octava gran victoria consecutiva contra los ap¨®stoles del odio racial en Estados Unidos. Un jurado de Idaho, en el extremo noroeste del pa¨ªs, ha condenado al fundador del grupo ultra Naciones Arias, Richard Burtler, de 83 a?os, y a tres de sus seguidores a pagar 6,3 millones de d¨®lares (1.200 millones de pesetas), que no tienen, por la agresi¨®n que sufrieron hace dos veranos una madre y su hijo junto al campamento de los supremacistas blancos. El abogado Dees va a pedir la confiscaci¨®n de todos los bienes de Butler, excepto la ropa que viste, incluido el nombre de Naciones Arias para que no vuelva a ser usado jam¨¢s.La ruina del viejo Butler comenz¨® a labrarse hace dos veranos. Victoria Keenan, de 42 a?os, y su hijo Jason, de 19, volv¨ªan de una fiesta familiar cuando su destartalado coche petarde¨® al anochecer justo al pasar ante el campamento que Naciones Arias tiene en Hayden Lake, un pueblo min¨²sculo junto al lago hom¨®nimo cerca de la raya entre Idaho y el Estado de Washington: un paisaje id¨ªlico, lejos de la civilizaci¨®n, adonde Butler huy¨® hace casi 30 a?os en busca de la pureza racial blanca. Tres militantes de Naciones Arias que hab¨ªan estado bebiendo cerveza creyeron que alguien atacaba el campamento. Saltaron a un coche y se fueron a la guerra armados hasta los dientes.
A los Keenan les entr¨® p¨¢nico cuando los arios comenzaron a disparar sobre ellos y a gritarles que se pararan. Finalmente, una bala destroz¨® una rueda y el coche se fue a la cuneta. Los perseguidores se liaron a golpes. "Me apunt¨® una pistola", declar¨® Keenan en el juicio. "Cre¨ª que me iban a matar". Convencidos los arios de que los Keenan no iban armados, les dejaron marchar, pero s¨®lo porque eran blancos, seg¨²n cuenta Victoria que dijeron.
Dees -a miles de kil¨®metros de Idaho, en su despacho de Montgomery (Alabama), la cuna del movimiento de los derechos civiles- vio una oportunidad de oro de acabar de una vez con el grupo Naciones Arias. Siete veces consecutivas hab¨ªa tenido ¨¦xito en su estrategia de estrangular econ¨®micamente a quienes predican el racismo y la intolerancia, que en Estados Unidos cuentan con cientos de c¨¦lulas.
El abogado, que tiene ahora 64 a?os y es blanco, termin¨® Derecho en 1960 y pronto puso sus conocimientos al servicio de los derechos civiles. Se granje¨® la enemistad de los blancos sudistas cuando en 1967 present¨® una demanda contra la construcci¨®n de una universidad s¨®lo para blancos en Alabama. Aquel fue un a?o crucial en su vida: decidi¨® deshacerse de la editorial que regentaba y centrarse en los derechos civiles. Cuatro a?os despu¨¦s, con dos amigos, fund¨® el Southen Poverty Law Center (SPLC), un bufete contra la injusticia y el racismo, que fue creciendo con el paso de los a?os hasta convertirse en una organizaci¨®n que, en 1981, cre¨® una secci¨®n que vigila todos los movimientos del Ku Klux Klan, y, en 1994, otra dedicada a controlar a las milicias violentas.
Woody Guthrie escribi¨® optimistamente en su guitarra aquello de que "Esta m¨¢quina mata fascistas" y Dees ha convertido al SPLC en una m¨¢quina que acaba con ellos. El abogado narra en un libro titulado Hate on Trial. The Case Against America's Most Dangerous Neo Nazis (El odio en el banquillo. El caso contra el neonazi m¨¢s peligroso de Estados Unidos) el juicio de 1990 al racista Tom Metzger y su Resistencia Aria Blanca por la muerte de un estudiante et¨ªope en Portland (Oreg¨®n), que se cerr¨® con una condena a pagar 12,5 millones de d¨®lares.
El precio del odio, la asfixia econ¨®mica, le ha dado resultado a Dees y es lo que ha buscado hacer pagar a Naciones Arias. "Todos los activos que hay en el campamento y fuera de ¨¦l son propiedad de los demandantes", advierte Dees a Butler, quien no particip¨® en la agresi¨®n pero fue considerado por el jurado c¨®mplice, por negligencia, en lo ocurrido. "Consideraremos como fraudulento todo movimiento de bienes, con excepci¨®n de su ropa personal". Entre los bienes que piensa reclamar el abogado est¨¢ el nombre Naciones Arias, que no volver¨¢ a ser usado. "Queremos cerrar para siempre ese triste cap¨ªtulo de nuestra historia".
Butler, que combati¨® a los nazis en la II Guerra Mundial, ve ahora aquello como un error de juventud y en el juicio manifest¨® que la ¨²ltima gran naci¨®n blanca fue derrotada en 1945. "No pueden pararnos. Esto no es nada", coment¨® sobre la sentencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.