Ibarretxe inicia su tercer curso parlamentario con el mayor nivel de desgaste de la legislatura
El lehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe va a afrontar el tercer curso pol¨ªtico de su mandato con el mayor nivel de desgaste de la legislatura. A los problemas que ya ha encontrado para sacar adelante leyes, -s¨®lo ha aprobado cuatro- se suma el abandono de EH del Parlamento, la dura oposici¨®n que est¨¢n dise?ando los partidos de la oposici¨®n, y su fracaso para dise?ar un plan de paz. La Ley Municipal, la del Suelo, o del Agua, junto a los presupuestos se perfilan como algo imposible de sacar adelante. En el nuevo Parlamento, UA e IU se van a convertir en la llave de las mayor¨ªas.
Escepticismo
Aunque el curso pol¨ªtico ya ha comenzado, el Parlamento vasco est¨¢ al ralent¨ª, sumido en un traj¨ªn de obras, debido a la ampliaci¨®n de sus instalaciones. El tr¨¢fico de empleados y materiales de construcci¨®n que van de un lado para otro en la C¨¢mara de Vitoria s¨®lo se parece a la velocidad con la que los grupos pol¨ªticos preparan el inicio del curso oficial que abrir¨¢ el lehendakari Ibarretxe. Las obras del Parlamento se acabar¨¢n precisamente para el d¨ªa 22, con el debate de pol¨ªtica general. Sin embargo esa ser¨¢ la fecha en la que comenzar¨¢ el particular calvario para el Gobierno vasco. Los parlamentarios vascos siguen tan divididos como antes del verano, s¨®lo que el abandono de los 14 diputados de EH ha abierto una brecha en la l¨ªnea de flotaci¨®n de la mayor¨ªa nacionalista. Y a ese problema se suman los que el Ejecutivo arrastra de los dos anteriores cursos pol¨ªticos, en los que ha encontrado serias dificultades para sacar adelante sus anteproyectos de ley.
El Gobierno se dej¨® en la gatera uno de los proyectos m¨¢s importantes, la Ley Municipal, y entre sus miembros el escepticismo es el sentimiento m¨¢s extendido, frente a la posibilidad de sacarlo adelante en lo que resta de legislatura. Se trata de una ley complicada que obliga a hacer modificaciones en la Ley de Aportaciones, en el Consejo Vasco de Finanzas, y que requiere de un amplio consenso y mucho trabajo de campo, precisamente cuando la situaci¨®n pol¨ªtica empeora d¨ªa a d¨ªa. Junto a ese texto est¨¢n las asignaturas pendientes de la Ley del Suelo, o la Ley del Agua, que tambi¨¦n tendr¨¢n que esperar mejores tiempos.PNV y EA s¨®lo disponen de 27 esca?os. PSE y PP son mayor¨ªa, con 30 esca?os. En esa situaci¨®n de minor¨ªa -al abandonar los 14 de EH- la clave la tiene el Grupo Mixto, formado por IU y UA. Incluso en la hip¨®tesis de que PNV y EA arrastren hacia s¨ª a IU, necesitar¨ªan los dos esca?os de UA para disponer de 31 votos con los que vencer al t¨¢ndem PSE-PP.
Curiosamente UA tiene un pacto en ?lava con el PP, gracias al cual forma parte de los gobiernos municipal y foral.
En ese nuevo Parlamento, las minor¨ªas tienen la llave incluso de los presupuestos. El Gobierno ya est¨¢ elabor¨¢ndolos y los va a presentar antes de final de a?o, para que inicien el tr¨¢mite parlamentario, aunque las posibilidades de que salgan adelante con el apoyo de UA son remotas.
Frente a esas leyes pendientes, que todav¨ªa no han traspasado el umbral del propio Gobierno, los partidos tienen que afrontar otros retos que requerir¨¢n de negociaciones largas y dif¨ªciles.
La Carta Social, uno de los objetivos estrat¨¦gicos de HB, ya est¨¢ en ponencia parlamentaria. Pero para salir adelante los partidos del Gobierno necesitan o bien a HB o bien al PSE, ya que la Carta Social, el salario para todos los desempleados, no es del agrado del PP.
Junto a esa iniciativa social, los partidos deber¨¢n adem¨¢s solucionar un asunto que afecta a la convivencia parlamentaria, el Reglamento de la C¨¢mara, el m¨¢s viejo de todas las regulaciones de las c¨¢maras de Espa?a.
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