Rebeli¨®n en Indiana

Miles de estudiantes de la Universidad de Indiana recorrieron el campus el domingo en una marcha de protesta por el despido del entrenador del equipo de baloncesto, Bobby Knight, cuyo contrato cancelaron las autoridades tras su enfrentamiento, verbal y f¨ªsico, de la semana pasada con un estudiante. Los manifestantes, que quemaron camisetas del equipo, reclamaron la dimisi¨®n del rector en apoyo de una de las personalidades m¨¢s carism¨¢ticas y abrasivas del deporte norteamericano. Los jugadores han insiunado que podr¨ªan amotinarse. Knight, de 59 a?os, desafiante como siempre, ha anunciado que tomar¨¢ medidas.Knight fue despedido tras una reuni¨®n en la que las autoridades universitarias decidieron cortar dr¨¢sticamente una carrera de arbitrariedades, malos gestos y actuaciones antideportivas tan larga como la de sus ¨¦xitos: en sus 29 a?os como entrenador de la Universidad de Indiana, los Hoosiers han sido tres veces campeones universitarios nacionales, 10 veces campeones regionales, ganaron la liga sin sufrir una sola derrota en toda la temporada de 1976... Fuera de la universidad, Knight llev¨® al oro ol¨ªmpico al equipo de Estados Unidos que en 1984 derrot¨® en la final de Los Angeles a la selecci¨®n espa?ola de los Corbal¨¢n y Epi.

La crisis estall¨® en Indiana la semana pasada, con un choque entre Knight y un estudiante que se dirigi¨® a ¨¦l en t¨¦rminos poco respetuosos. Con su virulenta reacci¨®n, el entrenador viol¨® las condiciones que le impuesieron el 15 de mayo para seguir en Indiana: al trascender un v¨ªdeo de 1997 en el que se ve¨ªa c¨®mo agarraba por el cuello a un jugador, se le prohibi¨® que volviera a actuar violentamente. El rector, Myles Brand, anunci¨® el domingo que la medida fue tomada no s¨®lo por el ¨²ltimo incidente sino por una serie de insubordinaciones desde mayo. La ¨²ltima fue que el rector le orden¨® que se quedara en Bloomington, sede de la universidad, mientras se dec¨ªa su suerte. Y se march¨® a pescar a Canad¨¢.

El despido cay¨® como una bomba en una universidad dominada por la personalidad de Knight. Como dec¨ªa un antiguo estudiante: "Todo se resum¨ªa en comprar una entrada para el partido y ver a Bobby Knight". En Indiana y en otros lugares se vi¨® a Knight maltratar a los jugadores, pelearse con la polic¨ªa, encararse con los ¨¢rbitros, insultar a la grada, lanzar sillas a la pista... barbaridades que eran aceptadas graciosamente como parte del paquete Knight. Los manifestantes lo dejaron bien claro con sus gritos: "?Queremos a Bobby!".

En una emotiva intervenci¨®n, Knight se dirigi¨® a los estudiantes:: "En los pr¨®ximos dos d¨ªas me voy a reunir con los estudiantes que lo deseen y luego voy a contar mi parte de la historia. Creo que ser¨¢ interesante". Algunos de sus jugadores apenas conten¨ªan las l¨¢grimas. En una atm¨®sfera de total entrega, se lleg¨® a especular con la negativa a jugar bajo otro entrenador. Kent Harvey, el estudiante de 19 a?os al que se enfrent¨® Knight, y su padre, Mark Shaw, muy cr¨ªtico con el entrenador y que aire¨® el incidente, pasar¨¢n a la peque?a historia del baloncesto como los hombres que acabaron con un entrenador de leyenda. Hacer rodar esa cabeza les costar¨¢ noches de sue?o. Desde el altercado, padre e hijo han recibido todo tipo de amenazas, incluidas las de muerte. El domingo se quem¨® un mu?eco que representaba a Harvey. La universidad dice garantizarle la seguridad. "Ya veremos en qu¨¦ queda todo", comenta Shaw. "Da miedo".