Seco conf¨ªa en que la construcci¨®n europea acabe con el "terrorismo secesionista"
El historiador clausura los cursos de la UIMP y recibe la medalla de honor
El siglo XX ha sido bueno para Espa?a, aunque s¨®lo sea porque concluye mejor de lo que empez¨®. Al menos esto es lo que piensa el historiador Carlos Seco Serrano, que ayer recibi¨® en Santander la medalla de honor de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP), minutos antes de pronunciar la lecci¨®n de clausura de los cursos de verano de la UIMP.El historiador mostr¨® adem¨¢s su confianza en que la construcci¨®n europea suponga el fin de los nacionalismos "endurecidos" y del "terrorismo secesionista", "el ¨²nico y grave problema que nubla tr¨¢gicamente nuestro hoy".
Seco elogi¨® en su lecci¨®n, titulada Balance de un siglo de Espa?a, la figura del Rey como clave indispensable y al mismo tiempo inexportable de la transici¨®n. En un discurso decididamente historicista, Seco perfil¨® las claves que explican el siglo XX espa?ol. El acad¨¦mico calific¨® como "rotundamente positiva y optimista" la trayectoria hist¨®rica de Espa?a a lo largo de los ¨²ltimos cien a?os.Frente al penoso arranque del siglo, marcado por la resaca de la p¨¦rdida de las colonias de ultramar, que sumi¨® a los espa?oles en un "recogimiento pesimista y sombr¨ªo", am¨¦n de conducir a Espa?a a un peligroso aislamiento internacional en una Europa en la que "emerg¨ªan como nunca los imperialismos agresivos", Seco realiz¨® un diagn¨®stico esperanzado de la Espa?a actual.
A su juicio, se ha consolidado la "democracia efectiva e indudable", se resuelven los problemas sociales con di¨¢logo, se busca el consenso para articular el sistema auton¨®mico, la econom¨ªa est¨¢ saneada y se ha consolidado la presencia espa?ola en Europa y en el mundo.
S¨®lo un punto negro admiti¨® Seco en su optimista visi¨®n de la Espa?a actual: "La sombra tr¨¢gica del terrorismo, que condiciona el conjunto pero que no tiene horizontes". El resurgimiento de Europa como superpotencia, recuperando el liderazgo perdido tras la Primera Guerra Mundial, y la integraci¨®n plena de Espa?a en la Uni¨®n Europea son para el acad¨¦mico la principal esperanza para acabar con el terrorismo.
El historiador record¨® que, pese a que Espa?a no vivi¨® el horror de las dos guerras mundiales que colapsaron Europa, no se libr¨® de sus consecuencias, encarnadas en la guerra civil y la dictadura posterior. Para Seco, la guerra civil y la transici¨®n son las dos grandes lecciones hist¨®ricas que Espa?a ha dado al mundo en el siglo que ahora termina.
Por un lado, el conflicto fratricida se convirti¨® en "imagen de lo que en ning¨²n caso debe servir de pauta para la soluci¨®n de los problemas internos de las naciones civilizadas". Y sobre los 40 a?os de dictadura franquista, Seco destac¨® que "lo peor estuvo en la pretensi¨®n de los seguidores de Franco de mantener la dualidad Espa?a/anti-Espa?a sin reverso posible, de aferrarse a la posici¨®n del implacable vencedor a secas".
Pero, a cambio de todo ello, el final del franquismo supuso un ejemplo "totalmente positivo" para el mundo: "El de la transici¨®n pac¨ªfica y solidaria de la dictadura a la democracia, el del reencuentro en paz de las Espa?as separadas por la terrible desgarradura de los a?os treinta". Seco valor¨® como importante para la transici¨®n el despertar econ¨®mico espa?ol de los sesenta, pero su idea es que "la clave fue otra".
La transici¨®n espa?ola se explica seg¨²n el acad¨¦mico en dos factores: la lejan¨ªa de la guerra civil y la participaci¨®n de la monarqu¨ªa. Seco defini¨® al Rey como "el ¨¢rbitro perfecto para la reconciliaci¨®n" entre las dos Espa?as, y record¨® que supo mantener el compromiso con la democracia ante "la prueba de fuego del 23-F". Su conclusi¨®n al respecto fue que "la monarqu¨ªa es el respaldo m¨¢s firme de un Estado de las autonom¨ªas".
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