El culebr¨®n pol¨ªtico de TV-3

Miquel Puig, director general de la Corporaci¨®n Catalana de Radio y Televisi¨®n (CCRTV), ha logrado desde su nombramiento, en la primavera pasada, la aprobaci¨®n de los miembros del Consejo de Administraci¨®n -designados por los partidos pol¨ªticos- y, en general, de los trabajadores de la televisi¨®n y la radio auton¨®micas hacia su gesti¨®n. Salvo en una cuesti¨®n: la sustituci¨®n de Llu¨ªs Oliva y Joan Maria Clavaguera al frente de TV-3 y Catalunya R¨¤dio, respectivamente. El relevo de los dos directivos, que se ha convertido en un culebr¨®n pol¨ªtico, no es asunto balad¨ª. Es una medida que los consejeros de ideolog¨ªa progresista y los trabajadores consideran imprescindible para abordar con garant¨ªas una nueva etapa de despolitizaci¨®n de los medios p¨²blicos en Catalu?a, a la que se hab¨ªan comprometido todas las formaciones parlamentarias y reclaman con insistencia las organizaciones profesionales.Tan importante lo consideran que antes de las vacaciones dieron carta blanca a Puig para que maniobrase a sus anchas con el compromiso de que no dar¨ªan publicidad a sus exigencias de renovaci¨®n, siempre que no se eternizara en la sustituci¨®n de Oliva- muy pr¨®ximo al entorno familiar de Jordi Pujol- y de Clavaguera.

El verano ha pasado y, desde hace unos d¨ªas, tanto en el consejo como en TV-3 se da por segura la marcha de Oliva -a quien se le habr¨ªa encontrado una salida profesional que no ha trascendido- y del gerente de la cadena, Oriol Carb¨®, aunque nadie quiere aventurarse a hablar libremente de ello, "para que las cosas no se estropeen y se produzca un nuevo retraso", en palabras de un consejero. Son muchos los que temen que si trasciende la noticia de los relevos, desde la plaza de Sant Jaume volver¨¢n a paralizarse, como ya sucedi¨® en mayo cuando el Gobierno de CiU congel¨® los cambios previstos en las c¨²pulas de los medios despu¨¦s de que el l¨ªder socialista Pasqual Maragall los hubiera reclamado.

Pero la situaci¨®n no es ahora la misma.. Los consejeros designados por la oposici¨®n creen que, pasado medio a?o desde la incorporaci¨®n de Puig y bastantes meses m¨¢s desde el debate parlamentario sobre los medios p¨²blicos, ya urgen los cambios en la c¨²pula de TV-3 y Catalunya R¨¤dio -m¨¢xime cuando entre tanto se ha producido la dimisi¨®n como director general de COM R¨¤dio de Enric Sopena-, y esperan que en la reuni¨®n del Consejo de Administraci¨®n prevista para hoy se aborde el espinoso asunto de la sustituci¨®n de Oliva y de Carb¨® -se cree que el recambio de Clavaguera no est¨¢ decidido a¨²n-, aunque el tema no figura en el orden del d¨ªa.

Hasta el momento Puig no se ha manifestado en p¨²blico a favor de relevar a Oliva y a Clavaguera de sus cargos. Es m¨¢s, el pasado junio pidi¨® a los diputados de la oposici¨®n que no le condicionaran "sobre los equipos". Sin embargo, pocos d¨ªas despu¨¦s incorpor¨® a un t¨¦cnico experto en salvar empresas ajeno al sector audiovisual, Josep Ferrer Pag¨¨s, como adjunto al director general.

Ferrer se instal¨® en los estudios de TV-3, en Sant Joan Desp¨ª, con la misi¨®n de abordar la aplicaci¨®n de la reforma de la televisi¨®n y la radio auton¨®micas de acuerdo con el plan de viabilidad elaborado por Miquel Puig, que recibi¨® el apoyo un¨¢nime de todos los miembros del Consejo de Administraci¨®n. En estos meses, Ferrer ha hecho un trabajo que consejeros y trabajadores de TV-3 coinciden en calificar de "bien hecho". Hasta el punto de que unos y otros ver¨ªan con muy buenos ojos que asumiera la direcci¨®n de la cadena, y que se pusiera al frente de los dos canales a profesionales del propio medio.

Si bien todos los consejeros consultados se muestran extremadamente cautelosos a la hora de hablar de los cambios en la direcci¨®n de TV-3 y Catalunya R¨¤dio y de su calendario, algunos de ellos recuerdan que la primera semana de octubre -del 3 al 5- se celebrar¨¢ en el Parlament el debate de pol¨ªtica general, y advierten de que no ser¨ªa bueno llegar a esa fecha con los relevos pendientes, ya que la cuesti¨®n podr¨ªa convertirse en un arma arrojadiza de la oposici¨®n hacia el Gobierno, que sesr¨ªa acusado de haber roto el consenso sobre la neutralidad de los medios p¨²blicos catalanes que se alcanz¨® por unanimidad.